
OIM advierte sobre retornos masivos a Afganistán
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La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) solicita urgentemente apoyo internacional, ya que Afganistán se enfrenta a uno de los mayores movimientos de retorno de la historia reciente. Desde septiembre de 2023, más de 4 millones de afganos han retornado desde Irán y Pakistán, y más de 1,5 millones lo hicieron solo en 2025. Se espera que otro millón de afganos regrese desde Pakistán tras la decisión del gobierno pakistaní de no prolongar la estancia de los ciudadanos afganos.
Para responder a las crecientes necesidades en las fronteras y en las zonas de retorno, la OIM solicita financiación adicional para ampliar su respuesta. Sin apoyo urgente, los sistemas existentes corren un grave riesgo de colapso, poniendo en riesgo a millones de personas.
“Hablé con familias que llegaban a la frontera con Irán y estaban completamente agotadas, muchas con niños pequeños y sin ningún lugar adonde ir”, declaró Mohammed Abdiker, Jefe de Gabinete de la OIM, quien visitó Afganistán esta semana. Como líder del Consorcio Fronterizo, la OIM está haciendo todo lo posible, pero actualmente solo podemos asistir a una de cada diez personas que necesitan ayuda. Esta es una situación que nadie debería enfrentar. Afganistán no debe caer en el olvido.
Los retornos desde Pakistán comenzaron a aumentar en abril, después de que las autoridades pakistaníes establecieran una fecha límite para que los afganos indocumentados abandonaran el país o se enfrentaran a la deportación. Casi al mismo tiempo, comenzó una ola aún mayor de retornos desde Irán, que continúa creciendo. Ahora que Pakistán ha confirmado que no renovará los permisos de estancia temporal, ni siquiera para los afganos con tarjetas de comprobante de registro, se espera la llegada de más personas a Afganistán en las próximas semanas.
La OIM en Afganistán opera cuatro centros de recepción en los principales cruces fronterizos, incluyendo Islam Qala y Milak con Irán, y Torkham y Spin Boldak con Pakistán. La Organización también opera cuatro centros de tránsito donde los retornados reciben alimentos, alojamiento temporal, transporte, atención médica, asistencia económica y apoyo psicosocial, con especial atención a grupos vulnerables como mujeres y niños.
Abdiker, acompañado por Iori Kato, Director Regional de la OIM para Asia y el Pacífico, señaló que, si bien la situación fronteriza es crítica, no deben ignorarse las presiones que sufren las comunidades donde se asientan los retornados. «Muchas de estas zonas ya carecen de servicios básicos y oportunidades económicas. Sin inversión, los retornados tendrán dificultades para reintegrarse, lo que a menudo conlleva nuevos desplazamientos. Romper este círculo vicioso requiere apoyo sostenido», añadió.
La gran mayoría de los retornados afganos son indocumentados, lo que presenta importantes dificultades para acceder a la identificación, los servicios públicos y la asistencia formal. Estas barreras dificultan especialmente la reintegración, sobre todo a medida que el país se acerca al invierno, cuando se prevé un aumento drástico de las necesidades humanitarias. La situación se ve agravada por los efectos persistentes de cuatro años consecutivos de sequía en los últimos cinco años y las reiteradas crisis climáticas, que se encuentran entre las principales causas del desplazamiento interno en Afganistán, según datos de la OIM.
La OIM sigue insistiendo en que los retornos deben ser seguros, voluntarios y dignos. Sin cooperación regional y apoyo internacional inmediato, la situación podría convertirse en una crisis humanitaria más amplia, con graves consecuencias para Afganistán y otros lugares.