El equipo constitucional del Partido Comunista de Chile ha expresado su profunda preocupación ante la actual ofensiva liderada por la Derecha, particularmente por el Partido Republicano, quienes han presentado numerosas enmiendas al Anteproyecto Constitucional. Estas propuestas, de ser aprobadas, podrían desfigurar el proyecto y representarían un peligroso retroceso para los derechos y la democracia en el país.
El Partido Comunista valora el Anteproyecto de la Comisión Experta como un piso mínimo, reconociendo que, a pesar de sus limitaciones, sienta las bases para consagrar un Estado Social y Democrático de Derecho, permitiendo así dar respuesta a las largamente esperadas demandas sociales de Chile a través de las mayorías democráticas. Entre ellas, destacan el trabajo decente y la libertad sindical, el derecho a la salud, la seguridad social, la vivienda y el acceso al agua.
Un texto constitucional debe ser un pacto que refleje todas las visiones democráticas de un país. Sin embargo, la actual estrategia de la Derecha parece aprovechar una mayoría circunstancial para redactar una Constitución de Derecha, excluyendo otras voces y perspectivas. La ley fundamental de un país no debe ser un traje a medida para un sector específico, y bajo ninguna circunstancia debe representar un retroceso en los derechos sociales y los avances alcanzados por el pueblo de Chile a lo largo de la historia.
En el ámbito de los derechos laborales, se pretende volver a una redacción similar a la impuesta por la dictadura, incluso limitando constitucionalmente el derecho a la huelga en la negociación colectiva. El Partido Comunista de Chile rechaza firmemente cualquier intento de retroceder en los derechos de los trabajadores y las trabajadoras.
En el tema de la salud, se propone una redacción que consagra el modelo de las ISAPRES, lo que podría implicar un perdón o un rescate estatal para aquellos que han lucrado con la salud del pueblo chileno. Lo mismo ocurre con las AFP, donde se busca asegurar la continuidad del sistema actual de pensiones, sin garantizar mejoras significativas. Es evidente que la Derecha está más interesada en proteger los intereses económicos de algunos sectores que en velar por el bienestar y los derechos de la población.
Otra área de preocupación es la de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos, cuyo rango constitucional se pretende desconocer, permitiendo así que los derechos sigan siendo objeto de mercantilización. Además, se busca beneficiar a personajes ligados a crímenes atroces y graves violaciones de los derechos humanos, como es el caso de Miguel Krassnoff, amigo personal del líder del Partido Republicano, José Antonio Kast.
Finalmente, la Derecha conservadora también amenaza los derechos de las mujeres, proponiendo hacer inconstitucional el aborto en 3 causales, lo que significaría un retroceso en la protección de los derechos reproductivos de las mujeres.
Es necesario que la sociedad chilena esté atenta y vigilante ante estas propuestas de la Derecha, que podrían representar un serio retroceso en materia de derechos y democracia. La construcción de una Constitución debe ser un esfuerzo colectivo, inclusivo y respetuoso de todas las voces para asegurar un Chile más justo y democrático para todos y todas.
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No es suficiente "estar vigilantes" frente a la arremetida de la ultra-derecha nacional e internacional. Hay que actuar políticamente, porque la vigilancia es sinónimo de ver tu enemigo político tomarse el poder sin hacer absolutamente nada para evitarlo. Cuando vamos a tener una Izquierda que llame al Pueblo a luchar por sus intereses concretos? No existe una real intención de hacer esto en los actuales partidos políticos, incluído el PC. Que pasó por ejemplo con la convocatoria del No+AFP? Que trabajo político de organización y movilización hicieron los partidos que dicen ser de izquierda para asegurar el éxito de este evento?
Sigamos así y veremos a Kast gobernar, donde claro, será el Pueblo el más afectado en sus derechos de todo tipo.