Casos de Covid-19 se multiplican en Argentina

Para muchos ya llegó la tercera ola, antes de lo esperado. Expertos calculaban que estaría entre febrero y marzo pero las cifras de la víspera, 20 mil 263 contagios y 31 muertos, encienden las alarmas en un país que estuvo varias semanas por debajo de los mil casos diarios.

Cierto es que el panorama es muy diferente a julio, cuando varios hospitales estuvieron a punto del colapso. Suben los contagios pero la mayoría se recupera en casa, en gran medida por una intensa campaña de vacunación desarrollada en este país con mayor fuerza a partir de junio, que permitió ir volviendo a la normalidad y que la cifra de fallecidos descendieran.

No obstante, las autoridades sanitarias piden mantenerse en alerta y pese al calor reinante, llaman a portar el tapabocas en lugares cerrados, donde es obligatorio, pues hay quienes andan y desandan ya sin él.

En cuanto al porcentaje de ocupación de camas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI), permanece al 34,4 por ciento a nivel nacional y al 36,2 por ciento en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). En total, son 92 mil 395 pacientes como casos activos.

Argentina ya casi se aproxima a cinco millones y medio de infectados desde que la pandemia entró, en marzo de 2020, de los cuales cinco millones 270 lograron recuperarse, y las cifras de víctimas mortales se acerca a las 118 mil.

Hoy el foco se concentra en la provincia de Buenos Aires con seis mil 199, seguido por Córdoba con cinco mil 583 casos y donde es visible las largas colas para testearse y la capital, que se mantenía con números bajos pero ayer reportó más de cuatro mil personas con el virus.

Ayer, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, propuso ante el aumento de casos y la saturación en los centros de testeos, un cambio de paradigma para valorar cuándo una persona es considerada positiva a la Covid-19.

Según explicó, los contactos estrechos de un caso confirmado y acompañados de síntomas serán considerados casos positivos sin necesidad de hacer el test.

Y es que los centros de testeos se ven desbordados, con colas de varias horas y faltante de personal y material para realizar los hisopados.