Política Global

La neutralidad puesta en entredicho: amenaza a la acreditación de periodistas extranjeros en Suiza

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 12 segundos

Mientras Suiza se enorgullece de su papel como mediadora en conflictos internacionales y garante de los derechos fundamentales, una decisión reciente del Departamento Federal de Asuntos Exteriores (DFAE) pone en duda esa imagen. Al modificar las condiciones de acreditación de los periodistas extranjeros, el DFAE compromete el acceso a la información y debilita un pilar esencial de la democracia: la libertad de prensa.

La nueva ordenanza federal sobre la acreditación de corresponsales de medios, que entrará en vigor el 1 de agosto de 2025, introduce criterios más estrictos para los periodistas extranjeros que deseen cubrir la actualidad federal. Mientras que el reglamento de 1992 reconocía la diversidad de estatus profesionales —incluidos los independientes— y valoraba la colaboración con la Asociación de la Prensa Extranjera en Suiza y Liechtenstein (APES), el texto de 2025 centraliza las decisiones en manos de la Cancillería Federal y del DFAE, reduciendo el papel consultivo de la APES a una mera formalidad.

Fundada en 1928, la APES es el interlocutor principal del DFAE en todas las cuestiones relativas a los representantes de medios extranjeros. Cumple una función de mediación, defensa y reconocimiento profesional, especialmente para periodistas que cubren las organizaciones internacionales con sede en Ginebra. El reglamento de 1992 le otorgaba un derecho de consulta obligatorio en caso de modificación del texto. Sin embargo, como reveló una indiscreción transmitida por Jean Musy, presidente de la APES, no se realizó ninguna consulta antes del anuncio oficial de la supresión del reglamento y de la tarjeta de acreditación, hecho por el embajador Nicolas Bideau durante el almuerzo ginebrino del 3 de octubre de 2025.

Una reforma con sabor a restricción

La exigencia de una actividad mínima del 40 % para obtener una acreditación permanente, y del 60 % para acceder a un puesto fijo, excluye de facto a numerosos periodistas independientes, colaboradores ocasionales o corresponsales polivalentes, así como a gran parte de la prensa extranjera en Suiza. El riesgo es evidente: homogeneización de las voces, marginación de perspectivas críticas y obstaculización de la cobertura internacional de los asuntos suizos.




La supresión de la tarjeta del DFAE, que especificaba el estatus de periodista reconocido por las autoridades suizas, amenaza directamente el acceso a fuentes, conferencias de prensa e instituciones culturales o deportivas. Debilita el ejercicio mismo de la profesión, especialmente para los freelances, ya afectados por la precarización del sector.

Consultado por la APES, Denis Masmejan, secretario general de Reporteros Sin Fronteras Suiza, denunció esta decisión como una grave amenaza a la pluralidad informativa: «La acreditación del DFAE cumplía una función muy distinta a la del Centro de Prensa del Palacio Federal. Permitía reconocer a periodistas activos en organizaciones internacionales, fuera del ámbito estrictamente político.»

¿Una democracia sin testigos?

La libertad de prensa no se mide únicamente por la ausencia de censura, sino por la capacidad de los periodistas de ejercer su oficio sin trabas administrativas. Al endurecer los criterios de acreditación, el DFAE introduce una forma de selección profesional que podría asemejarse a una restricción encubierta.

La APES recuerda que la propia ONU sigue exigiendo la acreditación del DFAE para autorizar el acceso de periodistas extranjeros al Palacio de las Naciones. Eliminar este dispositivo equivale a romper un vínculo institucional esencial entre Suiza y la Ginebra internacional, justo cuando crece el escepticismo hacia el multilateralismo.

Para justificar estas medidas, el DFAE invoca la revisión de la ordenanza sobre la acreditación en el Centro de Prensa Federal. Pero como subraya la APES, «no se trata de una limpieza jurídica, sino de un acto de poder». Tras la supresión de los bonos de transporte CFF para periodistas de la APES, esta nueva decisión parece confirmar una voluntad de distanciamiento, incluso de desentendimiento, respecto a la prensa extranjera.

La APES ha exigido públicamente la retirada inmediata y sin condiciones de estas medidas. Porque más allá de las tarjetas y los reglamentos, lo que vacila es una cierta idea de Suiza: la de un país abierto, garante de derechos, y dispuesto a escuchar todas las voces, incluso las que vienen de fuera.

Ginebra, 10 de octubre 2025

Elena Rusca

 



Foto del avatar

Elena Rusca

Periodista, corresponsal en Ginebra

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *