Un país sin izquierda: primeras tendencias electorales revelan un terremoto político

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Con apenas 5,9% de las mesas escrutadas, Chile comienza a dibujar el mapa político de una jornada electoral que ya está dejando sorpresas, miedos confirmados y un diagnóstico preocupante para el campo progresista. A esta altura —temprana, sí, pero decisiva en su tendencia— Jeannette Jara lidera con un 26,4%, seguida muy de cerca por José Antonio Kast, que alcanza un inesperado y potente 25,1%. Ambos quedarían prácticamente empatados en el primer lugar.

El tercer puesto, clave para la definición del balotaje, está hoy en disputa entre Franco Parisi, quien irrumpe con un muy elevado 17,4%, y Evelyn Matthei, que se mantiene rezagada con 14,3%, seguida por Johannes Kaiser, que marca 13% pese a su campaña abiertamente negacionista y extremista. Más atrás aparecen Harold Mayne-Nicholls con 1,28%, Marco Enríquez Ominami con apenas 1%, y Eduardo Artés con 0,6%.

Aunque el cómputo es todavía bajo, las tendencias son claras. Y el análisis del politólogo Juan Carlos Gómez Leyton, enviado a El Clarín, no podría ser más tajante: “La crisis de la izquierda es total y completa. Este país no tiene izquierda. Al no tener izquierda, no hay ninguna contención para la derecha neoliberal en todas sus expresiones”.

Un resultado que rompe la narrativa oficialista

Las primeras cifras van en la dirección contraria a lo pronosticado por parte del oficialismo y algunos analistas del mundo progresista. Según Gómez Leyton, “ni Marta Lagos ni Alberto Mayol estaban en lo correcto”. La votación de Kast —superior a lo anticipado— y el ascenso abrupto de Parisi señalan que el electorado de derecha está mucho más movilizado y cohesionado de lo que la centroizquierda esperaba.

El politólogo agrega un punto crucial: “Jara pasa a segunda vuelta, pero el país está girando hacia la derecha en todas sus variantes: la extrema, la populista y la liberal”. Incluso si Jara logra mantener el primer lugar, el escenario que se perfila no es de avance para el progresismo, sino de resistencia ante una ola conservadora que no encuentra freno.

La derecha se fortalece en todas sus versiones

Las cifras lo muestran sin ambigüedades:

• Kast confirma un piso electoral sólido, con capacidad de disputar el primer lugar.

• Kaiser, pese a su discurso brutal —indultos a violadores de DD.HH., reivindicación abierta de la dictadura— marca un impresionante 13%.

• Matthei, aunque debilitada, mantiene un núcleo duro que podría ser clave en un eventual reordenamiento opositor.

• Parisi, casi sin campaña territorial, ocupa el tercer lugar y se levanta como el voto antiestablishment más eficaz del escenario.

Lo que para algunos parecía una disputa interna desgastante para la derecha, para otros comienza a perfilarse como la expresión de un bloque poderoso, que suma desde el neoliberalismo tradicional hasta el anarcocapitalismo negacionista.

Gómez Leyton advierte sobre este fenómeno:
“Este país dejó de tener izquierda cuando la transición absorbió al Partido Socialista en su deriva neoliberal. El Partido Comunista hoy tampoco representa una alternativa anticapitalista. Ese vacío explica estos resultados”.

La izquierda, sin músculo y sin relato

Para el politólogo, el mayor drama no está en los números, sino en lo que evidencian: la inexistencia de un proyecto de izquierda capaz de disputar sentido común, movilizar a su base social o construir una narrativa alternativa al miedo y al orden punitivo.

El resultado de ME-O y Artés —sumando apenas 1,6% entre ambos— confirma ese diagnóstico. Ninguno logra capitalizar descontento, organización social o identidad ideológica.

El voto nulo y blanco, que podría haber sido un indicador de protesta, tampoco aparece hasta ahora con fuerza. Y eso, en opinión de Gómez Leyton, confirma la falta de articulación política del campo progresista.

“No hay esperanza para la segunda vuelta”, afirma. “La izquierda desapareció hace años. Lo que vemos hoy es el resultado de esa ausencia: un país entregado por completo a las derechas en todas sus variantes”.

Una elección que reordena el tablero político

Aunque este es solo un primer corte y los porcentajes variarán durante la noche, la fotografía inicial revela tres elementos claves:

1. La derecha llega más fuerte de lo esperado

La suma Kast-Kaiser-Matthei-Parisi supera el 69% del electorado. Una cifra demoledora.

2. Jara avanza, pero sin un bloque sólido detrás

Su 26,4% la instala en segunda vuelta, pero con un camino cuesta arriba para enfrentar a un adversario de derecha unificada.

3. El progresismo carece de base electoral

No hay segunda fuerza a la izquierda que apalanque su proyecto. Tampoco hay discurso ni estructura.

En palabras de Gómez Leyton: “Chile dejó de tener izquierda desde el momento en que la democracia postautoritara renunció a un proyecto transformador. Hoy vemos ese vacío electoralizado”.

Una segunda vuelta incierta

Con estas tendencias, la pregunta que se abre no es quién lidera la elección —Jara y Kast ya parecen encaminados al balotaje— sino qué país enfrentará esa segunda vuelta:

• ¿Una derecha unida tras Kast?

• ¿Un centro liberal que se fuga hacia Parisi o se abstiene?

• ¿Un progresismo capaz de activar algo más que la base partidaria?

Por ahora, lo único evidente es que esta primera fotografía revela el país real: uno que gira a la derecha mientras la izquierda sigue sin reconstruirse.

Paul Walder

Paul Walder

Periodista