Jorge Sharp, alcalde de Valparaíso, manifestó su oposición al proyecto de reforma de la Cámara de Diputados y Diputadas para reponer el voto obligatorio, el que fue aprobado en general por una amplia mayoría.
Ante ello, Sharp publicó en twitter que es «Otro atajo. El voto como obligación – y sanción, si no lo ejerces – es entender la democracia de forma elitista y punitiva. El pueblo, y en particular los sectores populares, no votan porque por más de 30 años se le expolió su capacidad política y se le excluyó deliberadamente».
En otro post agregó: «La igualdad de condiciones para competir en todas las elecciones entre el mundo independiente y los movimientos sociales respecto a los partidos políticos, permite abrir la democracia a nuevas actorías. Pero ahí el sistema político se cierra. Todo muy evidente».
En el debate de ayer en la Cámara, las expresiones fueron de amplio respaldo transversal a la propuesta, entendiendo que es una forma para restituir la representatividad en la democracia, aparejando derechos con deberes de la ciudadanía. Asimismo, se manifestó la necesidad de efectuar acciones complementarias para facilitar el sufragio, por ejemplo, por medio de entregar transporte gratuito y definir los lugares de votación en concordancia con la cercanía de la residencia de los votantes.
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La mínima responsabilidad de un ciudadano es el voto. Luego vienen otros deberes cívicos. Imagínense que una nación tiene la atribución de meterte y una guerra, mandarte a matar gente que ni conoces y también morir por ello, eso es dictadura estatal. Pero la imbecilidad no considera que la participación democrática sea un deber ciudadano y una necesidad funcional de toda nación. Quienes no participen en la construcción de una sociedad deben perder los derechos ciudadanos, que usan gratis y que obviamente no respetan. El “ser ciudadano” tiene responsabilidades; no solo usar la teta del estado y disfrutar de la civilidad lograda por cientos de años de luchas. Muy desubicado Sharp, el enarbolar una bandera de estupidez anti democrática en vez de ubicarse con la verguenza y el peligro para la nación consecuencia de que el 52% de la población no vote.
NO AL VOTO OBLIGATORIO.La democracia no puede ser entendida como reglamentos punitivos impuestos pot la élite gobernante.Además , el parlamento y el gobierno actuales sólo deben administrar el país sin nuevas leyes permanentes en vistas del proceso de nueva constitución en camino.
Sólo el pueblo decidirá sus destinos.
En todo caso dejen el voto obligatorio, para después de aprobada la nueva constitución, los partidos políticos y los parlamentarios no representan a nadie, obligar a los connacionales a votar no es digno de un país medianamente civilizado