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China reclama su lugar en la gobernanza mundial

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La reciente reunión de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS) ha representado un paso decisivo e inexorable a la asunción de China como potencia mundial dominante. Consecuentemente ha significado un gran paso hacia el fin inexorable de la hegemonía mundial de EEUU y de los países dominantes de la Unión Europea (UE) así como el Reino Unido.

Hasta aquí China se había limitado preferentemente a ir gradualmente superando a EEUU en el comercio y la tecnología mundiales. El mensaje de Xi Jinping en dicha reunión ahora ha ido directo al manejo de la política mundial. Una crítica con fondo de exigencia hecha diplomáticamente como un llamado a la comunidad internacional. Dicho llamado deja en claro que el actual sistema de gobernanza mundial no puede simplemente seguir como hasta ahora. Caracteriza las relaciones mundiales como la ley de la selva donde los más débiles son pisoteados por los más fuertes y un estado de guerras permanentes donde precisamente esos más fuertes agreden los más débiles para robar sus recursos. No lo dice con estas últimas palabras pero inequívocamente es de eso que se trata. Llama a la justicia, la misma voz para todos independientemente si son ricos o pobres, chicos o grandes.  Reclama los valores universales de la Humanidad donde las aspiraciones de paz son la justa lucha de los Pueblos. Indica la necesidad de que la justicia y aspiraciones de paz son el camino para construir “una comunidad con un futuro compartido” para la Humanidad. Rescata todos los valores expresados en la Carta de las Naciones Unidas (ONU). Para Xi Jinping es el Pueblo quien crea su propia historia (como no poder recordar a Allende con estas palabras).  Y agrega entre otros: «En todo momento debemos seguir con firmeza el camino del desarrollo pacífico, salvaguardar con firmeza la paz y la tranquilidad mundiales y unirnos para construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad». “Las soluciones deben dirigirse al beneficio común y el bienestar global”.

A las propuestas positivas para el conjunto de la Humanidad hechas por China se le oponen las amenazas, las agresiones constantes y el desarrollo de unas políticas que solo están diseñadas para favorecer a EEUU. Y el todo envuelto en la definición de “un mundo ordenado en reglas”. Las cuales nunca hemos sabido hasta ahora cuales son explícitamente. En la práctica de las relaciones mundiales hemos inferido que las reglas eran todo aquello que iba en contra de los intereses de EEUU o que los favorecía abiertamente. De allí que la mitad del mundo se haya aburrido de esta política imperial y busque hoy alternativas para salir de la esfera de influencia de los norteamericanos. La gran potencia del mundo está hoy más aislada que nunca en el concierto de las naciones.

Pero Xi no se ha quedado por ahí en su discurso de la OCS. Ha anunciado la necesidad de modificar las estructuras de gobernanza mundiales: la ONU y su Consejo de Seguridad, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Esto es, las instituciones creadas a instancias y favor de EEUU después del fin de la Segunda Guerra Mundial en la famosa Conferencia de Bretton Woods (New Hampshire, EEUU, 1945)[i]Todo un mensaje de que al cambio de poderes hegemónicos le debe corresponder el cambio en los instrumentos de la nueva gobernanza mundial. Este anuncio no era solo retórico. En la reunión de la OCS se acababa de tomar la decisión de crear un Banco de Desarrollo que en buena medida se busca sea alternativa a la arquitectura de Bretton Woods.  (no sabemos como este pueda duplicar o interferir en aquel otro Banco creado por los BRICS donde están muchos de estos mismos países).




Una decisión que es un golpe directo al mentón del poder económico hegemónico de EEUU obtenido como resultado de aquella guerra.

De que era necesario destacar publicamente que estas propuestas eran dichas por el patrón del Partido Comunista chino no hay duda alguna. El uniforme Mao de Xi Jinping en la grandiosa parada militar para recordar el triunfo chino sobre los japoneses en la Segunda Guerra Mundial y el coro de fondo cantando “Sin el Partido Comunista no hay una China moderna” lo dejaban más que claro.

Terminó diciendo que China siempre será el motor de la paz, la estabilidad y el progreso, y que la modernización que persigue sigue el «camino del desarrollo pacífico». «Esperamos sinceramente que todas las naciones aprendan de la historia, valoren la armonía, impulsen conjuntamente la modernización mundial y creen un futuro más brillante para la humanidad», concluyó.

El portentoso desarrollo de China en el último cuarto de siglo la comienza a colocar hoy en el primer lugar. Su sistema económico ha tenido un éxito insuperable. Occidente destacó siempre la derrota del sistema socialista en la antigua URSS y particularmente su sistema económico.  El “comunismo” como le llamaban interesadamente a la patria de los Soviets (a pesar de no ser esa la denominación que le ha dado siempre el marxismo a esa fase del desarrollo). Concluían de allí la gran mayoría de economistas y políticos de Occidente que el sistema capitalista era superior a aquel socialista practicado en la URSS y los países del Pacto de Varsovia. Algo que lo sostienen vehementemente hasta hoy. Como lo es por ejemplo para la gran mayoría de los economistas chilenos.  Una evaluación sesgada y nada científica donde Occidente por completo atacaba a la URSS permanentemente en todos los planos. Económico, político, cultural. Se argumentaba hasta hoy que el sistema de empresa privada y un mercado libre es sin duda superior a una economía planificada donde el Estado controla el conjunto del funcionamiento económico.

Cuando aconteció la desintegración de la URSS en 1989, parecía definitivo la superioridad del Capitalismo de Occidente. Y en ese marco de triunfalismo sin tacha apareció el entonces conocido economista japonés Fukiyama – del cual hoy Occidente quiere olvidarse por completo – para decir que habíamos llegado al fin de la Historia. No había y no habría en la Historia de la Humanidad otro sistema que no fuese el Capitalismo.

Un cuarto de siglo después la China que se reclama socialista y que todos los congresos del PC chino indican que ese es su camino definitivo, viene a demostrar que una economía planificada centralmente puede obtener un éxito económico como nunca antes lo ha tenido en parte alguna el mundo del Capitalismo. Los porfiados hechos lo demuestran. Esta es la gran verdad que se esconde en Occidente por todos los medios posibles. Pero claro, siempre ha sido imposible tapar el sol con una pluma. El PC chino y su sistema planificado ha claramente derrotado al Capitalismo de Occidente, particularmente allí donde este se creía insuperable. Y por esto fué que impulsaran la globalización económica de mercados libres en todo el mundo.  Porque hasta entonces les convenía. Y a pesar de los mercados cada vez fueron menos libres por la aparición de las grandes compañias transnacionales que distorsionaban al extremo los mercados, Occidente lo declaraba insuperable para la economía mundial. Solo que estas definiciones que se repetían como mandamientos de Dios, escondían una verdad diferente. Los tales mercados “libres” entre países siempre sirvieron a los países más ricos del Capitalismo para explotar a los más pequeños. El Capitalismo en las grandes naciones ricas de Occidente ha vivido hasta ahora robando recursos naturales de todo tipo en todo el mundo. Este es en gran medida el secreto de la riqueza y el desarrollo de los europeos y norteamericanos. Y con dinero hay recursos para la investigación científica y tecnológica, fundamentales en el desarrollo de cualquier sociedad. Desarrollo que ciertamente alcanzaron creando el llamado Estado del Bienestar hoy prácticamente desaparecido.  Pero esta explotación está terminando a llegar a su fin como lo vemos confirmado por ejemplo en el caso de Africa hoy, donde expulsa a todos los países colonialistas y neocolonialistas de sus tierras. Del paso de las naciones europeas durante siglos en Africa no ha quedado ningún progreso. Ni del de EEUU en A. Latina. Ni económico ni político. Allí en Asia y en América Latina está el origen en gran parte de la enorme riqueza de EEUU, del Reino Unido, Francia, Holanda y anteriormente de España y Portugal durante 500 años de explotación. Hoy un joven de Burkina Faso, Ibrahim Traoré – el nuevo Fidel africano – explica con clareza como los pobres comienzan a sacudirse de una explotación secular. Esa que ha permitido a unos pocos países ser muy ricos, a expensas de unos muchos muy pobres como tan bien lo describieran los latinoamericanos de la Teoría de la Liberación en el siglo pasado. Por esta razón esas mismas naciones buscan desesperadas otras fuentes de energía casi inexistentes en el caso de Europa. Por eso es su interés en Irán, en Venezuela, en Groelandia, en los países africanos del Sahel.

Por eso es su interés en convertir Rusia en un manto de retazos para apoderarse de sus enormes recursos. Y tambén por eso pretenden instalarse en Ucrania “para mantener la paz”. Hasta en la Argentina del vendepatria Milei dispuesto a ceder los recursos de la Antártica. O en tratados nefastos como lo hace Chile voluntariamente desde siempre para entregar sus riquezas a empresas extranjeras. Ese es el gran drama de los países ricos de Occidente hoy, además de sufrir una crisis económica sin precedentes. Lucharán por obtener esos recursos a como de lugar. Y utilizando cualquier medio para lograrlo.

 

El discurso del líder chino estaba en el contexto de la gran reunión de la CSC donde numerosos Jefes de Estado fundamentalmente de Asia se daban cita y de una grandiosa parada militar que le siguió. Destacó notoriamente la presencia activa de India con un Primer Ministro que dió todas las muestras posibles de amistad y cercanía en los cánones diplomáticos, mostrando que su país no solamente tiene una alianza sólida con Rusia sino ahora con China. Algo nunca antes visto en las a veces dificiles relaciones de estos países por problemas fronterizos, que los operacionales de la CIA se han encargado siempre de agitar. Estos tres países tienen un poder económico y militar temibles lo que se refleja en la actitud del llamado Occidente que no solamente no estaba presente en dicha magna reunión sino que no sabe que decir. Sin cualquier espíritu autocrítico a nivel de sus dirigentes para cambiar dichas políticas. Y esto a pesar del aviso de los tecnócratas como en el caso del informe de Mario Draghi – hace ya un año – sobre el estado de la Unión Europea o los numerosos economistas norteamericanos que predicen una gran crisis en Norteamérica dada su crisis económica estructural con una deuda (solo la del aparato federal) que ya supera los 38 billones (miles de millones) de dólares, sin contar la deuda privada. Sin embargo se aumenta el gasto militar y se aumenta la deuda creando artificialmente dinero mediante la máquina estatal. Para re-industrializar EEUU nuevamente, la idea parece ser obligar a otros países a invertir y crear industrias en suelo americano a los paises europeos, a Japón y otros. Pero entonces, como resuelven su problema de re-industrialización los propios europeos? Sobre todo ahora que han cerrado un acuerdo (imposición en verdad) con EEUU totalmente contrario a sus propios intereses. Para Reino Unido, Alemania y Francia, una supuesta solución que más parece un suicidio es tener una guerra con Rusia. La conocida política de resolver los problemas serios internos con una guerra con algún enemigo. Esto supuestamente crea coherencia interna y a la gente se le puede convencer de empobrecerse para “defender cada metro de terreno” como ha dicho el Jefe de la OTAN. Pero que guerra? Los europeos no tienen ni dinero ni ejércitos hoy para comenzar ninguna guerra. Tal es su fanático odio a Rusia y su total despiste sobre como salir de esta situación.  Sin embargo, aumentan sus provocaciones a Rusia, en tanto un ataque de esta sería la mejor solución para ellos. El supuesto ataque al avión de la Presidenta de la UE, o el reciente caso de los drones supuestamente rusos sobre Polonia son ejemplo de otros que veremos en los días y semanas siguientes. Independientemente que sean todos burdos montajes. Como este de los drones, que iban sin explosivos, que solo se han mostrado 6 de 19 supuestamente lanzados por Rusia a miles de kilómetros de distancia, y donde la propaganda de los medios occidentales mostraba uno posado suavemente sobre el tejado de un gallinero, en una casa que había sufrido los efectos de una tempestad dos meses antes. Pero igual, todo vale como dice Kast en Chile. O “parece que hubo un error” como dijo Trump. No interesa, ya el mensaje está pasado y “tenemos que armarnos porque ahí vienen los rusos”.

Pero volvamos atrás. Fue tal el impacto de la reunión de la CSC en Tianjin y la celebración militar que le siguió, que el Presidente de EEUU no sabiendo qué decir indicó que se estaba complotando contra él. Una muestra de su derrota más absoluta. Y una muestra de la ineficaz e ineficiente política estratégica de la Casa Blanca y el Pentágono. Apenas mencionamos aquí el notable acercamiento de India a China, un objetivo de siempre de los norteamericanos como algo que nunca debería ocurrir y que quedó de manifiesto en dicha reunión. Ya para no mencionar la sólida relación de Rusia y China las que económica y militarmente representan un poder casi inigualable en estos momentos. Los analistas militares de Occidente por su parte no han tenido problema en reconocer que las nuevas armas mostradas por China en su desfile militar simplemente no tienen parangón en varias categorías, con destaque para la incorporación de la Inteligencia Artificial en el diseño y operación de dichas armas.

Así entonces China se plantea ahora sin ambages como candidata a la hegemonía mundial. La formalización de esto la veremos en la próxima reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas donde se espera diga un discurso Xi Jinping ante la tribuna mundial exponiendo su propuesta.

Los próximos pasos de China nos dirán en que sentido se encamina. Hasta aquí sus intercambios con el mundo son favorables tanto a las empresas chinas como a los países donde construye infraestructuras de todo tipo y comercia en condiciones de las cuales nadie puede quejarse de presiones, extorsiones, amenazas o sanciones. Chile puede dar cuenta de esto. Veremos si el futuro, con una China como potencia hegemónica, esa igualdad y respeto en el trato que fue dicha por Xi Jinping se convierte en realidad. Hay que ser muy cautos en este aspecto. Nunca se ha sabido de una potencia hegemónica que no intente hacer prevalecer sus propios intereses sobre cualquier otra consideración. El futuro dirá cual es el “grado de socialismo” de China en sus relaciones con el mundo.

 

Patricio Serendero

[i]  conferencia en la cual el dólar de Estados Unidos pasó a ser la moneda de referencia en los intercambios mundiales. Como se vé, la guerra contra el nazismo no era solo cuestión de “la defensa de la democracia” como tan gloriosamente registran los libros de Historia occidental esta atroz guerra.



  1. Una lúcida síntesis de la situación actual del mundo ; creo habrá que ver , por lo pronto, cómo se irá desarrollando la actual agresión imperial a Venezuela, y qué papel podría jugar aquí China .

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