No es buena señal que Beatriz Sánchez sea candidata del FA a presidir la Convención Constitucional

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Están haciendo a un lado a Salvador Allende. ¿Con qué derecho, con qué moral pregunto yo? Primero, el presidente electo termina su discurso con una frase de Allende y ni siquiera dice que es de Allende. En las citas siempre hay que decir la fuente, por dios, eso lo sabe cualquier persona decente.

¿Los del Frente Amplio no quieren que los relacionen con Allende en forma alguna? Me alegro, porque no tienenla grandeza,el patriotismo ni el amor al pueblo de Salvador Allende.

Ahora proponen a la señora Beatriz Sánchez para dirigir la Convención Constitucional. Pero como yo conservo buena memoria, gracias a dios y la virgen santísima, les voy a recordar que doña  Beatriz Sánchez, cuando fue candidata a la presidencia, declaró en una entrevista que le hicieron en la revista Paula, que Salvador Allende había hecho un gobierno autoritario, dictatorial. No busquen la entrevista porque la quitaron. Es la única persona en la izquierda mundial, que se ha atrevido desconocer el carácter democrático del gobierno de la Unidad Popular.  Después se retractó porque sus compañeros se lo exigieron, pero su opinión no sólo demuestra una ignorancia monumental, sino que también una postura muy cercana a la de la derecha.

Me pregunto cómo esta señora pretende dirigir la Convención, con semejante ignorancia y estulticia. Es cierto que ahora, si  cualquiera es candidato a la presidencia de Chile, por qué no ser candidata a presidir la Convención. Aunque todo tiene un límite ¿no? Pues la señora Sánchez no posee autoridad ninguna para dirigir la Convención Constitucional.

Tampoco es conveniente que el Frente Amplio, que ganó las elecciones porque casi nadie votó POR Boric sino CONTRA Kast, pretenda concentrar todo el poder.

Especialmente la Convención debe mantener y ampliar toda su independencia y autonomía respecto del gobierno, cualquiera que este sea. La Convención es la representante del pueblo soberano, no de un gobierno puramente circunstancial.

Y aprovecho este artículo para decir que el cambio generacional, cuyos beneficios tanto se pregonan, no es una ventaja absoluta. Porque no todos los jóvenes son buenos ni todos los viejos son malos. Todavía quedan unos pocos viejos revolucionarios que estuvieron al lado del compañero presidente Salvador Allende.  Y siempre habrá jóvenes fascistas que estarán al lado del momiaje, o sea de los ricos y poderosos. Ya los hemos visto en la calle y especialmente en las redes sociales.  Entonces, que el presidente electo sea muy joven, tiene su lado favorable y su lado desfavorable, no me voy a extender en esto porque es algo obvio.

Y habrán ustedes advertido que ya no lo llamo “Compañero presidente”.  Quizás sea conveniente dejar en suspenso tan honorable título, hasta que demuestre que lo merece, cuando comience a gobernar.

 Por Margarita Labarca Goddard

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