Este jueves, la situación de los comuneros mapuches, Ernesto Llaitul Pezoa e Esteban Henríquez, ha alcanzado niveles críticos, llevándolos a ser trasladados de urgencia a un centro asistencial debido a las fuertes complicaciones en su estado de salud. Estos valientes activistas se encuentran en huelga de hambre por más de 80 días como protesta ante una condena que consideran injusta, relacionada con la presunta quema de dos camiones forestales.
Ernesto Llaitul Pezoa, hijo del líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, ha experimentado un deterioro notable en su salud, según el informe médico. Con episodios de desvanecimiento y taquicardia fluctuante, su condición sugiere un riesgo inminente de descompensación importante en los próximos días. Ante esta situación crítica, Llaitul Pezoa está siendo atendido en el Hospital Penal CP Bio Bío, con la expectativa de ser trasladado al Hospital Regional de Concepción para recibir una atención más especializada.
Por otro lado, Esteban Henríquez, también condenado a más de 15 años de prisión sin pruebas ni testigos inculpatorios, ha sido protagonista de una huelga de hambre desde el pasado 13 de noviembre. El Departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico ha emitido un informe que confirma un grave deterioro en su salud como consecuencia de esta medida extrema.
La Red de Apoyo PPM CAM Valparaíso ha informado sobre la hospitalización de ambos activistas, destacando la falta de pruebas y testigos inculpatorios en sus casos. La condena, que enfrentan sin pruebas concluyentes, ha llevado a estos comuneros mapuches a arriesgar sus vidas en una protesta desesperada por la justicia y el reconocimiento de sus derechos.
Este dramático episodio destaca la urgencia de abordar las preocupaciones y demandas legítimas de la comunidad mapuche en Chile. La falta de pruebas sustanciales en los casos de Llaitul Pezoa y Henríquez plantea interrogantes sobre la equidad y la justicia en el sistema legal, subrayando la necesidad de una revisión exhaustiva de estos casos.
La situación de estos presos políticos mapuches en huelga de hambre llama a la solidaridad y a la reflexión sobre la importancia de garantizar un proceso legal justo y transparente para todos los ciudadanos. Mientras su salud se deteriora, su lucha persiste como un llamado urgente a la justicia y el respeto de los derechos humanos en Chile
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Muy lamentable lo que están pasando estos jóvenes compañeros, condenados por la justicia de clases de nuestro Chile.