En una declaración pública emitida este lunes de febrero, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) ha manifestado su rotundo desacuerdo con las palabras pronunciadas por el Presidente Gabriel Boric durante el funeral de Sebastián Piñera.
La AFDD ha expresado su preocupación por lo que consideran una grave relativización de las violaciones a los Derechos Humanos. No pueden aceptar, afirman, las mutilaciones, los asesinatos y las desapariciones temporales que tuvieron lugar durante el gobierno de Piñera, especialmente durante la rebelión popular en la que millones de chilenos y chilenas salieron a las calles en busca de mejores condiciones de vida y dignidad.
En su declaración, la agrupación recuerda con firmeza que aquellos que han luchado por la defensa de la vida y los Derechos Humanos no pueden pasar por alto el hecho de que el ex presidente Piñera desplegó a los militares en las calles, evocando tiempos dictatoriales y con las consecuencias trágicas que ello conllevó. Los organismos de Derechos Humanos, tanto nacionales como internacionales, han ratificado las graves violaciones a los DDHH cometidas durante su gobierno, lo que implica, según la AFDD, que murió siendo responsable de graves crímenes contra el pueblo chileno.
La agrupación subraya que no se puede desconocer la legitimidad de las acciones legales emprendidas por las víctimas y denuncia cualquier acto de negacionismo al respecto. En solidaridad con las víctimas, la AFDD reafirma su compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia.
La muerte trágica de Sebastián Piñera, señalan, no lo exime de responsabilidad por todas las violaciones a los Derechos Humanos de las cuales se le acusa.
En este contexto, la AFDD hace un llamado a la memoria histórica y a la defensa de los principios fundamentales de los Derechos Humanos, reafirmando su compromiso con la lucha por la verdad, la justicia y la reparación para todas las víctimas.
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En rigor, Boric ya había expresado su total subordinación a las dos derechas el 15 de noviembre de 2019, cuando se mostró como uno de los principales promotores y firmantes (¡a título personal y quebrando su propio Partido!) del "Acuerdo por la Paz y la Democracia" que salvó al modelo de sociedad impuesto por la dictadura y luego consolidado por los 20 años de gobiernos de la Concertación.
Pasará a la historia como el Presidente felón.