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Del Naranjazo a Claudio Orrego

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 22 segundos

Estamos en una situación algo similar a 1964, una derecha que se erosiona, pero sigue existiendo, una izquierda que crece y un centro que aparece como la posibilidad más eficaz para defender el sistema.

En abril de 1964, en el marco de una elección complementaria para llenar una vacante de diputado, ganó sorpresivamente el médico socialista Oscar Naranjo, hijo del diputado fallecido. Se impuso a un candidato del Frente Democrático (derecha) y uno de la democracia cristiana.

En un sistema de elección presidencial sin segunda vuelta esto podía marcar una tendencia para las elecciones presidenciales convocadas para septiembre del mismo año.

Sonaron las alarmas y el sistema tomo las medidas. Habían cuatro candidatos presidenciales, Eduardo Frei (DC), Julio Durán (derecha), Jorge Prat Echaurren (nacionalista y nieto del capitán Arturo Prat) y Salvador Allende (Frente de Acción Popular).

El sistema operó con prontitud y Jorge Prat renunció, Julio Durán se bajó, aunque se mantuvo en la papeleta pero todas las fichas se pusieron en el candidato DC que prometió, ante los aires de cambio de Chile, una “revolución sin sangre. Sin embargo luego de la matanza de pobladores de Puerto Montt Fidel Castro diría que en realidad lo que el ya presidente Frei hacía era “sangre sin revolución”.




La Central de Inteligencia Americana, puso no menos de 200 agentes en terreno y le inyectó millones de dólares a la campaña de Frei. La Iglesia Católica apoyó con todo al candidato DC. Se desató se desató una campaña del terror contra el candidato Allende, sistemática, masiva y millonaria.

Terminó ganando Eduardo Frei Montalva.

Volviendo al presente, los resultados del domingo no son bien leídos por los actores directos presas de la pasión propia de la política.

Karina Oliva, que era la favorita,  perdió por lo siguiente:

1-   Claramente la estudiante de ciencia política no tenía la formación necesaria para el cargo que postulaba. Eso quedaba en evidencia en todas sus comparecencias televisivas y declaraciones, esto unido a una trayectoria con muchos cuestionamientos hicieron de ella una candidata de alcance limitado.

2-   La agresiva campaña que desplegó su entorno alejó eventuales apoyos y puso en la vereda contraria a los más sensibles a los riegos confrontacionales.

3-   Un exitismo anticipado que despreció cualquier tipo de apoyo, por ejemplo los regionalistas verdes (FRVS) con decenas de miles de votos ni siquiera fueron convocados.

4-   Olvidar la historia de Chile, a partir del error que la historia partió con la actual generación. Claudio Orrego ganó en todas las comunas rurales de  la Región Metropolitana, donde la acción democratacristina en la reforma agraria de Frei está en la tradición oral y el sentido común.

5-   Creer que se tenía la representación política del evidente y masivo rechazo de la sociedad al modelo neoliberal simplemte con decirlo.

6-   La campaña no ofreció nada nuevo, un programa novedoso,  sólo un mal entendido sentido de clase anclado en el resentimiento social más que otra cosa.

La presidenta de la DC  doña Carmen Frei ha hecho una muy errónea lectura del resultado electoral del domingo “ La ciudadanía ha vuelto a confiar en nuestras ideas”. Esto  es un optimismo que no considera el hecho evidente que Orrego fue un candidato “de circunstancias” y no un proyecto con un programa humanista nítido, se votó a lo menos malo y más que en las ideas en quienes las representaron, ahí está; menos de un 20% de participación.

¿Puede Daniel Jadue revertir el resultado adverso?, claramente que si.  

La tarea es grande pues en enfrentará a Yasna Provoste que representara al sistema en su conjunto con el apoyo de los norteamericanos. Pero, se puede. De partida el candidato tiene una capacidad política superlativamente mayor.

Aún es tiempo de corregir errores no forzados como hacer declaraciones que producen confrontaciones estériles. La prudencia debe ser el mayor valor del candidato. Evitar que la derecha le meta miedo al electorado. Proponer un programa donde no todo se resuelve aquí y ahora y en cinco minutos, en definitiva un programa de izquierda posible. La campaña debe convocar, invitar, incluir y no crear hostilidades en sectores donde puede haber un gran apoyo como en las bases del socialismo chileno.

¿Quien ganará en Noviembre?-

El que saque las mejores lecciones de sus debilidades de las elecciones del domingo pasado.  

ROBERTO AVILA TOLEDO

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  1. Perfecto Renato
    Ese es el verdadero resultado un Orrego apoyado por la derecha y PS humillado su directiva pidiendo ayuda y que los acepte de vuelta la DC para volver a ser la otra derecha y no hay que olvidar que el año 1972 ya formaron el CODE para derrocar el gobierno legítimo del Gran Presidente Allende y ser los mayores Golpitas con el apoyo de la CIA

  2. Renato Alvarado Vidal says:

    El artículo partió bien, recordando al «naranjazo», pero después se hizo curiosamente unilateral, ya que enjuicia solamente los errores de la candidatura derrotada y olvida que Santiago fue la única parte de Chile donde votó más del 25% del electorado y que este voto se concentró de manera casi cómica en las «comunas del rechazo» y en favor del candidato Orrego, logrando así la pequeña diferencia que le dió el triunfo. Es decir, el «naranjazo» ya ocurrió, la DC tendrá que aceptar el abrazo de Chile Vamos, la directiva del PS tendrá que aceptar la humillación de bajar a su candidata y sus bases verán que rumbo toman.

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