
Ley de fraude en Chile: ¿Qué dice y qué debes saber para denunciar el robo de tu dinero en las cuentas?
Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 37 segundos
Diciembre para muchas personas es el mes con más gastos de todo el año. El fervor por la época navideña, sumado a los viajes y entretenimiento e incluso en paseos laborales y escolares, lo convierten en una fecha intensa para la economía familiar.
Para los más jóvenes, también significa dejar atrás un año cargado de estrés y responsabilidades y comienza el período de fiestas y festejos, donde muchas veces el relajo en bares o salidas nocturnas puede jugar una mala pasada.
En los últimos años, en varios sectores de Santiago, que son muy concurridos por las noches, se han registrado fraudes y robos de dinero en tarjetas de crédito o débito, a través de distintos modus operandi: desde el cambiazo y robo de celulares hasta las clonaciones, lo que ha puesto en jaque la relación entre bancos y clientes.
¿Qué dice la ley en estos casos?
Ante este escenario, existe la Ley N°20.009 que “establece un régimen de limitación de responsabilidad para titulares o usuarios de tarjetas de pago y transacciones electrónicas en caso de extravío, hurto, robo o fraude”.
Pero esta misma norma, sufrió una variación en 2020, debido a los numerosos casos de autofraude detectados por algunas instituciones financieras.
El banco se hace responsable de las transacciones que el titular desconozca y debe abonar hasta un monto de 35 UF en un plazo de 5 días hábiles. Pero si el monto es superior a 35 UF, la suma debe depositarse en los 7 días hábiles siguientes. Para hacer efectivo el reclamo, el banco exige al usuario la suscripción de una declaración jurada simple y una denuncia policial.
Sin embargo, de comprobarse dolo (intención de causar daño) o culpa (negligencia o falta de cuidado que lleva a ocasionar un daño) grave, el banco puede eximir su responsabilidad e incluso demandar al cliente o que escale a una denuncia, en caso de considerarse un delito, lo cual sí podría ameritar prisión.
Con todos estos antecedentes, sufrir un hecho de esta índole parece ser un verdadero dolor de cabeza, que incluso puede ponerte en problemas.
“Los fraudes bancarios están a la orden del día. Eso, sumado a un relajo cuando se está compartiendo o pasándola bien, es un contexto donde una persona puede salir verdaderamente perjudicada.
Por eso, hay que intentar nunca bajar la guardia y en caso de sufrir el robo del teléfono, no dejar acceso fácil a las cuentas bancarias», explica David González, Investigador de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica.
Por lo mismo, la compañía comparte los mejores tips para no caer en este tipo de fraudes al momento de realizar pagos.
Usar tarjetas con chip: Estas ofrecen más seguridad que las tarjetas de banda magnética comunes, las cuales podrían ser alteradas y clonadas.
Nunca perder de vista la tarjeta y exponer tu pin: Cuando uno está distraído es que el delincuente aprovecha de hacer el clásico “cambiazo” o cambiar los montos que no corresponden a lo consumido. Siempre es bueno tapar el dispositivo de pago con la mano al momento de cancelar la compra.
Usar dinero en efectivo: Pese a que es una forma de pago que va en retirada, el pago con billetes nos deja sin posibilidad alguna de sufrir un fraude electrónico, aunque sí nos expone a un robo o hurto de manera física.
Chequear los logos y estado de la máquina de pago con tarjeta: Si bien parece una tarea algo compleja para el usuario común, siempre es aconsejable verificar los logos y el estado del equipo. Las que están alteradas, frecuentemente, no traen los distintivos bancarios, además de tener un aspecto a muy mal traer.
Revisar tus cuentas corrientes cada tanto: Hechas las compras, es recomendable ingresar a tu banco y ver el detalle de las compras para revisar que el monto cargado y el destinatario es el correcto.
Pagar con carteras digitales: Este sistema de pago es seguro ya que requiere de accesos con reconocimientos biométricos (huella dactilar, rostro o voz).
Tener en cuenta el origen del código QR: Hoy en día, es muy poco común ver cartas físicas en bares o restaurantes. El escaneo de QR es una realidad y también un peligro.
Antes de escanearlo, hay que asegurarse de que proviene de una fuente fiable. También disponer de alguna aplicación que permita previsualizar la URL a la que deriva el código QR, con el objetivo de confirmar si es segura o no.
Ante este escenario, es fundamental estar siempre atentos al momento de hacer compras y realizar pagos con tarjetas de débito o crédito y tener en cuenta estas recomendaciones para así evitar pasar malos momentos, sobre todo en el fin de año, donde las ganas de celebrar son más fuertes.





