Insulza y los otros

Es injusto afirmar que icónicos personajes de la ExConcertación como Insulza y los otros, hayan cambiado con el poder que obtuvieron luego de la dictadura.

La verdad es que siempre han sido del modo en que hoy se muestran.

Esa gente que alguna vez posó de izquierdistas y hasta colaboraron con el gobierno de la Unidad Popular, solo eran oportunistas que olían las prebendas del poder.

No es que solo en el último tiempo hayan aprendido a ser sujetos que se van a acomodar a lo que sea con tal de estar cerca del poder, de la fama y la riqueza.

No.

Es un tipo de personas acomodadas, oportunistas y descarados, que se van a vestir con el traje que la ocasión histórica demande.

Y lo que hoy vende es un anticomunismo que no limita con aborrecer todo lo relacionado con ese partido. Anticomunismo en el sentido extendido, peligroso y canalla, ese que aborrece todo lo que sea de origen popular.

A Insulza y los otros todo les sirve si los mantiene cerca de las fuentes del poder.

Si antes fueron furibundos izquierdistas que acusaban a Salvador Allende de reformista, hoy son furibundos neoliberales que acusan a la izquierda de impulsivos irresponsables que promueven la violencia y cuyo único afán es instalar una dictadura del tipo venezolana.

Pero cada uno de esos, a su vez, se abrió paso a codazos para fotografiarse con Fidel Castro, cuando esa postura daba réditos.

Solo la extraña biología, ¿algún alcaloide haciendo lo suyo?,  de sujetos como Insulza, quien será recordado como el que salvó a Pinochet de ser  juzgado en Europa, es capaz de encontrar que Joaquín Lavín, promotor, comparsa y sostenedor de Pinochet, un indisimulado farsante y transformista vergonzoso, es más democrático que el alcalde Jadue.

Decir una cosa infame de esa envergadura sostiene un odio infinito a las opciones populares. Solo un enfermo de la cabeza, Jadue dixit, o un hijo de puta podrían sostener que el alcalde de Recoleta no tiene un real compromiso democrático y que el de Las Condes sí lo tiene.

Vale decir aquí que Jadue perdió varios puntos al desdecirse de lo que afirmó acerca del estado mental de Insulza. Feo.

De modo que si ayer lo que  rentaba era ser un avanzado revolucionario, hoy la ganancia es posar como furibundo anticomunista.

Insulza y los otros, tienen la capacidad de aquellos reptiles que son capaces de regenerar algunos de sus miembros cuando los han perdido.

Para muchos malpensados esa gracia malsana ha sido la condición para no perderse el festín, el desposte del Estado o la dádiva de la gran empresa.

Ni hablar de honor, decencia o principios. De tenerlas o haberlas tenido.

 

por Ricardo Candia Cares