La versión brasileña de la revista web The Intercept aseguró contar con material desclasificado que demuestra cómo operó el juez Sergio Moro para detener a Lula Da Silva y así sacarlo de las elecciones presidenciales de 2018, donde era uno de los principales candidatos. La historia es conocida: la prisión de Lula le permitió a Jair Bolsonaro llegar al Palacio de Planalto. Luego, Moro se convirtió en ministro de Justicia del dirigente de la ultraderecha brasileña. Total normalidad.
Según la masiva filtración, hay pruebas de sobra que demuestran las conversaciones entre Moro, entonces juez de instrucción contra Lula, y el fiscal Deltan Dallagnol, jefe de la llamada fuerza de tareas del ministerio Público Fiscal. La filtración incluye chats privados, grabaciones de audio, videos, fotos y documentación judicial.
«El material publicado podría tener consecuencias enormes sobre los indicios y supuestas pruebas de la Operación Lava Jato», aseguró el medio. En el material se pueden encontrar conversaciones donde se habla explícitamente de «intentar frenar» un triunfo del Partido de los Trabajadores en las elecciones presidenciales.
En uno de los chats, el fiscal Dallagnol reconoce: “Van a decir que estamos acusando sobre la base de una noticia de un diario y con indicios débiles… Entonces hay que atar el tema a algo bien fuerte. La ligazón entre Petrobrás y el enriquecimiento. Tenemos que preparar las respuestas correspondientes y tenerlas listas en la punta de la lengua”.
En las redes, Glenn Greenwald, el periodista norteamericano que llevó adelante la investigación, se refirió al escándalo. «Verdaderamente explosivo: Sergio Moro, entonces un juez pero ahora Ministro de Justicia de Bolsonaro, secretamente conspiró con los fiscales para construir el caso criminal preciso contra Lula. Una flagrante violación de la ética judicial y la justicia básica», escribió. «El proceso que encarceló a Lula y le allanó el camino para la ascensión al poder de Bolsonaro fue alimentado por la maldad, el abuso politizado del poder y el engaño: todo lo cual ahora será revelado debido a esta filtración», describió.
https://twitter.com/ggreenwald/status/1137827553618608129?ref_src=twsrc%5Etfw
Desde siempre, periodistas y medios críticos (de Brasil, Argentina y otras partes del mundo) informaron sobre las evidentes irregularidades en el proceso y la posterior detención de Lula Da Silva. El objetivo estaba claro: sacar al expresidente de la cancha para evitar que gane la elección presidencial.
En Argentina, los principales medios de comunicación (La Nación, Clarín e Infobae) operaron en línea con la operación desplegada contra el Partido de los Trabajadores. El «prestigioso» periodista de La Nación, Hugo Alconada Mon, por caso, fue uno de los promotores de la operación Lava Jato en Argentina y siempre defendió la actuación de Moro. Con periodistas así..
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