El panorama actual en Ecuador se ha tornado caótico y peligroso, sumido en una escalada de violencia que ha sembrado el temor y la incertidumbre en todo el país. Ataques armados a medios de comunicación, locales comerciales, secuestros de policías, coches bombas, motines carcelarios y otros actos delictivos han paralizado las rutinas diarias, desencadenando una jornada de tensión sin precedentes.
La fecha del 9 de enero del 2024 quedará marcada en la historia de Ecuador como un día de caos y zozobra. La presencia de una situación alarmante ha llevado a la reunión del Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe) en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo. Entre los presentes se encontraba el embajador de Estados Unidos, Michel Fitzpatrick, señal de la gravedad y relevancia internacional de los sucesos.
El presidente Daniel Noboa declaró la existencia de un conflicto armado interno, desencadenando el cese de actividades en instituciones públicas y cierres de centros comerciales. Las ciudades principales se han sumido en el caos vehicular mientras los ciudadanos buscan refugio ante posibles ataques de grupos criminales asociados al narcotráfico.
Los sucesos han sido desoladores. Desde ataques a medios de comunicación hasta disturbios en la Universidad de Guayaquil, donde grupos delincuenciales intentaron secuestrar personas. Reportes de disparos en distintos lugares públicos y saqueos a negocios han aumentado la sensación de peligro en el país.
La Dirección General de Aviación Civil (DGAC) ha ordenado reforzar los controles en aeropuertos y áreas circundantes, intentando salvaguardar la seguridad en un momento de extrema inestabilidad.
El estado de excepción, decretado tras disturbios en prisiones y la fuga del cabecilla de la banda criminal Los Choneros, Adolfo Macías (Fito), se ha extendido, incluyendo un toque de queda desde las 23:00 hasta las 05:00 (hora local).
El presidente ecuatoriano ha firmado decretos declarando a 22 grupos del crimen organizado transnacional como organizaciones terroristas, adoptando medidas para enfrentar la crisis. Las Fuerzas Armadas tienen la orden de neutralizar estos grupos, marcando un intento por restaurar la paz y seguridad en la nación.
Sin embargo, la violencia persiste, con tiroteos cerca del Palacio de Gobierno en Quito y saqueos en el Centro Histórico de la capital, evidenciando la magnitud y complejidad de la situación.
Ecuador se encuentra en una encrucijada, enfrentando una crisis sin precedentes que requiere medidas drásticas y unificadas para restablecer el orden y la tranquilidad en el país.
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