El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, ha denunciado enérgicamente el fracaso del sistema financiero internacional, que perpetúa una realidad en la que 3.300 millones de personas viven en países cuyos gobiernos destinan más fondos al pago de intereses de la deuda externa que a sectores clave como educación y salud. Según el informe «Un mundo de deudas» de la ONU, la deuda pública global alcanzó un récord de 92 billones de dólares en 2022 debido al endeudamiento para enfrentar la crisis de la pandemia de covid-19, afectando principalmente a los países en desarrollo.
Antonio Guterres presentó el informe y lamentó que la mitad del mundo se esté adentrando en una crisis de desarrollo debido a la abrumadora carga de la deuda. Estas deudas insostenibles están concentradas en países pobres y no se consideran como un riesgo sistémico, pero el secretario general enfatizó que más de 3.300 millones de personas son más que un riesgo sistémico, son un fracaso sistémico.
Según el informe, la deuda pública mundial ha aumentado significativamente, pasando de 17 billones de dólares en el año 2000 a los 92 billones actuales. Los países en desarrollo representan casi el 30% de la deuda pública mundial, de la cual el 70% recae en China, India y Brasil. Además, 59 países en desarrollo enfrentan niveles de deuda con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) superiores al 60%, y estos niveles continúan creciendo debido a los intereses cada vez más altos que deben pagar.
El informe también señala que el acceso de los países en desarrollo a la financiación es inadecuado y costoso debido a la arquitectura financiera internacional. En 2010, los acreedores privados representaban el 47% de la deuda externa de los países en desarrollo, pero en 2021, este porcentaje se elevó al 62%. En África, la participación de los acreedores aumentó del 30% en 2010 al 44% en 2021, mientras que América Latina tiene la mayor proporción de acreedores privados con el 74% de la deuda pública externa en posesión de estos.
El secretario general Guterres recordó que 52 países, lo que representa aproximadamente el 40% del mundo en desarrollo, enfrentan graves problemas de deuda. A pesar de sus llamados para una reforma de las instituciones financieras internacionales, estas demandas han sido en vano. Guterres destaca que este resultado es el reflejo de la desigualdad intrínseca de un sistema financiero obsoleto que aún refleja dinámicas coloniales de tiempos pasados.
La denuncia realizada por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, sobre el fracaso del sistema financiero internacional pone de manifiesto la situación insostenible en la que se encuentran 3.300 millones de personas en países cuyos gobiernos priorizan el pago de la deuda externa en lugar de invertir en educación y salud. El informe de la ONU destaca el alarmante crecimiento de la deuda pública global, especialmente en los países en desarrollo, donde se enfrentan graves dificultades para pagar intereses cada vez más altos. La necesidad de una reforma de las instituciones financieras internacionales se vuelve cada vez más urgente, ya que el sistema actual perpetúa la desigualdad y refleja dinámicas coloniales del pasado. Es fundamental abordar esta crisis para lograr un desarrollo sostenible y equitativo a nivel global.
Fuente: AFP y Reuters
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