Crónicas de un país anormal

Los buenos negocios de Estados Unidos por la compra de países y territorios

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Hacia el año 1823 se proclamó la doctrina Monroe, “América para los americanos”: para los distintos gobiernos de Estados Unidos todo hombre y territorio tienen un precio y no importa la opinión de los habitantes del país o territorio a adquirir.

 

En 1803 Thomas Jefferson compró a Napoleón Bonaparte – necesitado de dinero para la conquista de Europa – la Luisiana, que abarcaba los  estados de Montana, las dos Dakota, Wyoming, Minnesota, Kansas, Colorado, Iowa, Luisiana  y Nebraska. Napoleón pidió por ese enorme territorio – que iba desde el Golfo de México hasta la frontera con Canadá – la suma de 15 millones de dólares, de los cuales 3 millones fueron pagados en efectivo, y el resto en Bonos del Tesoro.

 

El estado de Florida fue comprado a España por medio del Tratado Adams-Onis, en 1819.

 

Los norteamericanos utilizaron las facilidades dadas por el gobierno mexicano a la inmigración a Texas, Estado que se proclamó república independiente de México, y que en 1845 se anexó a Estados Unidos. Posteriormente, el gobierno norteamericano quiso comprar el norte de México, pero su gobierno se negó a venderlo. Más tarde se declaró la guerra entre México y Estados Unidos( 1846 -1848), que terminó con la ocupación del Zócalo, en  Ciudad de México. Por medio  del Tratado de Guadalupe Hidalgo México perdió la mitad de su territorio. Estados Unidos pagó como indemnización la suma de 15 millones de dólares.




 

En 1877 Estados Unidos realizó su mejor negocio al comprar Alaska al imperio de  Rusia, que se encontraba con problemas de dinero a causa de la guerra con Crimea, cuyo precio se tasó en 7.200 millones de dólares. En 1850 explotó en Alaska “la fiebre del oro”, (hoy, este estado tiene el más alto PIB de Estados Unidos). Durante estos días Alaska  baraja la posibilidad de realización de un plebiscito para volver a ser parte de Rusia.

 

Durante el siglo XIX Panamá hizo varios intentos para separarse de Colombia; el gobierno colombiano, de José Manuel Marroquín  había adjudicado a  una empresa francesa la construcción del Canal de Panamá, intento que fracasó y, casi simultáneamente, en el Guerra de los mil Días, Panamá decidió declarar su independencia de Colombia en 1903. El Presidente Marroquín vendió a Teodoro Roosevelt Panamá por la insignificante suma de 25  mil dólares.

 

En 1898 España perdió sus últimas colonias en la guerra con Estados Unidos, logrando la anexión de Puerto Rico, que luego se proclamó Estado libre asociado en sociedad. Cuba y Filipinas lograron su independencia de España, y por la Enmienda Platt, Estados Unidos mantuvo la posesión de Guantánamo, por un costo de arrendamiento de 2 mil dólares mensuales, que dejó de pagar a partir de 1960, a raíz del triunfo de Fidel Castro. El embajador norteamericano en  Hawai provocó una rebelión que derrocó a la reina, proclamándose la República, anexada posteriormente a Estados Unidos, previo a una matanza de los seguidores de Aguinaldo, líder del movimiento independentista hawaiano.

 

Actualmente, el ambicioso magnate Donald Trump, más gerente que Presidente, pretende comprar a Dinamarca la Isla de Groenlandia. El 77%  de la Isla más grande del mundo está bajo hielo; cuenta apenas con 46.000 habitantes, vive de la pesca, especialmente del bacalao, y de la caza. No es la primera vez que Estados Unidos ha intentado comprar Groenlandia: en 1946, después de la Primera Guerra Mundial, Harry Truman ofreció a Dinamarca un millón de dólares por la Isla que, ya en esa oportunidad, el país se negó a vender. (Antes, Estados Unidos había comprado a Dinamarca el Archipiélago de las Indias Orientales, que pasaron a llamarse las Islas Vírgenes de Estados Unidos 1917).

 

Debido al calentamiento global, hacia el año  2050, Groenlandia volverá a ser la Isla verde, descubierta por Eric el Rojo, y emergerán las enormes riquezas de sus suelos, hoy aún cubiertas por 12 kilómetros de hielo. Se sabe que Groenlandia produciría igual cantidad de petróleo que Rusia, y además, contaría con minas de cobre, uranio, zinc, metales raros,  (básicos para las modernas tecnologías), y otras riquezas minerales de subsuelo.

 

El calentamiento global, (del cual se burlan Trump y Bolsonaro), amenazan con cambiar irremediablemente la geografía mundial, especialmente por el derretimiento de los glaciares, y el mar podría aumentar el nivel de las aguas amenazando las ciudades costeras de Estados Unidos hacia el sur.

 

Groenlandia, por su parte, se convertiría en uno de los países más ricos del mundo. Además, el Ártico sería una ruta fundamental en la geopolítica. Hoy, Estados Unidos tiene una Base en Thule, por la cual le permite controlar los misiles dirigidos por Rusia hacia su territorio.

 

Afortunadamente la Primera Ministra de Dinamarca y su colega de Groenlandia, declararon que no estaba a la venta, y Donald Trump, con una pataleta de niño malcriado, suspendió su visita de Estado a su antes fiel aliado, Dinamarca.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

23/08/2019                  

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  1. Gino Vallega says:

    La historia de compra- venta de países incluído el «ganado humano» nos recuerda que , como especie , somos una calamidad formada por «ratas de dos patas».

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