
Washington sanciona a Petro y le retira la visa por sus «acciones imprudentes e incendiarias”
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El gobierno de Estados Unidos anunció este viernes la revocación de la visa del presidente de Colombia, Gustavo Petro, tras sus declaraciones en una manifestación en Nueva York, en las que pidió a soldados estadounidenses desobedecer órdenes y planteó la creación de un ejército internacional para defender al pueblo palestino. La decisión, comunicada por el Departamento de Estado a través de la red X, supone un nuevo episodio de tensión entre Bogotá y Washington, en medio de un escenario internacional marcado por la guerra en Gaza.
“Hoy temprano, el presidente colombiano Gustavo Petro se paró en una calle de Nueva York e instó a los soldados estadounidenses a desobedecer órdenes e incitar a la violencia. Revocaremos la visa de Petro debido a sus acciones imprudentes e incendiarias”, señaló la cartera dirigida por el exsenador Marco Rubio. La medida no implica sanciones directas contra Colombia, pero representa un gesto diplomático de alto impacto hacia el primer mandatario de izquierda en la historia del país andino.
Un discurso en las calles de Nueva York
La controversia se desató cuando Petro participó en una manifestación paralela al discurso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Asamblea General de Naciones Unidas. Con un megáfono en mano, acompañado por el músico británico Roger Waters y por el embajador colombiano en Washington, Daniel García-Peña, el presidente reiteró la propuesta presentada días antes en la ONU: conformar una fuerza internacional para frenar la ofensiva militar en Gaza.
“Hay que configurar un ejército más poderoso que los de Estados Unidos e Israel juntos”, afirmó ante los manifestantes, asegurando que con el último veto de Washington en el Consejo de Seguridad “se acabó la diplomacia” y que la respuesta debía ser militar. En ese marco, pidió a los soldados estadounidenses “no apuntar contra la humanidad sus fusiles” y los exhortó a “desobedecer la orden de Trump, obedecer la orden de la humanidad”.
El mandatario añadió que Colombia presentará en la Asamblea General una resolución para que Naciones Unidas ordene la creación de esa fuerza armada multinacional, a la que los países aportarían personal militar entrenado. Incluso se ofreció a participar directamente en un eventual despliegue: “Si le toca ir al presidente de la República a ese combate, no me asusta, ya estuve en otros, pues voy”.
Petro anunció además que en su regreso a Bogotá abrirá inscripciones de voluntarios con experiencia militar que quieran sumarse a la iniciativa, y dio instrucciones a todas las embajadas y consulados colombianos de buscar apoyos a la resolución. “Todos los Consulados y Embajadas de Colombia tienen la orden de buscar el voto por el ‘sí’ para la liberación de Palestina”, aseguró.
Reacciones en Bogotá
El anuncio del Departamento de Estado sorprendió a Petro mientras se encontraba en vuelo hacia Colombia. La primera reacción oficial llegó de parte del ministro del Interior, Armando Benedetti, quien escribió en redes sociales: “Al único que tenían que quitarle la visa era a Netanyahu. Pero como el imperio lo protege, la coge con el único presidente que fue capaz de decirle la verdad en su cara”.
La decisión de Washington ocurre pocos días después de que Estados Unidos retirara a Colombia su certificación como aliado en la guerra contra las drogas, medida atribuida “exclusivamente a su liderazgo político”. Aunque el vínculo entre los dos países se mantiene en áreas de cooperación militar y comercial, la revocación de la visa a Petro refleja un enfriamiento notorio de la relación bilateral.
El presidente colombiano cuenta también con pasaporte italiano, lo que le permitiría entrar a territorio estadounidense, pero el Departamento de Estado podría igualmente negarle el ingreso. Para observadores internacionales, la medida busca enviar un mensaje directo al mandatario sin romper completamente los lazos con Bogotá.
Antecedentes de fricciones
Las tensiones entre Petro y Washington tienen varios antecedentes. La crisis diplomática más visible se produjo en enero, poco después de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, cuando Petro pidió la devolución de dos aviones que transportaban migrantes colombianos encadenados. En protesta por el trato a sus ciudadanos, el presidente colombiano exigió suspender esos vuelos. La respuesta de Washington fue la amenaza de imponer aranceles, aunque la disputa se resolvió tras un diálogo diplomático.
Más recientemente, la decisión de excluir a Colombia de la lista de países aliados en la lucha antidrogas reveló el deterioro de la confianza mutua. Estados Unidos justificó la medida señalando que se debía al “liderazgo político” de Petro, a quien acusa de haber debilitado la cooperación tradicional en esta materia. La cancelación de la visa se inscribe en esta misma línea de mensajes de desaprobación al estilo de gobierno del mandatario.
Ruptura con Israel y posición sobre Gaza
Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en octubre de 2023, Petro ha adoptado una postura muy crítica hacia el gobierno de Netanyahu. En mayo de 2024, Colombia rompió relaciones diplomáticas con Israel y suspendió la exportación de carbón, uno de los principales productos que enviaba a ese país. Como respuesta, Israel acusó a Bogotá de alinearse con Hamás.
En su discurso ante la Asamblea General esta semana, el presidente colombiano calificó de “genocidio” la ofensiva israelí en Gaza y responsabilizó directamente a Netanyahu y a sus aliados occidentales. “La humanidad no puede permitir ni un día más de genocidio ni a los genocidas de Netanyahu ni a sus aliados en Estados Unidos y Europa dejarlos libres”, afirmó.
Petro ha insistido en que la diplomacia tradicional ya no basta y que es necesario articular una respuesta internacional más contundente. De ahí su propuesta de crear una fuerza armada bajo mandato de Naciones Unidas, que, según explicó, sería legitimada con el voto de dos tercios de los países miembros de la Asamblea General.
Un contexto internacional en cambio
La postura del presidente colombiano coincide con un momento en que varios países, entre ellos Australia, Canadá, Francia y el Reino Unido, han reconocido oficialmente a Palestina como Estado independiente. Esta tendencia refleja la creciente presión diplomática para poner fin a la ofensiva israelí, pese al respaldo militar y político que Netanyahu continúa recibiendo de Estados Unidos.
A nivel judicial, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Netanyahu por presuntos crímenes de lesa humanidad, acusaciones que el primer ministro rechaza. Paralelamente, la Corte Internacional de Justicia estudia la acusación presentada por Sudáfrica, apoyada por Colombia, de que Israel comete genocidio en Gaza. Aunque el proceso sigue abierto, el hecho de que se investigue formalmente refuerza la narrativa de Petro sobre la urgencia de actuar.
Implicaciones para Colombia
La revocación de la visa al presidente genera interrogantes sobre el impacto interno y externo de su política internacional. En el plano interno, la decisión puede ser interpretada tanto como un golpe diplomático como una reafirmación de la postura independiente de Colombia frente a Washington. En el plano externo, marca un hito en la relación con Estados Unidos, históricamente el socio estratégico más relevante para el país andino.
Algunos analistas señalan que la medida busca aislar personalmente a Petro sin afectar al conjunto de la relación bilateral. Sin embargo, el gesto añade incertidumbre en un momento en que Colombia enfrenta desafíos económicos, de seguridad y de inserción internacional.
Un escenario abierto
La decisión de Washington de revocar la visa de Gustavo Petro se inscribe en un contexto global fragmentado, en el que la guerra de Gaza divide a la comunidad internacional y multiplica las presiones sobre los gobiernos para definir posiciones claras. Mientras el presidente colombiano se proyecta como una de las voces más críticas contra Israel y Estados Unidos, su postura genera fricciones que podrían tener consecuencias más profundas en el mediano plazo.
La crisis entre Bogotá y Washington, que combina diferencias políticas, diplomáticas y ahora personales, deja abierto un escenario incierto. Aunque la cooperación bilateral continúa en distintas áreas, la revocación de la visa al jefe de Estado colombiano marca un precedente que podría condicionar la relación en adelante.
Fuente: AP y El País






Ricardo says:
A Petro le retiraron la visa, a mí El Mercurio me censuró recién este comentario: 1) que Maduro fue elegido el 2013 en elecciones que fueron consideradas internacionalmente democráticas y en un país sin sanciones foráneas. 2) que ninguna elección democrática puede tener lugar en un contexto de bloqueos o sanciones foráneas, como las
iniciadas o exacerbadas allí desde el 2017 .3) que Maduro tiene , luego, legitimidad de origen. 4) que sin el levantamiento previo de aquéllas , son imposibles, ( reiterando ) elecciones democráticas.
Serafín Rodríguez says:
Hay formas y formas de decir lo que uno quiere. Si Petro hubiera citado a Bolívar en cuanto a la represión armada en cualquier parte del mundo —»Maldito el soldado que apunta su arma contra su pueblo»—, tal vez habría pasado piola. En todo caso, sus dichos definitivamente ponen en la mira del Departamento de Estado al Boric y su discurso con obvios ataques a Trump y grandilocuente patrocinio de Bachelet a la ONU. También recuérdese que en el Departamente de Estado está Marcos Rubio a quién el Botic no le recibió una llamada telefónica.
Serafín Rodríguez says:
Pero Chile es miembro de la OCDE, mierda! Y su gestora es hoy, gracias a Boric, nada menos que candidata a la Secretaría General de las Naciones Unidas del Mundo! Además Boric es un Presidente que con sus palabras le da lecciones de ética política al resto del mundo con la valentía sólo propia de los grandes hombres de estado y estadistas!