En una mañana marcada por cambios políticos y tensiones, el ministro de Justicia, Luis Cordero, se une a las voces gubernamentales que expresan su respaldo al recién renunciado Giorgio Jackson, figura emblemática de Revolución Democrática (RD). En una entrevista con Chilevisión, Cordero destacó la generosidad de Jackson al dar un paso al costado en medio de las presiones de la oposición, que surgieron tras descubrirse irregularidades entre fundaciones y organismos ministeriales.
El enredo más notable, «Democracia Viva», involucra a militantes de RD, incluida la diputada Catalina Pérez. Estas investigaciones han sido esgrimidas por la oposición como motivo para congelar cualquier diálogo sobre las reformas gubernamentales. Cordero compartió que el Presidente agradeció la generosidad de Jackson y esperaba que esta renuncia cambiara el ambiente político, permitiendo avances en los acuerdos necesarios para el país.
La bancada de parlamentarios de la UDI, el 21 de julio, instó a la salida del ministro tras el robo de notebooks del Ministerio de Desarrollo Social. Esta postura y su retirada de la mesa de pensiones han agitado la atmósfera en La Moneda, condicionando las reformas esenciales del oficialismo.
El senador y líder de la UDI, Javier Macaya, enfatizó que no habría interlocución con la oposición si Jackson seguía en el gobierno. Esta posición se mantiene incluso después de la renuncia de Jackson, ya que considera que se requiere un cambio más profundo para superar la crisis actual.
Ante esto, Cordero argumentó que los acuerdos necesarios, como las reformas de pensiones, salud y pacto fiscal, siguen pendientes en el Congreso. Sostuvo que las críticas basadas en acusaciones sobrepasan la crítica política y pueden obstruir el avance necesario.
Cordero también defendió a Jackson, afirmando que hasta la fecha no existe ningún antecedente que comprometa al exministro en las irregularidades investigadas. Cordero describió las críticas de la oposición como comunicaciones calumniosas.
Figuras del Frente Amplio, como Antonia Orellana y Diego Ibáñez, respaldaron a Jackson, destacando su compromiso legal y su disposición al diálogo. Nicolás Cataldo, subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo, resaltó la decisión de Jackson como un paso para facilitar un diálogo político menos beligerante.
Cordero, en un mensaje a la derecha y a Macaya en particular, recalcó que Jackson comprendió cómo la oposición utilizaba su acusación y expresó su agradecimiento por la generosidad de su renuncia. Insistió en que el país necesita avanzar en acuerdos vitales y que las imputaciones no deben eclipsar la crítica política.
En última instancia, la renuncia de Jackson plantea desafíos y oportunidades para el diálogo político y las reformas en curso. La perspectiva de un cambio más profundo se enfrenta a la necesidad de progreso inmediato en asuntos fundamentales para Chile. El escenario político seguirá evolucionando, pero la capacidad de encontrar soluciones constructivas permanece en el centro de la discusión.
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Serafín, muy buen comentario. Sólo una aclaración: un error muy común de analistas y periodistas es confundir infringir con infligir.
Infligir: Imponer, aplicar, causar, producir, inferir.
Infringir: Vulnerar, quebrantar , contravenir, violar, transgredir.
El problema de fondo del gobierno es que se trata de uno de minoría tanto a nivel político como social que resultó electo por los votos en contra de la otra opción en el balotaje. Es decir, es un gobierno que no tiene nada que hacer en La Moneda, excepto administrar lo que hay, un pato cojo congénito que en vez de reconocer sus limitaciones de patito feo se las ha dado de cisne desde el Presidente para abajo con todos los consecuentes fracasos y, más recientemente, con el golpe al corazón mismo de su ética autoproclamada, nada más y nada menos que infringido por sus propias militancias.
Nada de esto se corrige ni supera con la salida de ningún ministro ni ningún cambio de gabinete.