Estimada comunidad del Liceo Industrial y de Minas Ignacio Domeyko; queridas y queridos estudiantes, madres, padres, familias y apoderados; miembros de redes de colaboración; vecinos y organismos comunales; autoridades nacionales que rigen y supervisan nuestro trabajo:
En el marco de los acontecimientos que han ocurrido en nuestro país durante la última semana, y reafirmando el profundo compromiso con nuestra comunidad, consideramos que parte fundamental de nuestra misión como educadores es mantenernos como un referente social, político, cultural y formativo dentro del espacio que nos compete. Por lo tanto, como miembros del equipo de trabajo del Liceo Industrial y de Minas Ignacio Domeyko, compuesto por 42 docentes, 26 asistentes de la educación y 4 miembros del equipo directivo, declaramos lo siguiente:
Tal como se ha difundido de forma masiva en estos últimos días, la situación de inestabilidad político-social en la que se encuentra el país responde a la acumulación de injusticias y desigualdades que se han arrastrado durante los últimos cuarenta años, en los cuales se ha consolidado un modelo de sociedad en que el beneficio individual ha adquirido más valor que el colectivo, afectando directamente a aquellos grupos más precarizados, que no poseen la capacidad de sostenerse económicamente hasta fin de mes sin tener que endeudarse. La última expresión de estas injusticias correspondió al alza del transporte público ocurrido durante la semana pasada en la Región Metropolitana, hecho que desencadenó múltiples actos de evasión masiva organizados y protagonizados por estudiantes secundarios, a quienes luego se les sumarían adultos, haciendo así visible un enojo que había permanecido en silencio. Parte de nuestro cuerpo estudiantil participó de estas manifestaciones en las estaciones de metro cercanas a nuestro establecimiento, mostrándonos la capacidad organizativa que pueden lograr para conseguir sus objetivos, la cual, en ocasiones, hemos subestimado.
Es tal el grado de permeabilidad que este modelo ha tenido en nuestras y nuestros jóvenes, que el individualismo, la competencia, la falta de empatía y la ostentación se han vuelto patrones de comportamiento naturales para ellas y ellos. En este contexto, la organización entre pares no es valorada como una forma realmente eficaz de lograr objetivos, puesto que los fines colectivos han perdido relevancia en torno a pretensiones individuales. Sin embargo, la organización que lograron al ejecutar evasiones masivas en Metro de Santiago durante una semana, debiese ser canalizada y aprovechada como un ejemplo que nos permita infundirles una valoración positiva respecto a los logros que podrían alcanzar si es que el trabajo mancomunado se convirtiera en parte de sus prácticas cotidianas: un ideal central que hemos perdido como sociedad es que todas nuestras acciones, incluso individuales, tienen repercusiones sociales. Recuperar esta idea, partiendo de nuestros jóvenes, resulta fundamental para regenerar el tejido social.
En este sentido, creemos que las acciones cometidas por nuestro estudiantado nos han empujado a despertar como institución y hacernos cargo del rol que, como funcionarios de la educación, cumplimos dentro del descontento ya mencionado. Así, en primer lugar, planteamos nuestra profunda preocupación por la crisis actual que atraviesa el país y solidarizamos con la situación particular que pueda estar viviendo cada uno de los miembros de nuestra comunidad.
En segundo lugar, comprendemos nuestro rol formativo y pedagógico, por lo que asumimos el papel que consideramos pertinente en esta coyuntura histórica, plasmando en este, nuestra comprensión y posicionamiento en los diversos fenómenos implicados.
Con todo lo anterior, como funcionarias y funcionarios del Liceo Industrial y de Minas Ignacio Domeyko de Recoleta, planteamos las siguientes acciones a realizar en lo inmediato, independiente del devenir, en pos de nuestras y nuestros estudiantes:
Nuestro establecimiento, en calidad de Administración Delegada, regido por el Decreto N°3.166, ha sido excluido permanentemente de políticas de financiamiento (PIE, SEP), lo cual ha perjudicado directamente nuestras condiciones de infraestructura, equipamiento y los procesos de aprendizaje de nuestras y nuestros estudiantes. En este sentido, creemos que parte importante de la mejora en nuestros procesos internos pasa por la modificación del modelo económico y de sociedad descrito con anterioridad. Por lo tanto, como funcionarios y funcionarias, adherimos a las manifestaciones sociales en curso e instamos a la totalidad de nuestra comunidad a adherir, protegiendo la integridad y los derechos de todos sus miembros, cuidando el espacio físico de nuestro establecimiento y propiciando instancias de reflexión y comunicación, empatizando y sin juzgar las ideas y vivencias personales.
Rechazamos categóricamente cualquier forma de violencia, ya sea física, psicológica o simbólica. Sin embargo, entendemos que algunas de estas conductas corresponden a una respuesta espontánea a la violencia ejercida por aparatos represivos y personal uniformado, pero también a las agresiones sistemáticas a las que nos vemos expuestos en nuestro día a día y que han pasado a formar parte de la normalidad de nuestras relaciones interpersonales.
Finalmente, emplazamos a las autoridades a dar importancia a los temas de fondo que se han posicionado en la agenda pública en los últimos días. Muchas de las medidas propuestas por el ejecutivo resultan ser insuficientes para abordar este problemático asunto y tal vez abrir los oídos ante la ciudadanía mediante procesos propios de la democracia (plebiscitos, consultas o, incluso, una asamblea constituyente) podrían ayudarnos a avanzar en la dirección de reencontrarnos como sociedad.
Es importante entender lo que ésta sucediendo en nuestro país y es así, que hacemos un llamado a la comunidad a que se informe en diversos medios, no sólo en canales abiertos de televisión y los invitamos a mantener una mirada crítica, objetiva y transversal contrastando la información otorgada por los diversos medios de comunicación, invitando a fomentar la lectura y protegiendo la opinión de cada uno.
Invitamos a toda nuestra comunidad Domeykana al diálogo y escucha activa durante este periodo de cambios, generando un pensamiento crítico, aportando para mejorar las diversas demandas de la sociedad actual.
Gracias, queridas y queridos estudiantes, por recordárnoslo: solo organizándonos podremos avanzar.
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