Más países y organizaciones condenan despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe
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Numerosos gobiernos y organizaciones de América Latina y el Caribe expresaron en los últimos días su rechazo al despliegue de buques de guerra y submarinos nucleares de Estados Unidos en aguas del mar Caribe, al que calificaron como una peligrosa escalada militar que amenaza la estabilidad regional.
Una gira diplomática para articular respuestas
El canciller venezolano Yván Gil inició una gira por el Caribe para coordinar posiciones frente al incremento de las tensiones. En su encuentro con el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, ambos líderes coincidieron en condenar las amenazas de uso de la fuerza en el hemisferio sur y en rechazar la “criminalización de gobiernos legítimos para justificar intervencionismos”.
La agenda incluyó reuniones con los primeros ministros de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, y de Dominica, Roosevelt Skerrit, así como con los cancilleres de Barbados y Bahamas. Todos advirtieron que la escalada de Washington constituye un riesgo para la paz del Caribe y subrayaron la necesidad de que las Naciones Unidas exijan el cese de hostilidades y el respeto a la Carta de la ONU.
La condena de Cuba
El gobierno de Cuba se sumó a las voces críticas a través de un comunicado oficial que calificó el despliegue estadounidense como “una agresiva demostración de fuerza” que viola la Proclama de la CELAC, la cual en 2014 declaró a América Latina y el Caribe como una Zona de Paz.
La Cancillería cubana también cuestionó los argumentos de Washington, recordando que incluso la DEA no incluye a Venezuela en su informe de 2025 como país de tránsito de drogas. En la misma línea, Naciones Unidas certifica que en territorio venezolano no existen cultivos ilícitos ni laboratorios de procesamiento.
Venezuela responde con movilización popular
En paralelo a la ofensiva diplomática, el gobierno venezolano activó un plan nacional de alistamiento militar. La vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez participó en un acto en la refinería El Palito, en el estado Carabobo, donde destacó la respuesta masiva de trabajadores y militantes: “Estamos listos. Por amor a Venezuela. Venezuela jamás puede ser considerada una amenaza, Venezuela es esperanza”.
El plan forma parte del Gran Plan Nacional de Soberanía y Paz Simón Bolívar impulsado por el presidente Nicolás Maduro como reacción a lo que Caracas califica de escalada militar y bloqueo económico de parte de Estados Unidos.
Según cifras oficiales, este 29 de agosto fueron habilitados 1.167 puntos de reclutamiento en todo el país, incluyendo ciudades, comunidades rurales, pescadores e indígenas, donde miles de venezolanos acudieron al llamado de integrarse a la Milicia Nacional Bolivariana.
Una crisis de alcance regional
El despliegue militar de Estados Unidos ha generado una respuesta coordinada en la región, con énfasis en la defensa de la soberanía y en la denuncia del uso de la fuerza como mecanismo de presión política. Tanto gobiernos caribeños como el bloque bolivariano destacan que el derecho internacional y la paz regional están en juego.
La tensión, que se suma al prolongado bloqueo económico contra Venezuela, refleja un nuevo episodio en la confrontación histórica entre Washington y los gobiernos que resisten su influencia en América Latina. El desenlace de esta crisis podría marcar el rumbo de la política hemisférica en los próximos meses.
Fuente: Telesur y Prensa latina
Ricardo says:
Es esperanzadora la respuesta continental frente al matonaje, aunque ¿ qué ha dicho el gobierno chileno? y el brasileño? Es de esperar estén en observación muy atenta, y reservando su actuación por ahora.