El ejército de Israel reanudó hoy su ofensiva contra la franja de Gaza con bombardeos aéreos en el sur, artillería en el norte, escenario al igual que la ciudad de Gaza de feroces combates entre las tropas israelíes y combatientes palestinos.
Israel lanzó sus ataques contra el castigado enclave palestinos minutos después de a las 7 de la mañana expiró el cese al fuego pactado entre los bandos beligerantes con mediación de Qatar y Egipto, y que estuvo vigente desde hace una semana.
Tel Aviv culpó a Hamas de romper el alto el fuego al disparar contra su territorio.
La guerra se reactivó tras una jornada en la que Hamas liberó a ocho rehenes, entre los que figura la mexicana-israelí Ilana Gritzewsky Camhi, secuestrada el pasado 7 de octubre.
En contraparte, Israel entregó al movimiento de resistencia a 30 prisioneros palestinos.
Al cierre de esta edición, jets atacaban en el sur de la franja; Jan Yunis y Rafá, al noreste, eran sometidos a fuego de artillería, reportaron Al Jazeera y Haaretz.
En el centro, tanques atacaban cerca de los campos de refugiados de Nuseirat y Bureij, añadió Al Jazeera.
Las Fuerzas de Defensa de Israel reportaron que detectaron varios lanzamientos de cohetes hacia su territorio. Una hora antes de expirar la tregua interceptó un cohete que habría sido lanzado desde la franja de Gaza. Al disparo que activó las sirenas en Israel, en el enclave se escucharon disparos, vuelos de aviones militares y drones en el noroeste de la ciudad Gaza.
El New York Times informó ayer que el alto mando castrense y la inteligencia de Israel obtuvieron desde hace más de un año un plan de batalla de Hamas, que planteaba un escenario similar al que se vio en el ataque del 7 de octubre, pero lo descartaron por considerar que el movimiento palestino no tenía la capacidad de ejecutar una ofensiva de esa envergadura.
En un documento, de unas 40 páginas, que las autoridades nombraron código «Muro de Jericó», se describe “un asalto metódico” en el que drones atacarían el sistema de vigilancia de Israel mientras milicianos ingresarían al país a pie, motocicletas y parapentes, bajo una andanada de cohetes, exactamente el tipo de invasión lanzada aquel día, que provocó la muerte de unas mil 200 personas y el secuestro de 240 personas.
Durante la tregua de una semana, Hamas y otros militantes en Gaza liberaron a más de 100 rehenes, la mayoría de ellos israelíes, a cambio de 240 palestinos liberados de prisiones en Israel.
Prácticamente todos los liberados eran mujeres y niños, pero el hecho de que pocos rehenes permanecieran en Gaza complicó llegar a un acuerdo para una nueva extensión.
También se esperaba que Hamás, un grupo militante que ha gobernado Gaza durante 16 años, fijara un precio más alto para los rehenes restantes, especialmente los soldados israelíes. Unos 140 rehenes permanecen en Gaza y más de 100 han sido liberados como parte de la tregua.
Qatar y Egipto, que han desempeñado un papel clave como mediadores, intentaron prolongar la tregua dos días más.
Israel ha estado bajo una presión cada vez mayor por parte de su principal aliado, Estados Unidos, para que haga más para proteger a los civiles palestinos cuando reanude sus ataques contra Hamas.
El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, durante una reunión con Netanyahu y otros altos funcionarios en su tercera visita a la región desde el inicio de la guerra, señaló que si Israel reanuda la guerra y actúa contra el sur de Gaza, debe hacerlo “de conformidad con el derecho internacional humanitario” y debe tener “un plan claro” para proteger a los civiles y “garantizar las necesidades humanitarias” en el enclave si termina la tregua.
Destacó que los líderes israelíes entendieron que “los niveles masivos de vida civil y la escala de desplazamiento que vimos en el norte no se repetirán en el sur”.
Señaló que esperaba que el alto el fuego pudiera ampliarse y liberarse más rehenes. “Este proceso está dando resultados. Es importante y esperamos que pueda continuar”, afirmó.
Posteriormente, Blinken sostuvo un encuentro con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, en Ramalá, para asegurarle que su gobierno estaba comprometido a tomar “medidas tangibles para promover” un Estado palestino. También “condenó la violencia extremista contra civiles palestinos en Cisjordania” por parte de las fuerzas de Israel y se comprometió a que insistirá con sus llamados para que los responsables rindan cuentas.
Fuente: Ap, Afp, Reuters y The Independent
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