Política Global

El Sahara Occidental levanta la voz en el Consejo de Derechos Humanos: ¿Podrá llegar hacia el oído de la comunidad internacional?

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Es el Embajador de Sudáfrica, Mxolisi Nkosi, que exprime su profunda preocupación en nombre del Grupo de Ginebra de apoyo al Sáhara Occidental durante la 49ª sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra. La situación que viven los saharauis se deteriora año trás de año, entre las violaciones sufridas en los territorios ocupados y las consecuencias de una pandemia que los ha dejado prácticamente sin ayuda humanitaria.

 

“Los países miembros expresan solemnemente su grave preocupación por el uso ilegal de drones por parte de la potencia ocupante, el Reino de Marruecos, contra civiles y ganado en los territorios liberados saharauis, con resultado del asesinato de 18 civiles y 6 heridos, entre saharauis, mauritanos y argelinos, además de la destrucción de 19 vehículos”, denuncia el Embajador de Sudáfrica, Mxolisi Nkosi.

“El grado de represión desplegado por las fuerzas de ocupación marroquíes contra los civiles saharauis está aumentando significativamente, especialmente contra los defensores de los derechos humanos, los periodistas y los presos políticos desde el restallido de la guerra. Como ejemplo, el inhumano arresto domiciliario al que tienen sometida a la familia Jaya desde Noviembre de 2020, con agresiones físicas y allanamientos de morada habituales”, sigue Mxolisi Nkosi.

Un trato particular los tienen las mujeres. En un último informe, Que salga todo a la luz Violaciones de derechos humanos de las mujeres en el Sáhara Occidental ocupado (1975-2021), realizado en el marco del proyecto La verdad se abre paso: investigación e incidencia ante las violaciones de derechos humanos en el Sáhara Occidental. Visibilizando la situación específica de las mujeres saharauis. 2020-2021, y financiado por Euskal Fondoa–Asociación de Entidades Locales Vascas Cooperantes, se evidencian las violaciones que sufren las mujeres en particular.




De los 81 casos analizados, 77 mujeres dieron su testimonio como víctimas directas y 4 como familiares de víctimas, con edades que oscilan entre los 12 y los 73 años. La mayoría de las mujeres que han dado su testimonio (58%) han nacido en la ciudad de El Aaiún. El 59% participa en alguna organización del movimiento por los derechos del pueblo saharaui, y casi todas, pertenezcan o no a algún colectivo específico en la actualidad, se identifican con el activismo a favor de la autodeterminación y la defensa de los derechos humanos.

En promedio, cada mujer saharaui entrevistada ha sufrido desde la ocupación marroquí 6,7 tipos de violaciones de los derechos humanos, entre ellos: las violaciones de la libertad y seguridad personal (91%), las violaciones de los derechos culturales (91%), la tortura física (90%), la tortura psicológica (90%), la violación del derecho a la vida (89%), la violación de los derechos a la salud y a la educación (75%), la violencia sexual (68%), la violación de los derechos económicos (53%) y el desplazamiento forzado (27%).

 

Violaciones a los derechos humanos y no solamente: explotación de sus recursos

El Grupo de Ginebra expresó también su profunda preocupación por la explotación ilegal de los recursos naturales del Sáhara Occidental y urge a permitir el libre acceso de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) a los territorios ocupados, que pueda visitarlo con una misión de vigilancia y transmitir un informe de evaluación sobre la situación de los derechos humanos en los trabajos del próximo período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

El estancamiento de la situación no afecta solamente a la población saharaui sino que alcanza a todo el territorio saharaui. Los territorios gobernados por el gobierno marroquí no se parecen mucho a los territorios conservados por el Frente Polisario, ni tampoco al pedazo de desierto árido dejado por Argelia a quienes huyeron de la guerra en los años 1970 y 1980. Son territorios, los ocupados por Marruecos, que tienen fosfatos, petróleo, oro, y una de las pescas más importante a nivel mundial.

Empresas de 39 países diferentes explotan esos recursos, aunque la resolución 1803 (XVII) de Naciones Unidas afirma que “la violación de los derechos soberanos de los pueblos y naciones sobre su riqueza y recursos naturales es contraria al espíritu y los principios de las Naciones Unidas y obstaculiza el desarrollo de la cooperación internacional para la preservación de la paz”.

 

Tierras desiertas, y ¿abandonadas?

Con el tema de covid-19, en general, la mayoría de los proyectos de cooperación han disminuido. Muchos son los recortes realizados por Europa, sobretodo porque Europa misma ha tenido primero que enfrentar a sus propias problemáticas relacionadas con la pandemia.

A causa de los recortes hacia la cooperación internacional, los proyectos, e incluidos los proyectos de salud, han bajado o desaparecido. Las vías marítimas y aéreas estaban cerradas. Los saharauis se han quedado atrapados en el desierto durante un periodo de dos años.

A las faltas de medicamentos y de materiales o infraestructuras, se ha sumado la falta de comisiones médicas que solían llegar en los campamentos pero que, debido al covid, ya no pudieron llegar.

Debido a la guerra entre el Frente POLISARIO y Marruecos, que ha dejado el cese del Alto al Fuego ya hace más de un año, de las 40 000 y 60 000 personas que vivían en los Territorios Liberados, 4 749 personas se han desplazados hacia los campamentos saharauis. Muchos se fueron en Mauritania y otros entre Bechar y Tindouf en Argelia, buscando lluvia y pasto para su ganado.

Esas personas han tenido raciones del Programa Mundial de Alimentos (PMA) por tres meses, y otras ayudas puntuales. “Estamos también utilizando todo el stock de emergencia para eso, pero este stock se está terminando”, nos había contado Buhubeini Yahya Buhubeini, presidente de la Media Luna Roja Saharaui desde los campamentos de Tindouf.

Efectivamente, entre las varias dificultades a las cuales se enfrentan los saharauis, también la ayuda humanitaria alimentaria ha disminuido. Los precios de los alimentos han aumentado, pero el presupuesto del PMA sigue siendo lo mismo. El contenido de la canasta básica ha disminuido hasta un 44% este último periodo.

La guerra, la sequía que dura desde 4 años, la falta de otros ingresos y cese de actividades debido al covid, hacen que la vida en los campamentos es siempre más difícil y necesita de una ayuda más concreta que un simple apoyo en materiales o alimentos.

“Quien trabaja en lo humanitario debería hacer todo lo posible para dar visibilidad, sensibilizar a la comunidad internacional en la situación del pueblo saharaui. Ahora el nuevo Alto Comisionado de ACNUR, Filippo Grandi, visitó Tunez, Libia, Mauritania, Mali… ¿porque no visitó también a los campamentos? ¿Tienen miedo de Marruecos? ¿Dónde está el principio de neutralidad?” se exclamaba en ese entonces Buhubeini Yahya Buhubeini.

Nkosi concluyó su declaración afirmando que “el compromiso de los Estados miembros de trabajar para garantizar que el pueblo saharaui pueda ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación, de conformidad con todas las resoluciones pertinentes de la ONU, incluyendo la Resolución 1514”.

¿Ganarán los derechos humanos del pueblo saharaui a los intereses económicos de los 39 países explotadores de sus recursos?

 

Elena Rusca, Ginebra, 10.03.2022

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Corresponsal en Ginebra

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