La víspera, entrevistado por Radio Cooperativa, Paris dijo que tras las fiestas de navidad se espera un rebrote posiblemente catastrófico y por ello el lunes presentó un plan al presidente Sebastián Piñera, que contemplaría mil camas más que las disponibles en los momentos más agudos de la pandemia.
Según ese programa, en el pronóstico más suave se presentarían más de tres mil nuevos contagios diarios, y en el peor de los escenarios habría más de nueve mil nuevos enfermos por jornada, lo que implicaría un esfuerzo gigantesco, admitió el ministro.
Las preocupaciones no resultan ociosas pues Chile figura entre los primeros lugares a nivel mundial por la cantidad de fallecidos y enfermos por cada cien mil habitantes, y hasta la fecha acumula 552 mil 864 infectados y 15 mil 437 muertos, con examen de PCR positivo, desde la entrada de la pandemia al país.
La pandemia por ahora parece ‘estabilizada’, con entre 20 y 90 fallecidos y entre mil y dos mil nuevos contagios por día desde julio, aunque en los últimos días muestran una tendencia al alza en varias regiones el país, incluyendo esta capital.
Entidades como la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) y el Colegio Médico han criticado la estrategia del gobierno, centrada en la cobertura hospitalaria, sin darle a la prevención la importancia que requiere.
El ministro se defendió a esos señalamientos asegurando que también se busca aumentar la concienciación de la población para que se cuide y cumpla las medidas de prevención como el uso de mascarilla y el distanciamiento físico.
El secretario del Colegio Médico, José Miguel Bernucci, aseguró que no han recibido informes del Ministerio de Salud sobre los modelos matemáticos que llevan a predecir un rebrote en enero.
Añadió que para evitar ese escenario se debería estar trabajando ya con una efectiva campaña de comunicación de riesgo, pero en cambio se sigue con estrategias de desconfinamiento e incluso se abrieron las fronteras.
En igual sentido se refirió la presidenta de la Sociedad Chilena de Epidemiología, María Paz Bertoglia, quien dijo a la prensa que el gobierno lanza mensajes contradictorios pues ‘por un lado nos indican que se están preparando para una segunda ola, pero por otro abren las fronteras y flexibilizan criterios para que las personas puedan viajar’.
En tanto, Darwin Acuña, presidente de la Sochimi, alertó que un importante inconveniente ante un rebrote es que el personal de la salud está agotado tras largos meses de intenso trabajo y ha habido muy poca renovación.