Las recientes 400 enmiendas presentadas por la bancada republicana han generado un verdadero remezón al interior del Consejo Constitucional, sorprendiendo y preocupando incluso a consejeros y comisionados de Chile Vamos. La izquierda, por su parte, ha quedado en alerta, calificando estas enmiendas como irresponsables y más duras de lo anunciado inicialmente.
Entre los cambios que más controversia han causado, se encuentra la reubicación del Estado social en el texto constitucional propuesto. Los republicanos proponen moverlo hacia el quinto inciso del artículo primero, mientras que la izquierda lucha por mantenerlo en el segundo inciso, considerándolo la norma más relevante de cualquier Constitución.
Otro punto de tensión es la jerarquía de los tratados internacionales de derechos humanos, donde los republicanos defienden que tengan jerarquía infraconstitucional, mientras que el oficialismo busca otorgarles rango constitucional.
En materia de derechos laborales, la enmienda republicana limita el derecho a huelga solo a la negociación colectiva y excluye ciertos grupos como las Fuerzas de Orden y Seguridad, Fuerzas Armadas y funcionarios estatales y municipales.
En el ámbito de la salud, la derecha busca garantizar la libertad de elección tanto de prestador como de asegurador, con propuestas para establecer un plan básico y universal.
En temas relacionados con la vida y la maternidad, los republicanos han presentado enmiendas que protegen específicamente al «niño que está por nacer», mientras que el oficialismo busca establecer que toda persona sea titular de derechos sexuales y reproductivos.
Otros temas en disputa incluyen el derecho preferente de los padres en la educación de sus hijos, la creación de una policía fronteriza dependiente del Ejército, un redistritaje que reduzca la cantidad de diputados y senadores, y una disposición para que condenados mayores de 75 años o gravemente enfermos cumplan sus penas en sus domicilios.
Adicionalmente, la derecha ha propuesto nuevos capítulos sobre Defensa Nacional, Seguridad Pública y la creación de una Defensoría de Víctimas, mientras que el oficialismo ha reforzado temas de seguridad y acceso a la justicia.
Las tensiones en el Consejo Constitucional son evidentes, y el futuro del proceso constitucional está en juego. Es crucial encontrar acuerdos transversales que permitan avanzar en la redacción de una nueva Constitución que refleje los intereses y aspiraciones de todos los sectores de la sociedad chilena.
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Los intereses y aspiraciones de todos los sectores de la sociedad chilena son inalcanzables en un país terriblemente herido y enfermo de dictadura y canibalismo. Los republicanos van a imponer lo que quieran si se trata de elegir en votación, tiene mayoría fundamentalista y "chile vamos robando" es sólo la cola del dragón Piñera desinflado, que , quiéranlo o no , votarán por el PRe, que sin duda les es mas amigable que el PC. Pero, es probable que las enormes pérdidas de lo poco que se ha avanzado en Chile desde el asesino y ladrón Pinochet, empuje a la pobla a RECHAZAR esta nuevo parche curita y entonces, la derecha habrá cumplido su cometido : seguimos hasta siempre con la pinochet-lagos-guzmán, parchándola si es necesario, pero sin cambiar su "alma".