Tanta vida militante y consecuente cegada en dictadura, tantas familias aún esperando justicia, tanta esperanza en la democracia….
Nuevamente traicionados, olvidados, mancillados por el partido por el cual murieron agonizando la tortura.
Socialistas celebrando, orgullosos el triunfo de la derecha-Orrego, perfora las convicciones y las transforma en una masa sanguinolenta sobre la cual se pisotean miles de dignidades ejemplares, valientes e inmerecederas de un partido traidor.
Nada más se puede agregarf. La traición va más allá de este acto de celebración de estos asquerosos, va como un sello a la historia social y poíítica de estos partidos, que alguna vez representaron a la mayoría de un pueblo que deseaba un camino hacia la justicia social y un avance en el crecimiento económico de todos, todos los chilenos. Pobredumbre política, que a lo mejor fueron a celebrar el triunfo a esa plaza bendecida por los perseguidos, los heridos, los discapacitados por la acción de los milicos y pacos, y como no tienen vergüenza, estoy seguro que fueron con sus banderitas azules y rojas a gritar por el renacimiento de la DC.