Si analizamos la gira que realizó el presidente Boric por Nueva York y Washington, tenemos que concluir que fue bastante intrascendente. Su discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas, en una sala semi vacía, estuvo plagado de lugares comunes, repitiendo, prácticamente, el contenido de peroratas expresadas en reuniones internacionales anteriores en las que le ha tocado participar como presidente de Chile.

En su defensa, se podría decir que, con contadas excepciones, la intervención de la mayoría de los delegados, tuvo la misma característica. Entre las excepciones, es necesario destacar la del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y, especialmente, la del presidente de Brasil, Inacio Lula da Silva, durante la cual se pudo apreciar que los asistentes repletaron la sala. Sin embargo, en un contraste absoluto, el primer ministro de Alemania, Olaf Scholz, le habló a un salón absolutamente vacío (sólo estaban 4 o 5 personas en primera fila, miembros de su delegación). Destaco el caso del canciller alemán, porque es el representante del país más importante de la Unión Europea. La verdad, es que daba vergüenza ajena ver la imagen del canciller de la antes “poderosa” Alemania, hablándole a un auditorio totalmente vacío.

Bueno, es necesario tomar en cuenta, que la Unión Europea y, especialmente la OTAN, querían, para no variar, “ucranizar” la realización de la versión N°78 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, amplificando por todos los medios, la presencia del presidente Zelensky y su imperdible alocución ante los delegados de los países que agrupa tan importante organismo internacional. Sin embargo, el contenido de los discursos, especialmente de los representantes del Sur Global, tomaron otro carril, diametralmente opuesto a los deseos de “occidente”. Así, cuando le tocó el turno al comediante ucraniano, lo hizo ante una sala semi vacía, a tal grado, que el Canal Uno+uno del gobierno de dicho país, realizó un montaje introduciendo la imagen de una sala repleta de asistentes (fue cuando habló Lula), pero, tal vez, por la urgencia de salir al aire, no se percataron que entre los presentes se encontraba el mismísimo Zelensky: hablaba en el estrado y se escuchaba a sí mismo en la platea al mismo tiempo.

Es en este marco de la no “ucranización” de la Asamblea General de la ONU, en el que hay que situar la presencia de Olaf Scholz, pues ha sido el miembro más representativo de la OTAN en defender la ayuda a Ucrania. Tal es así que, en un acto del más vergonzoso vasallaje, aceptó el encargo de Joe Biden de recorrer algunos países de América Latina (incluido Chile), para solicitar a sus presidentes, el envío de armamento (especialmente tanques) para apoyar la contraofensiva ucraniana. El más vehemente en su respuesta a tal petición, fue el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien le expresó al canciller alemán, que Colombia no se iba a involucrar en una guerra que no le pertenecía, que no saldría ningún arma de su país y que entendiera la OTAN que América Latina es una zona de Paz.

El problema, es que esto último, es lo que no quiere entender el presidente de Chile, Gabriel Boric, que fue el único representante de América Latina y del Sur Global, que solicitó ayuda para Ucrania, en el contexto de la Asamblea de las Naciones Unidas. Como parece que el gobernante chileno no tiene idea cuál es la realidad de lo que pasa en Ucrania, le dejo algunos antecedentes:

En 2014, hubo un Golpe de Estado contra el presidente constitucional Víctor Yanukovic, organizado por Estados Unidos (era que no) y llevado a cabo por bandas nazis que incendiaron y masacraron a 48 sindicalistas que se habían refugiado en la Casa de los Sindicatos en Odessa, debido a la represión por parte de la policía porque protestaban en contra del Golpe de Estado. (Este suceso se lo enrostró a Boric la diputada Carmen Hertz después de su intervención en la ONU).

Desde 2014 han asesinado a más de 15 mil habitantes (acreditados por ONU), de la región del Donbas.

Están prohibidas en toda Ucrania tanto la lengua como la cultura rusas.

Ucrania está catalogado como el país más corrupto de Europa y uno de los más corruptos del mundo (desde antes de la guerra).

Zelensky está acusado de haberse apoderado de 400 millones de dólares (paraísos fiscales) de la ayuda de occidente a Ucrania.

Zelensky despide a su ministro de defensa por corrupto.

Los funcionarios encargados de reclutar a los jóvenes (y no tanto) para incorporarlos a las milicias del frente de batalla, reciben coimas de entre 10 mil y 15 mil euros por parte de los posibles reclutados para no incluirlos en las listas.

Muchas de las armas enviadas por occidente (no solamente armamento liviano), son vendidas en mercado negro, las cuales ya se encuentran en poder de bandas criminales en Europa occidental.

Occidente está cada vez más renuente a seguir apoyando a Zelensky.

Una de las Subsecretarias de Defensa de Estados Unidos, afirmó hace unos días, que la guerra en Ucrania se terminó, pero que se sigue sólo con el objetivo de probar nuevo armamento, especialmente misiles e Inteligencia Artificial. Reitera que la única manera de saber si son efectivos, es usarlos en la guerra.

Los granos de Ucrania tienen veto para pasar por Polonia, Hungría, Rumania, Eslovaquia, debido a que ese grano es más barato (de peor calidad) que el que producen esos países y los agricultores se ven perjudicados por la baja de sus precios.

Hungría vetará más ayuda a Ucrania por parte de la Unión Europea si Bruselas no desbloquea sus fondos. Alega que la UE usa esos fondos para ayudar a terceros países.

Polonia ya ha anunciado que desea anexionarse las siguientes regiones del oeste de Ucrania: Leopolis, Ternopil e Ivano-Frankivsk, pues aduce que antes pertenecieron a dicho país.

El Pentágono advirtió al Congreso estadounidense que se está quedando sin dinero para reemplazar las armas que Estados Unidos ha enviado a Ucrania y ya se ha visto obligado a ralentizar el reabastecimiento de algunas tropas.

Hacia un mundo multipolar

Volviendo a la Asamblea de las Naciones Unidas, es necesario destacar, que la mayoría de los delegados (presidentes, primeros ministros, secretarios de RREE, etc.) que intervinieron (con la excepción del así llamado occidente), reconocieron, es más, destacaron, que se estaba incubando un nuevo Orden Multipolar, además de la importancia que ya había tomado el Sur Global. Incluso, ante tal evidencia, el propio secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, “destacó avance hacia un mundo multipolar”.

Y aquí, nuevamente, tanto el presidente de Chile, como “occidente”, no quieren darse por enterados. En un artículo publicado en POLITIKA, el analista internacional Sergio Rodríguez Guelfenstein, describe, con meridiana claridad, el desarrollo precipitado de los acontecimientos. El título de la nota es “Cumbres Borrascosas”; copio un párrafo:

Son ellas las cumbres del grupo BRICS realizada en Sudáfrica en agosto, las del G-20 en India y del G77+ China en Cuba, en septiembre. Y agregaría el Foro Económico del Extremo Oriente, realizado en la ciudad rusa de Vladivostok durante el mismo mes. En menos de dos meses se ha estremecido los cimientos del sistema internacional atlantista y eurocéntrico.

Boric y la política exterior: su mayor contradicción vital

 

Estimado lector, antes de comentar sobre el subtítulo, les solicito ver el video que les presento en el enlace siguiente:

Como se puede apreciar, además del abrazo entre Boric y Zelensky, y el saludo protocolar con la plana mayor del comediante, se realiza una reunión a un alto nivel en la que Boric solicita una carpeta con antecedentes para un acuerdo cuyo texto no conocemos. En este sentido, creo de suma importancia, que la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputadas y Diputados, exija que el gobierno informe sobre el contenido de esos acuerdos. Los chilenos tenemos derecho a conocer las promesas de Boric a Zelensky, toda vez que involucran al país.  Las intervenciones del presidente Boric en los diversos foros internacionales, son en tono de confrontación en contra de los países, especialmente de América Latina, que no comulgan con sus ideas. Esto nos ha llevado a que Chile esté cada vez más aislado en el contexto internacional. Es necesario destacar que, con la excepción del presidente Biden, Boric fue el único presidente que se reunió con Zelensky durante la Asamblea de las Naciones Unidas.

En esa reunión, la imagen del presidente de Chile, acompañado de su embajadora   ante las Naciones Unidas, Paula Narváez, de su embajador ante Washington, Juan Gabriel Valdés y de su propio ministro de Relaciones Exteriores, es francamente patética. Todos cumpliendo el mandato del jefe del imperio, en un acto de vasallaje indignante, sin un mínimo de dignidad.

En un artículo anterior, servidor explicaba que “la política internacional de Chile era un caso de soberanía frustrada”, pero esta situación va más allá, incluso, de la banderita chilena incrustada en la bandera de Estados Unidos, con la graciosa performance del “gran demócrata”, amigo de Gabriel Boric.

Las relaciones internacionales, deben estar insertas en el concepto de geopolítica, que forma parte, a su vez, de la concepción ideológica de los Estados, cosa que ni Boric ni su ministro de Relaciones Exteriores pueden entender. Sin menospreciar las competencias de don Alberto van Klaveren, éstas son exclusivamente del orden técnico y taxonómico de las relaciones internacionales. No podría ser de otra manera, pues el actual gobierno supone que su deber en las relaciones con otros países, es actuar de gendarme como fiscalizador del cumplimiento de la defensa de los derechos humanos.

Boric le ha indicado a Zelensky que va a denunciar la violación de los derechos humanos sea donde sea, pero no dice nada sobre la masacre en Odessa en 2014 de la que he hecho mención anteriormente, ni de los continuos asesinatos de afroamericanos por parte de la policía de Estados Unidos.

¿Y cómo andamos por casa? El día 11 de septiembre de este año, la observadora de Derechos Humanos, Denisse Figueroa, recibió un disparo de un balín de Carabineros en su ojo derecho, en las cercanías de la población La Victoria, comuna de Pedro Aguirre Cerda. Esto sólo por mencionar un caso, dado que esta nota no se refiere, específicamente a los DDHH.

Siguiendo con sus contradicciones, una de las actividades realizadas en el marco de la Asamblea de la ONU, fue la firma del Acuerdo sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Diversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales. Incluso, ha hecho lobby para que Valparaíso pueda obtener la sede de la Secretaría Ejecutiva.

Esto sería muy loable de su parte, si en Chile no hubiera un problema gravísimo de contaminación en los mares del sur provocado por la industria salmonera. Como botón de muestra, les dejo algunos titulares más o menos recientes, del portal El Ciudadano:

Remezón en el sur de Chile: habría 400 concesiones acuícolas salmoneras con causal de caducidad.

A un año de la denuncia que destapó un escándalo de la industria salmonera: 280 concesiones en áreas protegidas con causal de caducidad y que nadie regula.

Chiloé: denuncian que concesiones salmoneras ilegales estarían volviendo a operar.

Hay 166 concesiones salmoneras de la gran industria con causal de caducidad.

Más de 50 organizaciones exigen salida de salmoneras del lago Llanquihue.

Por último, una reflexión: Gabriel Boric dice admirar al presidente Salvador Allende, y pronuncia un panegírico ante la estatua de Patricio Aylwin, furioso opositor al presidente Allende y el principal gestor del Golpe de Estado.

 

Hugo Murialdo

Periodista, escritor, magíster en Ciencias de la Comunicación, y magíster en Filosofía Política