La novela ganadora del premio Planeta 2025 ya está en Chile.
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Ya está en librerías chilenas la novela ganadora del Premio Planeta 2025

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Entre patios encalados y secretos de familias bien, la novela ganadora del Premio Planeta 2025 nos lleva al corazón de Sevilla para contarnos una historia de deseos, contradicciones y segundas oportunidades.
En una sociedad donde las apariencias lo son todo, la protagonista siente por primera vez el vértigo de la libertad y descubre cómo el deseo, los celos y la culpa no saben de edades ni de clases sociales.

Su autor, Juan Del Val (Madrid, 1970) es escritor, guionista y columnista. Con una voz directa y sin adornos, se ha consolidado como narrador de historias incómodas y conmovedoras en las que la intimidad, el deseo, la clase social y la culpa se entrelazan con agudeza y verdad emocional.

Es autor de varias novelas de éxito y colaborador habitual en prensa y televisión. Vera, una historia de amor es, quizá, su obra más íntima: el retrato sin concesiones de una mujer que se atreve a cambiar su destino.

Vera, una historia de amor.

Avalado por el Premio Primavera 2019 y con el respaldo incondicional de los lectores que le han llevado a vender decenas de miles de ejemplares con sus últimas novelas, Juan del Val vuelve a dirigir su mirada hacia ese universo femenino que tanto le fascina, aquel en el que las mujeres se emancipan a través del deseo y donde, lejos de ser meras figuras decorativas y testimoniales, se convierten en el verdadero motor, emocional y simbólico, de sus vidas.

Vera, una historia de amor reúne en sus páginas muchas de las características literarias que ya conocemos de Juan del Val por sus anteriores novelas y que le han convertido en un autor de éxito: la libertad, la honradez, la búsqueda de la autenticidad.

Del Val no pretende idealizar a la mujer; tampoco la victimiza. La muestra, sencillamente, tal como es, en su complejidad, con todas sus contradicciones y toda su fuerza interior.

Con una prosa aparentemente sencilla y un lenguaje coloquial, escrito en tercera persona, Juan del Val vuelve a demostrar que lo importante en su narrativa no son los hechos, sino cómo se viven. Su honradez narrativa se reviste así de un dramatismo emocional que le permite ahondar en la verdad de lo cotidiano sin recurrir a artificios formales.

SINOPSIS

Hastiada de un matrimonio que ya no la hace feliz y carcomida hasta los huesos por el aburrimiento y una existencia sin ilusión, a sus cuarenta y cinco años, Vera Luque — alta, guapa, elegante, hija de un importante empresario sevillano— toma una decisión que cambiará su vida: romper con su marido, Borja Manuel Laguía, marqués de Villaecijilla.

Lo que en principio parece una ruptura amistosa y educada entre dos personas que ya no se aman, se tornará en un peligroso juego de celos y rencores cuando Vera conoce a Antonio, un joven vendedor de pisos con más labia que patrimonio —alto, guapo, moreno, soltero y diez años menor que ella—, tan seductor como imprevisible.

Un suceso inesperado y terrible, sin embargo, la alejará de un mundo al que ya no quiere pertenecer y desencadenará una serie de hechos que, como piezas de un puzle ficticio, irán encajándose hasta revelarle una trágica imagen final. Una que nadie querría conocer.
De una clásica historia de amor a una revolución íntima.

Juan del Val narra en la novela ganadora del Premio Planeta 2025, una clásica historia de amor, una aventura sentimental donde la protagonista descubre que la felicidad no siempre llega a lomos de un caballo blanco, sino a través de gestos sutiles como una sonrisa franca y la promesa de un nuevo comienzo.

Lo que empieza como una pequeña liberación en la vida de una mujer no tardará en convertirse en una auténtica revolución íntima que, primero, llevará a la protagonista a cuestionarse sus deseos y valores y después, a reinventarse emocionalmente, atreviéndose a sentir, elegir y equivocarse sin tener que pedir permiso a nadie por ello.

Juan del Val vuelve a demostrarnos con esta novela que domina muy bien el género. Con una mirada honrada, empática y lúcida, sus protagonistas femeninas —mujeres que un día toman las riendas y viven sus vidas con autenticidad y no pendientes de las apariencias— encarnan la condición humana que busca sentido a su existencia.

Son sus voces las que dotan a la narración de una credibilidad concreta y palpable, fundamentada en contradicciones reales, deseos insospechados e imperfecciones emocionales.

Para el autor, la libertad femenina no es una consigna ideológica, sino una vivencia íntima. Vera, al igual que sus otras protagonistas, no se libera mediante proclamas ni eslóganes, sino a través de los sentimientos.

Estos conflictos personales y emocionales, en ocasiones también sociales, son los que desencadenan la acción y las empujan a la búsqueda de una ansiada libertad personal.
Un ritmo fresco y adictivo para una experiencia literaria intensa.

La profundidad psicológica y la sensibilidad narrativa convierten la lectura de Vera, una historia de amor en una experiencia literaria intensa.

El ritmo fresco y adictivo al que nos tiene acostumbrados Juan del Val, su habilidad para construir diálogos convincentes, cercanos y efectivos, y su prosa cristalina, casi coloquial, generan una atmósfera de verosimilitud que contagia al lector y lo mantiene enganchada página tras página.

Su técnica, a base de capítulos cortos, escenas rápidas, diálogos naturales, descripciones precisas que evocan lugares, gestos y emociones sin detenerse en florituras, es ya el sello personal de su escritura. Es un estilo que engancha, que incomoda en ocasiones, pero donde nada se edulcora porque muestra como nadie la verdad de lo cotidiano.

El barrio del Arenal en Sevilla como escenario físico y espacio cargado de simbolismo.
Desde niña, la vida de Vera ha transcurrido fuera de la ciudad.

Dejó Casa Caldera, su finca familiar, para instalarse en La Paz, la finca del marqués. No es la única ni la más rentable, pero es donde quiso vivir después de casarse. Sin embargo, a pesar de los espacios abiertos y la tranquilidad, Vera se asfixia, siente que le falta el aire.

Un ático en el barrio del Arenal será su tabla de salvación, un territorio de conquista donde construir una nueva identidad y desprenderse de un pasado que le agobia.

El Arenal es en la novela de Juan del Val mucho más que un barrio.

Es un espacio metafórico donde reflejar el estado interior de la protagonista, un lugar que cumple una función simbólica y existencial: marca el inicio de un viaje de liberación. Como en todas las novelas del autor, en Vera, una historia de amor no podía faltar el erotismo.

Pero no en un sentido físico y provocador, sino como la auténtica fuerza narrativa que impulsa la transformación de la protagonista. La sensualidad es en Vera casi una experiencia mística, un despertar, una afirmación de su propia existencia.

Historia del Premio Planeta

José Manuel Lara Hernández, animado por el deseo de promocionar a los autores españoles, creó en 1952 un premio de novela.

El Premio Planeta se ha convertido en un acontecimiento literario que cumple fielmente la finalidad que se propuso: situar a los autores españoles galardonados en unos altísimos niveles de difusión y de popularidad.

La historia de los setenta y cuatro años del más popular certamen literario español, se ha escrito con las ilusiones y las esperanzas de sus participantes y con el interés y la avidez de millones de lectores.

Entre los escritores chilenos participantes y ganadores están Marcela Serrano que fue finalista el 2001 con su novela Lo que está en mi corazón y Antonio Skármeta, quien ganó el premio el año 2005 con la novela El baile de la Victoria.

Dotación económica

De las 40.000 pesetas iniciales actualmente el premio es de 1.000.000 de euros para la novela ganadora y 200.000 euros para la obra finalista, lo que lo convierte en el premio literario con mayor dotación del mundo.



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