El negacionismo es un término inventado en los últimos tiempos, pues antes no se usaba.

Y negacionismo  no sólo quiere decir ignorar o tergiversar ciertos hechos de la historia. No es la historia de la “conquista” de América, ni la historia de Napoleón o de Julio César. De esa época no quedan testigos sobrevivientes y por lo  tanto se puede decir lo que se quiera,  una interpretación puede contradecir a otra interpretación, un libro puede desmentir a otro libro.

Pero de lo que pasó en Chile hace 50 años, entre 1970-1973 y en los 17 años posteriores, todavía quedamos  testigos sobrevivientes.  Y de los actos horrendos del régimen dictatorial, no sólo hay testigos en Chile sino en el mundo entero.

Entonces,  a los tales negacionistas hay que llamarlos mentirosos y sinvergüenzas, porque quieren tergiversar la historia, negar hechos que existen todavía en la memoria de muchas víctimas y victimarios, negar culpas de homicidio, torturas, desaparición forzada y exilio, justificar a una dictadura sangrienta, cobarde y ladrona. Y de igual modo, a los que quieren ignorar o mentir sobre los hechos del gobierno de Salvador Allende, de la Unidad Popular, el mejor, más digno y más patriota que haya existido en Chile, no hay que llamarlos negacionistas sino  mentirosos, fascistas, vendepatrias y todos los peores epítetos que uno se pueda imaginar.

En cualquier otro país a esa gente se la metería presa o si es un país en que exista la pena de muerte, se les fusilaría, se les ahorcaría o se les  sentaría en la silla eléctrica.




Pero como nosotros somos personas decentes que repudiamos la pena de muerte, sólo les deberíamos aplicar penas de prisión perpetua sin derechos a ningún beneficio, por viejos que sean.

En Alemania, después de la segunda guerra mundial, a los nazis se les sometió a los juicios de Nurenberg, que se han convertido en un ejemplo y una jurisprudencia obligatoria en el mundo entero, menos en Chile. Porque en este país, fuera de algunas sentencias condenatorias que han salido 40 o más años después de los hechos, contra algunos milicos secundones,  todos los miembros de la Junta de Gobierno de la dictadura, Pinochet y los demás, incluso los que fueron reemplazados por otros, murieron  tranquilamente en sus camas.

Y es otra vergüenza que ningún civil que haya apoyado o formado parte del gobierno dictatorial, ha sido procesado ni menos condenado a nada. Acuérdense de Agustín Edwards Eastman, el dueño de El Mercurio, que fue personalmente a Estados Unidos a hablar con Nixon y con Kissinger, para convencerlos de que intervinieran en Chile a fin de derrocar al gobierno de Allende. Eso,  en cualquier país del mundo se llama traición a la patria y se condena con las penas más severas.

¿Y Agustín Edwards lo condenaron después de la dictadura? Claro que no, la mayoría de los dirigentes de izquierda o de la Concertación lo adulaban, lo reverenciaban.

 

Margarita Labarca Goddard

 

Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín

 



Margarita Labarca Goddard

Abogada chilena residente en México

Entradas recientes

Actos vandálicos en el Memorial del Caso Degollados: Preservar la memoria es responsabilidad del Estado

El Instituto Nacional de los Derechos Humanos (INDH) emitió un comunicado a través de sus…

2 horas hace

Taller para periodistas y comunicadores: Fact-checking con herramientas Wikimedia

En los días de la Conferencia Mundial por el Día de la Libertad de Prensa,…

2 horas hace

El Estado de Derecho en Chile: entre la manipulación política y la falta de igualdad ante la ley

El abogado querellante Luis Mariano Rendón expresó su descontento ante el anuncio del fiscal nacional,…

3 horas hace

Más allá del 27 de octubre

Por consiguiente, la deslegitimación del proceso eleccionario no es algo vacuo. No es algo sin…

10 horas hace

La política escatológica de Milei

Las expresiones descomedidas, agraviantes. insultantes, escatológicas, que usa a menudo el presidente argentino Javier Milei…

10 horas hace

Barrio rojo

¿Y en cual sector de Santiago, debería crearse esta área de privilegiado jolgorio? Aunque parezca…

11 horas hace