Como bien se sabe, la norteña Antofagasta es una ciudad capital donde la explotación minera es la primera actividad económica por excelencia. Probablemente, por eso es que en general no se ve como un destino turístico que tenga mucho que ofrecer, pero nada está más alejado de la realidad que esa idea.
Quienes no hayan pensado en Antofagasta como un lugar para descubrir, deberían proponerse a explorar esta pequeña joya que se levanta entre el desierto de Atacama y el mar. Y para quienes hayan reservado un hotel en Antofagasta por razones laborales, es una excelente oportunidad para aprovechar la ocasión de conocer un poco esta maravillosa ciudad.
Es de público conocimiento que Antofagasta, fundada a finales del siglo XIX, en principio no era parte de Chile, sino de Bolivia. En 1879 Chile ocupó la ciudad dando inicio a la Guerra del Pacífico, y desde entonces, se estableció una disputa con Bolivia por la soberanía de esta región. Además, resulta ser muy importante por su rica variedad de recursos mineros. Su importancia económica y su antigüedad explican que la ciudad de Antofagasta sea una de las ciudades más pobladas de nuestro país, y por consiguiente, consta de una amplia riqueza y tradición histórica y cultural.
La zona céntrica de la ciudad es uno de los primeros lugares para visitar, ya que resulta ser muy pintoresco e interesante gracias a sus edificaciones, varias de ellas consideradas monumentos históricos por el Consejo de Monumentos Nacionales. Alrededor de Plaza Colón, que resulta ser el corazón de la ciudad, se concentra el casco histórico de la ciudad, que al tratarse de algunas cuadras y manzanas, puede ser caminado a pie tranquilamente.
También en esta zona se concentran gran parte de los negocios más importantes de la ciudad. La actividad minera es sostén de una enorme cantidad de comercios y hoteles en Antofagasta, lo cual significa que podemos encontrar todo tipo de servicios.
Durante la década de 1870, después de que se descubrieran los yacimientos salitreros, hubo una migración masiva de chilenos y capitalistas que se interesaron por explotar el mineral. Gracias a la economía salitrera, hubo un enorme impulso de la infraestructura de Antofagasta y su región circundante, como viviendas, puertos y ferrocarriles. Una vez terminada la Guerra del Pacífico, Antofagasta se estableció como uno de los enclaves mineros fundamentales de la economía chilena.
Esta época de oro para el crecimiento de la ciudad se vio reflejada en toda su arquitectura. Por esa razón, cuando uno camina por la ciudad a simple vista se ven edificios y estructuras magníficas de estilo francés y neoclásico, como así también edificios con influencia de la arquitectura victoriana. Y cada uno de estos lugares tiene una historia interesante para contarnos.
En la plaza Colón, centro de la vida comercial y social de Antofagasta, se erigen varias de las construcciones más emblemáticas. Esto es algo típico de las ciudades que heredan un trazado colonial: la plaza central es el centro de lo social, del poder y de la religión. Por eso, lo más lógico es que encontremos en torno a las plazas a los edificios de importancia administrativa y religiosa, y en su centro, todo tipo de monumentos.
En el caso de la plaza Colón, se encuentra la Torre del Reloj, instalada en 1911. Se trata de una réplica de la torre del Parlamento de Westminster, y esto se puede apreciar en su diseño arquitectónico. La torre está construida en ladrillos esmaltados, y en cada una de sus cuatro caras tiene un reloj que suena idéntico a su original inglés.
Este reloj fue el obsequio de los británicos en el marco de la celebración del primer centenario de la independencia chilena. Y no hace falta aclarar que, en comparación a otros regalos para la ocasión, la Torre del Reloj destaca incluso hasta nuestros días.
La catedral actual fue construida entre los años 1907 y 1917. Su estilo es marcadamente neogótico, y posee unos hermosos vitrales que pueden apreciarse cuando se ingresa a ella. Además de sus hermosos vitrales, tiene un altar muy impresionante.
Esta versión de la catedral no es la original: se tuvo que reconstruir dos veces debido a varios incendios. Esta construcción fue realizada por el arquitecto Emilio Doyere, y fue inaugurada en 1914. La catedral tuvo que ser remodelada en 1995 debido al terremoto de 1995.
Este muelle fue construido en 1920, y forma parte del Barrio Histórico. En 1991 fue declarado Monumento Histórico debido al estilo victoriano de su construcción. Durante la época de auge de la economía salitrera en la región, este muelle fue una clave esencial en la industria salitrera como parte de la infraestructura portuaria. Hoy, el Antiguo Muelle es parte del Centro Cultural Estación de Antofagasta, y está bajo la órbita de la Empresa de Ferrocarriles de Antofagasta.
Este cuartel se trata de un edificio neoclásico que fue construido en 1914 para funcionar como Cuartel General de Bomberos. Este imponente edificio de influencias del estilo francés y romántico tiene tres pisos con una torre central, y en toda su fachada se aprecian detalles decorativos como balcones abalaustrados y arcos de medio punto. Se considera como un hito urbano de alto valor histórico y arquitectónico, y por ello fue declarado Monumento Nacional.
También conocido como Edificio de la Ilustre Municipalidad de Antofagasta, fue construida entre 1913 y 1914 en respuesta al apogeo de la explotación de los cantones salitreros, de cobre y de plata que se encontraban cerca de la ciudad y en la región.
Hasta el año 2000 fue la sede de la municipalidad de Antofagasta, y ahora se dedica a la promoción cultural de la ciudad. En la casa de la cultura siempre se encontrarán exposiciones de arte, danzas y eventos musicales.
Quienes gusten de la arquitectura, seguramente van a admirar el porte de este monumento. Este edificio de estilo neoclásico tiene tres pisos organizados alrededor de un patio cerrado interno y central. La fachada del edificio y la ornamentación que acompaña la escalera imperial, pasillos y habitaciones es espléndida y de una singular belleza.
Este parque, ubicado al sur de la ciudad, funciona sobre las ruinas de la fundición de metales de Huanchaca. La estructura, construida entre 1888 y 1889 de esta fundición estaba basada en las fábricas de fundición de EEUU, y cuentan en sus ruinas el auge de la industria metalúrgica que tuvo de protagonista al país.
Esta fábrica fue muy importante para el desarrollo de la región. Su función originaria era trabajar con la materia prima proveniente del cerro Pulacayo, y llegó a emplear a más de mil trabajadores en momentos donde la población de Antofagasta apenas llegaba a los 10 mil habitantes.
La tragedia de esta fábrica fue su corta vida: en 1902 tuvo que cerrar sus puertas, quedando en un abandono total hasta 1964, cuando el estado tomó el control del predio. Ya para ese entonces quedaban sólo los cimientos de roca. Si bien en 1974 fue declarado monumento nacional, fue en 2007 cuando efectivamente el predio se pudo reutilizar para comenzar a brindar una amplia oferta cultural.
Antofagasta es una ciudad con mucha historia e impacto en el país. Por eso, conocer la historia de la ciudad, además de ser sumamente interesante, es encontrarse con una parte importante de la identidad e historia chilena. Siempre es sumamente interesante poder conocer aquellos cambios que empezaron en Antofagasta, porque en suma, han sido acontecimientos que ayudaron a dar origen al Chile de la modernidad del siglo XX.
George Beebe acaba de publicar un estudio sobre cómo una ayuda defensiva a Kiev combinada…
Como muestra de duelo y solidaridad, el presidente decretó tres días de Duelo Nacional en…
El jueves estaba programada la última sesión en terreno de la Comisión de Pesca de…
El sindicato expresa su firme postura: "No estamos dispuestos a renunciar a ninguno de los…
el Comité PC/FRVS/AH e independientes rechaza de manera contundente la difusión de esta noticia falsa,…
Es la expresión de una descomposición de la convivencia de la que aún no nos…