
Jorge Sharp: «El problema de las izquierdas es que hemos demostrado poca capacidad para constituir un proyecto histórico»
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El exalcalde de Valparaíso Jorge Sharp busca ahora un escaño en la Cámara, con un programa centrado en seguridad, empleo y salud, y con la convicción de que la política debe “estar siempre del lado de la gente”. Desde una mirada crítica a la izquierda institucional, apuesta por recomponer un proyecto estratégico capaz de disputar espacios a la derecha y devolver protagonismo a las comunidades.
Tras ocho años al frente de la alcaldía de Valparaíso, Jorge Sharp se despide del municipio para dar un salto a la arena parlamentaria. Abogado de formación y figura emergente desde el auge del Frente Amplio, Sharp encabezó una gestión marcada por la crisis social, la pandemia y los incendios, con énfasis en devolver al municipio su legitimidad como institución al servicio de la ciudadanía. Su decisión de no repostularse a la alcaldía responde, afirma, a un principio básico de respeto a la palabra empeñada.
En la entrevista con El Clarín, destaca logros como la protección de barrios mediante la modificación del Plan Regulador, la creación de la Red de Salud Popular que atiende a más de 100 mil personas, la municipalización de los parquímetros para financiar seguridad, y el Parque Barón como fruto de la política de diálogo incluso con opositores. Pero también reconoce falencias, especialmente la falta de articulación con el comercio local y, más en lo estratégico, la incapacidad de haber consolidado un actor social autónomo capaz de impulsar transformaciones más allá del municipio.
De cara al Congreso, Sharp propone un trabajo centrado en seguridad, empleo y salud, con un enfoque territorial y ciudadano. Plantea organizar el parlamento por distritos y no por bancadas partidarias, impulsar una ley de puertos para que las comunas donde se generan recursos los retengan, y emprender una gran reforma de la atención primaria de salud. A ello suma medidas para limitar la reelección y reducir las dietas parlamentarias, con el fin de evitar una clase política distante de la realidad.
En lo más estratégico, Sharp sostiene que la izquierda chilena no ha sido capaz de articular un proyecto histórico de sociedad, lo que ha permitido a la derecha ocupar espacios que antes le estaban vedados. Aunque valora la labor del gobierno de Boric frente a una oposición obstruccionista, mantiene autonomía crítica y plantea la urgencia de volver a debatir en torno a un horizonte común de país. “El parlamento es importante, pero no el único lugar desde donde se puede sembrar un proceso de transformación democrática a la chilena”, afirma, subrayando que su propuesta busca reconectar con la gente desde la cercanía, la austeridad y la convicción de que la política debe estar siempre “del lado de la gente”.
¿Cuál crees que fue el principal legado de tu gestión en Valparaíso y qué autocrítica haces de los aspectos no logrados?
Creo que logramos reconstruir la legitimidad del municipio como una herramienta de gobierno local que siempre debe estar del lado de la gente. En nuestros 8 años vivimos dos incendios, la revuelta y la pandemia, por lo tanto, la gestión siempre avanzó de la mano con procesos sociales que hacían cambiar las prioridades que uno dibujaba en un papel.
Dicho eso, destacaría el haber modificado el Plan Regulador Comunal para proteger barrios; la Red de Salud Popular donde se atienden más de 100 mil vecinos; la municipalización de los parquímetros cuyos recursos se destinaron a seguridad; el Acuerdo por Valparaíso y el Parque Barón que son resultado de nuestra política de diálogo incluso con actores opositores a nuestra gestión; y el apoyo permanente a las organizaciones sociales, vecinales, culturales y deportivas, para nosotros son aspectos clave en los casi 8 años del proyecto de la Alcaldía.
Y en relación a la autocrítica, por supuesto que la tenemos. Pudimos apalancar mucho más la relación con el comercio local por ejemplo o exigir más a este gobierno un conjunto de obras que podrían haber cambiado la cara a la ciudad; sin embargo, en lo más estratégico me parece que no fuimos capaces de construir o aportar a formar un actor social que no dependiera solo de la relación con el municipio como institución sino que se constituyera como una fuerza capaz de empujar los cambios que necesita la ciudad más allá de quien gobierne el estado local que es el municipio.
¿Por qué decidiste ahora dar el salto al Congreso y no optar por una reelección municipal?
Simplemente porque cuando fuimos a la reelección por primera vez el año 2021 nos comprometimos que no íbamos a repostularnos el 2024. Y para nosotros la palabra es algo que se respeta, aunque podíamos ir a una nueva reelección.
La arena parlamentaria ¿Qué te motiva a disputar un escaño en la Cámara, y qué diferencia a tu candidatura de otras de la izquierda en la región?
Nosotros teníamos la posibilidad de postular como senador o diputado y elegimos la segunda alternativa porque creemos que desde la Cámara es posible mantener una cercanía mayor con los territorios, comunidades, familias y personas.
Y en relación a las diferencias con otras candidaturas de izquierda, quiero ser muy respetuoso con todos los proyectos políticos que día a día intentan impulsar una política para que la gente viva mejor, sin embargo, para nosotros es clave el rol que cumplen las comunidades y el protagonismo que la propia gente debe tener en las transformaciones para alcanzar un mayor bienestar.
El Congreso es un lugar tan importante como un sindicato, una Junta de Vecinos, un club deportivo o un medio de comunicación social y por eso hemos insistido que hay que bajar las dietas y asignaciones y limitar las reelecciones, ya que de esa forma no se genera una clase política alejada de la realidad y de los problemas que viven día a día millones de personas.
Tu movimiento Transformar hoy integra la lista Verdes, Regionalistas y Humanistas. ¿Qué te llevó a sumarte a esta alianza y qué papel esperas jugar dentro de ella?
Con Frevs tenemos una alianza electoral que lleva varios años y que ha dado espacio a un entendimiento de mayor alcance; lo mismo con Acción Humanista, tenemos grandes amistades en esa organización porque tenemos coincidencias en el diagnóstico de la realidad actual de la política chilena. De ambas fuerzas valoramos su disposición a entregar un lugar a organizaciones más pequeñas o locales que también quieren tener una voz nacional, con generosidad sin pedir nada a cambio.
Fuiste parte del Frente Amplio en sus inicios y luego te distanciaste. ¿Cómo te sitúas hoy frente a esa izquierda institucional y al gobierno de Gabriel Boric?
Respetamos el trabajo que llevan adelante todas las fuerzas progresistas que están en el gobierno porque han tenido una oposición obstruccionista, que solo ha dado su brazo a torcer en iniciativas que benefician a su sector como ocurrió en el salvataje de las isapres o la reforma previsional.
Nosotros hicimos campaña y votamos por el presidente Boric porque siempre vamos a poner por delante los intereses del país por sobre cualquier diferencia. No fuimos parte del gobierno, nos mantuvimos en una posición de autonomía que nos dio la libertad para apoyar las buenas ideas y criticar las malas decisiones.
Sin embargo, el problema de las izquierdas es que hemos demostrado poca capacidad para constituir un proyecto histórico, de sociedad y eso ha facilitado que la derecha siembre en campos donde antes no podía entrar. La derecha no solo desarticuló el histórico sujeto popular sino que además fue capaz de constituir otros, aunque tampoco la tiene fácil. Por eso es fundamental que volvamos a debatir lo estratégico, más en el contexto mundial en el que nos encontramos.
¿Cuáles serán los temas centrales de tu campaña parlamentaria? ¿Dónde se pondrá el acento legislativo si logras llegar al Congreso?
Seguridad, empleo y salud; con dos principios: siempre del lado de la gente y con la determinación de cruzar la calle, es decir, hablar con los contrarios si fuera necesario para impulsar políticas que permitan que la gente viva más y mejor. Por eso mismo, estamos proponiendo que ambas cámaras no se organicen por bancadas partidarias, sino regionales o distritales, con un claro principio territorial, para que de esta forma todas y todos los parlamentarios deban ponerse de acuerdo en función de los intereses de la gente y no de los partidos.
Desde la experiencia municipal, ¿qué reformas crees necesarias para fortalecer a las regiones y gobiernos locales frente al centralismo?
Primero, que la riqueza que se genera en el territorio quede en el mismo lugar y para eso es clave contar con una ley de puertos para que puedan tributar en las comunas y regiones donde se encuentran.
Segundo, necesitamos el mismo trato: si en Santiago se bajan las contribuciones a propiedades comerciales para activar la economía local, exigimos lo mismo para Valparaíso, Viña del Mar, San Antonio y todas las ciudades del país.
Tercero, Chile necesita una gran reforma de la atención primaria de salud donde se atiende más del 80% de la población. Con 11 mil pesos al mes no alcanza, hay que incrementar esos recursos, pero también mejorar la gestión, hacerla más eficiente y terminar con la excesiva permisología para proyectos de salud cuyo retraso solo impactan de forma negativa la vida de la gente. Si queremos terminar con las listas de espera que hoy afectan a más de 2 millones de personas hay que transformar la atención primaria de salud.
¿Qué propuestas tienes en relación con empleo, condiciones laborales y el futuro del modelo económico en Chile?
Yo creo que hay que hacerle la vida más fácil a las pymes que general el 80% del empleo en Chile. Eso se puede hacer apoyando con subsidios o disminuyendo la carga tributaria. Hay iniciativas que pueden significar un círculo virtuoso como por ejemplo, entregar un subsidio de contratación a jóvenes que sean empleados por pymes, ya que eso ayuda a las pequeñas y medianas empresas y también permite que un joven adquiera experiencia. Y esto hay que hacerlo sin tanta postulación ni fondos concursables que lo único que provocan es una presión mayor en ese tipo de empresas.
Chile tiene que discutir sobre su estrategia de desarrollo para los próximos 50 años, asumir que la relación con los recursos naturales va a cambiar, que la matriz energética será otra, que el cambio climático va a provocar procesos migratorios en toda la región, que la inteligencia artificial va a impactar en la estructura productiva, cultura y científica del país, entre otras cosas. Por eso es tan importante que la política entienda el lugar que ocupa, que no se puede estar peleando por cualquier cosa, que es necesario conversar sobre el futuro de la sociedad. Hoy nada está asegurado.
La política vive una crisis de legitimidad. ¿Cómo planeas reconectar con una ciudadanía desencantada de partidos, liderazgos y del propio Congreso?
Intentando promover una política que tenga como principio fundamental estar siempre del lado de la gente y que no tenga dudas en conversar con otros por más distintos que sean para empujar proyectos que signifiquen más bienestar para la gente. Tampoco perpetuándose en el cargo y exigiendo que los que ganan menos ganen más y que las autoridades que ganamos mucho, ganemos menos.
¿Te imagina esta candidatura como un paso intermedio hacia otras responsabilidades políticas, o tu objetivo es construir un proyecto de largo plazo desde el Congreso?
Este es un paso que decidimos como Movimiento Transformar, que además de mi candidatura presentó la de Rodrigo Ruiz por el distrito 7 y de Octavio González por el distrito 6. Estamos convencidos que podemos cambiar ciertas lógicas de la política nacional y eso es lo que nos motiva, sin embargo, si solo nos quedamos en la lógica parlamentaria vamos a estar facilitando una nueva derrota de nuestro campo político que debe asumir que el parlamento es un lugar importante, pero no el único desde donde se puede sembrar un proceso de transformación democrática a la chilena.
Paul Walder






Serafín Rodríguez says:
El TPP11 es el broche de oro que amarró al país «per saecula saeculorum» al neoliberalismo gobalizado con la firma del pailón del tobogán! En todo caso, si Sharp — quien de «sharp» tiene bien poco— estuviera en lo correcto en cuanto a eso de «las izquierdas» que en los hechos son inexistentes, debería bajarse de su carrera electoral junto con su candidata Jara porque lo que en efecto está reconociendo es que carecen de un proyecto político, económico y social que tenga algún nivel de trascendencia.
Serafín Rodríguez says:
Este comentario complementa el del profesor Portales.
Felipe Portales says:
¡Si ni siquiera existe hoy en Chile una izquierda propiamente hablando que esté cuestionando de raíz la práctica «consistente» de la «centro-izquierda» concertacionista, frenteamplista y PC de haber legitimado, consolidado y profundizado el modelo neoliberal legado por la dictadura, al haber cohonestado el «saqueo» privatizador de la dictadura y haber continuado las privatizaciones y concesiones «a troche y moche» en favor de los grandes grupos económicos nacionales y extranjeros (hasta hoy como en el caso del litio); al haber destruido todos los medios de comunicación de centro-izquierda (hasta hoy como en el caso de «Clarín»); al haber consolidado las AFP (hasta hoy con la ley en que Jeannette Jara fue la protagonista) y las Isapres (hasta hoy con el salvataje de más de mil millones de dólares); al haber profundizado la inserción de Chile en forma solitaria y subordinada al neoliberalismo global (hasta hoy como en el caso del TPP11 y del tratado con la Unión Europea); etc.!
Entonces, lo primero es reconstituir una verdadera izquierda que desengañe al pueblo chileno de las profundas falacias de una «centro-izquierda» que se derechizó completamente hace décadas, como lo reconoció desfachatadamente el máximo ideólogo de la Concertación, Edgardo Boeninger, en su libro de 1997: «Democracia en Chile. Lecciones para la gobernabilidad», que está en PDF (ver especialmente pp. 367-73).