En medio de intensos combates en la región, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, rechazó el llamado de sus aliados occidentales para proteger a la población civil palestina, mientras sus tropas rodeaban el mayor hospital de Gaza. La situación alcanzó un punto crítico cuando cinco personas, incluyendo un bebé prematuro, fallecieron después de que el último generador del hospital Al Shifa se quedó sin combustible.
Israel alega que Al Shifa sirve como puesto de mando de Hamas, acusando a los insurgentes de utilizar a civiles como escudos humanos y de refugiarse en complejos búnkeres subterráneos. En respuesta a los informes de los médicos sobre la tragedia en el hospital, Mohammed Abu Selmia, director del centro, describió una situación desesperada con la interrupción de equipos médicos y la falta de electricidad.
Las fuerzas israelíes, según Abu Selmia, estaban disparando indiscriminadamente tanto dentro como fuera del hospital, impidiendo la movilidad en el recinto. Las afirmaciones sobre la fuente de los disparos no pudieron ser verificadas de forma independiente.
El vocero del ejército israelí, Peter Lerner, afirmó que las fuerzas estaban «en medio de intensos combates contra Hamas en las inmediaciones», asegurando que se toman todas las medidas posibles para evitar dañar a civiles.
La tragedia en Al Shifa resultó en la muerte de cinco pacientes, incluyendo un bebé prematuro, lo que subraya la urgencia de la situación en Gaza. Netanyahu atribuyó la responsabilidad de los daños a Hamas, reiterando acusaciones de que el grupo utiliza a los habitantes de Gaza como escudos humanos y obstaculiza los esfuerzos de evacuación.
Las tensiones aumentaron aún más después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, llamara a un alto el fuego y criticara los bombardeos israelíes, diciendo que no había «ninguna justificación» para ellos. Mientras tanto, Estados Unidos presiona por pausas temporales para permitir la distribución de ayuda crucial en un territorio asediado.
La discrepancia entre Estados Unidos e Israel en cuanto a la respuesta a la crisis se hace más evidente a medida que la guerra entra en su segundo mes. Mientras Israel ha accedido solo a breves pausas diarias para la evacuación de civiles, la comunidad internacional busca una solución más sostenible.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, delineó principios fundamentales para la posguerra en Gaza, marcando diferencias con la visión israelí. Estos incluyen la prohibición del desplazamiento forzoso de palestinos, la no utilización de Gaza como plataforma para ataques contra Israel y el compromiso con un gobierno liderado por palestinos en Gaza y Cisjordania.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, con la comunidad internacional instando a una solución urgente para evitar más pérdidas de vidas y aliviar el sufrimiento de la población civil afectada por el conflicto
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