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Este Chile permanente: entre la impunidad y el negacionismo

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Fueron agentes del Estado de Chile los que participaron directamente en lo que conoce como OPERACIÓN COLOMBO.

La DINA preparó toda una gran puesta en escena para cubrir sus crímenes donde la víctima era una generación de comprometidos luchadores sociales que habían apostado para hacer avanzar las ruedas de la historia.

Chile por esos años era muy diferente al actual, estaban las fábricas llenas de trabajadores que construían lavadoras, televisores para que los chilenos puedan tener acceso a la recreación y la cultura, para estar informados de lo que sucedía en el resto del mundo.

Desde las sombras estaba los Estados Unidos y sus aliados en Chile trabajando incansablemente para romper la institucionalidad del país, que no siendo la mejor en el contexto latinoamericano posibilitaba que las organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles y profesionales pudieran ser protagonistas en la construcción de un nuevo proyecto de desarrollo.




La abundante información indesmentible de la forma en que operaron los aparatos de seguridad de la dictadura, donde la DINA es principal  responsable y en cuyo mando Manuel Contreras era sencillamente el ejecutante, porque la autoridad máxima era Pinochet.

Por estos días la Corte de Apelaciones de Santiago absolvió a 60 agentes de la DINA que está demostrado que participaron en la detención y secuestro de 16 chilenos bajo la denominada OPERACIÓN COLOMBO.

“Resulta inaceptable este fallo y una seria y profunda involución en materia e derechos humanos, violentándose principios de proporcionalidad de la pena y la garantía de no repetición a la que se encuentra sujeto nuestro país en el marco del derecho internacional de los DD.HH.” Nelson Caucoto.

Han pasado muchos años de estos violentos y criminales acontecimientos. Todo el mundo sabe que fueron agentes del Estado, la misma forma de ejecución y proyección de la dictadura militar.

Para que los aparatos encargados de reprimir pudieran actual sin absolutamente ninguna cortapisa, tenía que existir una institucionalidad militar que le generaba seguridad, que le entregaba apoyo y la impunidad para su actuar criminal. Entre el alto mando uniformado todos los uniformados que integraban la DINA y otros encargados de detener, torturar y matar había un reconocimiento especial, eran los mejores entre sus pares. No han sido pocos los homenajes que en regimientos y escuales matrices se han hecho, se cuelgan sus fotos en salones militares como es el caso de Manuel Contreras.

La familia militar como les gusta se les llame también ha estado presente en la política desde 1990 cuando Pinochet le entregó a unos de los principales instigadores del golpe militar para que se haga cargo de la administración del actual modelo que se está cayendo de podrido.

Cheyre, ex comandante en jefe de la FF.AA está siendo procesado por su participación en la maldita caravana de la muerte. Carlos Bombal (UDI) quien fue miembro del parlamento es responsable de haber entregado a los militares los nombres de estudiantes de la Universidad Católica para que sean detenidos, muchos de los cuales son hoy nombres en el informe de verdad y reconciliación. Iván Moreira (UDI) alcalde designado, Patricio Melero (UDI) alcalde designado.

Hay que recordar el día de la proclamación de Piñera cuando toda la familia militar corrió en su apoyo gritando loas a Pinochet. Piñera imploró por la libertad de su mentor cuando estaba detenido en Londres. El pinochetismo y la larga fila de civiles que aportaron a la criminalidad no ha desaparecido.

El esposo de la actual ministra de Transportes Hutt, pasadas algunas semanas del golpe militar, y siendo subteniente ,fue el responsable del equipo de tortura que existió en el cuartel de investigaciones, que estaba al lado de la penitenciaria. El ejercía su perverso oficio de pedir información sobre aquella farsa que se llamó Plan Zeta. Se llamaba Felipe Cossio Urrutia y en su delictual carrera militar todos los informes fueron firmados por Manuel Contreras.

 

La sombra de los Kast

También hace algunos meses se dictaron condenas para los responsables de los asesinatos de campesinos del sector de Paine. El mismo resultado, condenas muy bajas para los carabineros que actuaron con extrema crueldad y ensañamiento para trabajadores de la tierra, muchos de ellos analfabetos.

Dejar constancia que en estas acciones participó la familia Kast, el padre del actual líder de la extrema derecha y tío del senador Evopoli Kast. La justicia pasó por el lado y amparó a los civiles culpables.

Pero hay acciones que están en la memoria y que fueron extremadamente justas y fundamentales.

Carlos Tapia Barraza era un sargento encargado de un equipo de torturadores en el cuartel Borgoño. Cientos de detenidos muchos militantes el MIR fueron maltratados por semanas y meses mientras la justicia rechazaba los recurso de amparo.

Raúl Castro Montanares observó pacientemente como el torturador Tapia Barraza cerraba el portón de su casa para dirigirse al centro de torturas donde trabajaba desde la 08.00 hasta las 17.00, en la peor de las acciones como lo es el maltratar a un detenido amarrado, vendado sin la más mínima posibilidad de defenderse.

Allí quedó boca arriba desde la que corría un hilo de sangre mirando posiblemente las nubes que se abrazaban alegres rumbo al sur. Se había cobrado una deuda que era necesaria y fuera pagada y al contado. Raúl se subió a una micro y por la ventana iba mirando las casas de Vicuña Mackenna que dormían como palomas cansadas.

Posiblemente se verán dictámenes de la justicia absurdos y dolorosos como lo sucedido en la OPERACIÓN COLOMBO. No queda duda de ser testigos del negacionismo que abraza la derecha que desde el 1% más rico defiende su criminal pasado.

Chile seguirá siendo país posiblemente hasta que el sol se enfríe y en ese recorrido está el trabajo incansable de reivindicar y recordar a los que no están y la justicia les niega el justo reparo.

“Vengo de un país de desaparecidos que hoy se han volcado fervorosamente a las calles en su lucha por recobrar su dignidad y la poesía es parte de esa lucha. No devolvieron los cuerpos a la esposa del cuerpo de su esposo, no se devolvió al niño pequeño el cuerpo de su padre, no se le devolvió al anciano el cadáver de su hijo…”

Raúl Zurita. Discurso al recibir el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2020.

 

Por Pablo Varas

 

 

 

 

 

 

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Escritor

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  1. El Sr. Zurita , poeta honesto , consecuente , es un ejemplo en este Chile cuyo pueblo se afana buscando justicia y DDHH en un espacio vacío de humanidad e intolerante con la pobreza física y cultural que ha creado.La poesía , las calles , las canciones , los muros , los letreros , son los marcos que la comunidad usa en su batalla contra la plutoligarcracia dominante.

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