Plataforma Socialista, en un comunicado reciente, ha hecho un llamado enérgico a respetar la soberanía popular democrática en Guatemala. A pesar de todas las expectativas, la victoria electoral en primera vuelta de Sandra Torres, una progresista moderada, y sobre todo de Bernardo Arévalo con su movimiento Semilla, ha sido un duro golpe para la corrupta y genocida oligarquía guatemalteca, que ha mantenido el control del país durante décadas.
Desde el trágico asesinato de Jacobo Arbenz, las masacres en Guatemala han sido sistemáticas, dirigidas tanto contra la ciudadanía en general como contra el pueblo maya en particular, a través de brutales acciones militares de tierra arrasada. El agotamiento de la población ha propiciado el surgimiento de una opción antisistema, encabezada principalmente por Bernardo Arévalo, quien ha denunciado la corrupción, la impunidad y la captura de las instituciones democráticas, así como la persecución de jueces y periodistas.
Sin embargo, la oligarquía y sus aliados militares se niegan a aceptar los resultados electorales y han logrado influir en la Corte Constitucional, la cual ha dado instrucciones al Tribunal Electoral para suspender la oficialización de los resultados, alegando supuestas irregularidades.
En vista de esta situación alarmante, Plataforma Socialista ha propuesto medidas urgentes que requieren atención inmediata. En primer lugar, solicita a la Cancillería chilena que denuncie este nuevo atentado contra los derechos humanos que está sufriendo el pueblo guatemalteco, mostrando así su solidaridad con ellos. Además, exhorta a la Cancillería a convocar una reunión urgente de los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la OEA, con el fin de emitir un pronunciamiento y tomar acciones en defensa de los resultados electorales y contra el robo de la voluntad popular.
Plataforma Socialista hace un llamado a todas las fuerzas políticas comprometidas con la democracia y los derechos humanos para que denuncien de manera categórica este nuevo atentado contra el pueblo guatemalteco. Es hora de unir esfuerzos en la defensa de la voluntad popular y el respeto a la soberanía democrática en Guatemala.
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Otra muestra de que las instituciones "democraticas" construidas por medio de dictaduras en Latinoamerica valen hongo, Chile en la lista.
Aunque comparto las inquietudes del documento, el mismo contiene un importante error: Jacobo Arbenz, el presidente izquierdista que intentó una reforma agraria muy significativa y que gobernara entre 1951 y 1954, siendo derrocado por un operativo montado por la CIA, no fue asesinado. Arbenz murió en 1971 en Ciudad de México, donde residía. Sus últimos años no fueron buenos, lo afectó mucho la muerte de su hija, también el que se rompiera su relación con su mujer. Como resultado de una depresión cayó también en el alcoholismo. Un triste final para un gran hombre que había sido pionero en la lucha liberadora de América Latina.