ONU: Los Estados deben respetar la Convención sobre el Genocidio para evitar más pérdidas en Gaza

Israel ha destruido Gaza durante cinco meses de operaciones militares, dijo la Relatora Especial sobre el territorio palestino ocupado, Francesca Albanese.

“El desgarrador número de muertes, el daño irreparable causado a quienes sobreviven, la destrucción sistemática de todos los aspectos necesarios para sostener la vida en Gaza –desde hospitales hasta escuelas, desde hogares hasta tierras cultivables– y el daño particular a cientos de miles de niños , y a las madres embarazadas y jóvenes, esto sólo puede interpretarse como evidencia prima facie de una intención de destruir sistemáticamente a los palestinos como grupo”, dijo Albanese en un informe presentado hoy al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Tras un análisis de las acciones y patrones de violencia de Israel en su ataque a Gaza, respaldado por una retórica deshumanizadora de altos funcionarios israelíes y a menudo reflejado en las acciones de los soldados sobre el terreno, el informe del Relator Especial encontró que el umbral que indica la comisión de genocidio por parte de Israel se había cumplido.

Desde el 7 de octubre, Israel ha matado a más de 32.333 palestinos, entre ellos más de 13.000 niños. Se presume que más de 12.000 personas han muerto bajo los escombros y 74.694 han resultado heridas, muchas de ellas con heridas que les cambiarán la vida. El setenta por ciento de las zonas residenciales han sido destruidas. El ochenta por ciento de toda la población ha sido desplazada por la fuerza. Miles de familias han perdido a sus seres queridos o han sido aniquiladas por completo. Muchos no pudieron enterrar y llorar a sus familiares y, en cambio, se vieron obligados a dejar sus cuerpos en descomposición en sus casas, en la calle o bajo los escombros. Miles de palestinos han sido detenidos y sometidos sistemáticamente a tratos inhumanos y degradantes. Dos millones se han visto obligados a pasar hambre e inanición.

“El incalculable trauma colectivo lo experimentarán las generaciones venideras”, afirmó el Relator Especial.

El vehemente discurso antipalestino, que encuadra a todo el pueblo palestino en Gaza como enemigos que deben ser erradicados y eliminados por la fuerza, ha sido omnipresente en todos los segmentos de la sociedad israelí, dijo el experto.

“Los llamados a la aniquilación violenta por parte de funcionarios israelíes de alto rango con autoridad de mando dirigidos a los soldados de servicio en el terreno sirven como evidencia convincente de un estímulo explícito y público para cometer genocidio”, dijo Albanese.

Una de las principales conclusiones del informe de Albanese es que el ejecutivo, los dirigentes militares y los soldados de Israel han distorsionado intencionalmente las normas fundamentales del derecho internacional humanitario (distinción, proporcionalidad y precaución) en un intento de legitimar la violencia genocida contra el pueblo palestino.

«Al redefinir deliberadamente las categorías de escudos humanos, órdenes de evacuación, zonas seguras, daños colaterales y protección médica, Israel ha utilizado sus funciones protectoras como ‘camuflaje humanitario’ para ocultar su campaña genocida», afirmó.

“El genocidio israelí de los palestinos en Gaza es una etapa de escalada de un proceso de borrado colonial de larga data”, dijo Albanese.

«Durante más de 70 años, este proceso ha asfixiado a los palestinos como pueblo -demográfica, cultural, económica y políticamente- aplastando su derecho inalienable a la autodeterminación en un intento de desplazarlos y expropiar y controlar sus tierras», afirmó.

«La actual Nakba debe detenerse y remediarse de una vez por todas».

Albanese dijo que su informe era un llamado al mundo para garantizar que Israel y terceros estados cumplan con sus obligaciones no derogables bajo la Convención sobre Genocidio, para evitar más pérdidas de vidas, ayudar a los sobrevivientes a reconstruir sus vidas y garantizar la plena rendición de cuentas bajo las normas penales individuales. y responsabilidad del Estado.

«Este es un imperativo para las víctimas de esta tragedia altamente evitable y para las generaciones futuras en Palestina», dijo la Relatora Especial.