Aprovechando la cuarentena y el toque de queda, manos siniestras han intentado borrar la memoria rebelde plasmada en los muros de Valparaíso. En la Plaza Aníbal Pinto, proclamada, como “Plaza de la Resistencia” por el pueblo porteño rebelde, dejaron sin ninguna huella de la rebelión el monumento a Carlos Condell, siguiendo el ”ejemplo” de quienes actuaron de igual forma en la Plaza de la Dignidad en Santiago.

Intentaron hacer lo mismo en los muros del sector de la Estación Barón, sin cumplir plenamente su cometido, pero preocupándose de borrar nombres y rostros de compañeras y compañeros asesinados por la represión,  recordados y homenajeados a través de esta expresión de arte popular.

El hermoso mural que graficaba y sintetizaba las diferentes líneas de acción directa creadas al calor de la lucha callejera fue salpicado con pintura amarilla, pero el creador de esta obra, con su profesionalismo y creatividad, utilizó esas mismas manchas para realizar un nuevo acto de arte rebelde y de denuncia, diseñando e incorporando en el mural a los “chaquetas amarillas”, culpables de estos viles atentado realizados al amparo del Estado de Excepción denominado de Catástrofe, que rige en todo el territorio nacional.

Pero la memoria rebelde graficada sobre los muros es solo una forma de expresión de la misma       – que además  está registrada en los archivos gráficos populares – ya que esta sigue viva en cada una de las mujeres y hombres, de todas las edades, que el 18 de octubre del año pasado comenzaron una oleada de protestas que fue transformándose en una marea de energía que comenzó expresándose con fuerza los primeros días de marzo, pero que debido a la emergencia sanitaria que estamos viviendo, se ha replegado para protegerse, reflexionar, pensar nuevas formas de organización y de lucha a implementar después de esta pausa obligada.

Este es un período de preocupación y de calma, pero es posible plantear que se transformará en tempestad cuando esta situación especial se termine, porque la rabia sigue acumulándose ante las carencias de la Salud Pública que se hacen dramáticamente evidentes frente a esta emergencia que vivimos, y también al observar  las aparentemente erráticas e insuficientes medidas tomadas por las autoridades que, fieles a sus planteamientos ideológicos, están orientadas a preservar el “mercado” y el modelo neoliberal, favoreciendo con medidas económicas a las elites, los empresarios y los poderosos de siempre, mostrando de esta manera un desprecio por la vida del pueblo pobre y oprimido.




Texto y fotos: Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 30 de marzo 2020



El Clarín de Chile

Ver comentarios

  • Qué memoria "rebelde gráfica", G. Correa. Es tremendo y trágico de ver.
    Ud. debe poner orden y castigar. Así se hace notar para que se le recuerde siempre
    como auténtico "soberano porteño" , G. Correa., se le recordará siempre. No se preocupe...

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