Derechas chilenas: ¿Preparadas para liderar el cambio económico o aferradas al pasado?

La actual posición de las derechas chilenas, actualmente en la oposición, se caracteriza por su empeño en imponer su agenda política, particularmente enfocada en una postura anti-gobierno. Sin embargo, las debilidades y falta de experiencia de algunos ministros y del propio presidente han contribuido gradualmente a fortalecer la posición de la derecha en la opinión pública, especialmente en lo que respecta a temas como seguridad y crecimiento económico. A pesar de estos avances, las derechas chilenas enfrentan divisiones internas y sus propuestas no logran convencer del todo a la población, dado que en su mayoría buscan mantener el sistema económico actual, caracterizado por un modelo oligopólico y dependiente del mercado externo.

Este modelo económico, basado en una economía de servicios y la exportación de materias primas, carece de la capacidad para generar un valor agregado significativo y promover la industrialización, lo que lo hace vulnerable a las fluctuaciones del mercado internacional y perpetúa la desigualdad existente.

La ausencia de alternativas económicas más autónomas y menos dependientes del comercio exterior plantea serias interrogantes sobre la viabilidad del modelo económico neoliberal defendido por las derechas chilenas. Resulta preocupante que, a diferencia de otras derechas en el mundo, como la finlandesa, que apuestan por la industrialización del país, en Chile esta perspectiva es prácticamente un tabú dentro de las derechas. Más aún, la industrialización o una mayor intervención del Estado en la economía se perciben erróneamente como sinónimo de comunismo, lo cual denota una visión irracional y alejada de la realidad.

La inflexible postura de las derechas chilenas en este aspecto resulta preocupante, ya que no permite ningún tipo de discusión respecto al manejo económico, lo que se evidencia no solo a nivel político, sino también en el ámbito educativo, en particular en las diversas escuelas de economía e ingeniería. El axioma de que “la economía nunca se equivoca” ha sido adoptado por aquellos que defienden a ultranza el modelo económico neoliberal chileno. En este contexto, resulta fundamental explorar propuestas económicas más sólidas que impulsen el desarrollo del país y reduzcan la desigualdad, en lugar de enfocarse únicamente en políticas de seguridad y anti-inmigración.

En la actualidad, las derechas chilenas carecen de propuestas innovadoras, especialmente en el ámbito económico. Además, parece no asumir la responsabilidad por los impactos negativos del sistema económico que defiende, el cual ha generado desigualdad, pobreza, distribución desequilibrada de la riqueza, centralismo y zonas de sacrificio, entre otros problemas. Una pregunta: ¿es Evelyn Matthei una carta novedosa para la política chilena o será más de lo mismo?

Fabián Bustamante Olguín 

Académico del Instituto de Ciencias Religiosas y Filosofía, Universidad Católica del Norte, Coquimbo.