
Pese a la reafirmación del antisemitismo por Pío XII, el profundo efecto del Holocausto generó una creciente insatisfacción con aquel por parte de crecientes sectores de católicos. A las posiciones ya mencionadas de Jacques Maritain y del grupo de Friburgo de Gertrud Luckner, fueron sumándose importantes personalidades como los cardenales Jules Saliege (francés) y Johannes