Crónicas de un país anormal

Las rogativas de Felipe Larraín y los tiempos catastróficos

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El Presidente Piñera elige ministros tan faltos de criterio y metepatas como él: Larraín, que se cree gran economista y que viaja con dineros fiscales a conferencias privadas, ahora quiere implorar a la gracia y su omnipotencia para que salve el desastre económico del gobierno de Sebastián Piñera.

 

Este supuesto tecnócrata cree que la magia del poder divino es capaz de inspirar a chinos y norteamericanos para que sus respectivos gobiernos cesen su guerra de aranceles.

 

Gobernar, por lo regular, es defraudar: el Presidente Piñera ofreció, en su principal lema de su campaña a la presidencia de la nación, “tiempos mejores”, pero hoy estamos en tiempos desastrosos. Como vulgar vendedor callejero de antaño engañó a los ingenuos, quienes votaron por él atribuyéndole la calidad de economista, cuando sólo es el rey de la especulación financiera.

 

Chile, el paraíso del neoliberalismo en Sudamérica, por lógica, tendría que ser una de las víctimas principales del proteccionismo. Hoy el libre mercado  global está derrotado por el proteccionismo nacionalista de Donald Trump, en consecuencia, al neoliberalismo sólo le resta la defensa del especulador George Soros, cuya gracia es el haber  especulado  para hacer caer libra esterlina y financiar  a los Clinton y marchas de inmigrantes ( según Alfredo  Jalife la contradicción principal se ubica entre el nacionalismo de Trump y su yerno vs Soros , los  Clinton los  banqueros Rothschild y los Rockefeller).




 

 El riyal  de Arabia Saudita y el peso chileno hasta ahora han sido las dos monedas que más se han depreciado a causa de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. En las exportaciones chilenas el cobre vende el 41%, y muy lejos está el vino y la uva, en 5,4% y las maderas. Arabia Saudita tiene como su principal producto de exportación el petróleo, con 71%.   En Chile    China ocupa  el primer lugar en las exportaciones, con el 27% que, sumado al 15% a Estados Unidos, un total de 42%, lo que significa que casi la mitad de las exportaciones chilenas van a USA y China.( paradojamente Arabia Saudita y Chile son los modelos  de USA en Oriente Medio y América del sur )

 

Los distintos y sucesivos gobiernos del duopolio en Chile no han logrado diversificar las exportaciones, por consiguiente, Chile es tan dependiente del cobre como Arabia Saudita del petróleo.

 

Según Moody`s, Chile, Argentina y Perú son las principales víctimas de la guerra comercial que, de continuar, podría significar la  pérdida de un punto del PIB.

 

El Precio del cobre ha caído a 2,56 dólares  la libra, mientras que el dólar se acerca a $720 por dólar; en IMACEC alcanzó apenas el 1,3 en los últimos tres meses.

 

La economía chilena no puede estar peor con el advenimiento de los “tiempos mejores”, y Piñera, que se cree un mago de las finanzas, promete un último semestre del año muy auspicioso cuando todos, legos y especialistas, sabemos que, ni siquiera llegará al 3% de crecimiento del PIB.

 

Los gobiernos latinoamericanos de derecha se encuentran en un difícil dilema: China es el principal socio comercial, y Estados Unidos lo secunda; en consecuencia, sólo le queda el camino de estar bien con los dos países, es decir, una neutralidad difícil de mantener en las guerras comerciales, (ya Mike Pompeo ha advertido a Piñera que no comprara productos de la tecnología china).

 

Los gobiernos latinoamericanos ya no  tienen tiempo para diversificar sus economías y así poder cumplir con el principio de “no meter los huevos en la misma canasta”. Los chinos tienen muy poca culpa de que tengan que comprar materias primas y luego vender productos elaborados, pues la mono-producción es culpa de los propios gobiernos latinoamericanos y de las plutocracias que los apoyan.

 

Las Rutas de la Seda tanto terrestre como marítimas, es un gigantesco proyecto de Xi Jinping, que supone una inversión de miles de millones de yuanes y posibilitará convertir en socios comerciales a la mayoría de los países de Asia, América Latina y de África.

 

A los empresarios  gobernantes latinoamericanos les interesa  muy poco la democracia. Parafraseando al exgobernante chino Deng  Xiaoping `poco importa que el gato sea negro o blanco, lo que sí importa es que cace ratones`. (Esta frase fue traducida, en forma muy vulgar, por el Presidente Piñera).

 

Sebastián Piñera, en su narcisismo patológico, se cree un gran líder latinoamericano,  – y por qué no mundial -, e imitando a su héroe y patrón, Donald Trump, usa el twitter, muy osadamente,  para rogar a los dos gobernantes implicados, que detengan la guerra comercial, (como si a ellos les importara que la economía chilena hundiera, o como si fuera una potencia predominante en el mundo).

 

El que Chile sea uno de los países “en vía de desarrollo”  más abiertos al mundo y no tenga ninguna defensa frente a la peste neoliberal, sólo es responsabilidad de nuestra   plutocracia neoliberal, que se entusiasmó con las lecciones de la Escuela de Austria Mises y Hayek y los aportes del  instituto Cato CATO, y de Monte  Pelerin.

 

Chile el `modelo` neoliberal para América Latina, hoy tiene muy poco espacio, pues la globalización está siendo aniquilada por el proteccionismo nacionalista de Trump, sumado al capitalismo de Estado de China, cuyas empresas están controladas por la dictadura del Partido Comunista.

 

Y con respecto a las oraciones dirigidas al Altísimo para que cese la guerra comercial, Dios está demasiado ocupado para escucharlas.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

10/08/2019    

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