
Justicia tardía: Ex miembros de la Armada condenados por secuestro de historiador y profesor universitario durante la dictadura
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A más de medio siglo del crimen, la Corte de Apelaciones de Valparaíso dictó una sentencia que reconoce el secuestro y la responsabilidad penal de tres ex miembros de la Armada en la detención ilegal de Félix Francisco Figueras Ubach, historiador, académico y militante del Partido Comunista, secuestrado y torturado tras el golpe militar de 1973.
En un fallo de segunda instancia, la Cuarta Sala del tribunal porteño confirmó las condenas contra el contraalmirante (r) Erwin Conn Tesche, el capitán de fragata infante (r) Héctor Santibáñez Obreque y el suboficial mayor (r) Juan de Dios Reyes Basaur. Los tres ex uniformados fueron sentenciados a cinco años y un día de presidio mayor en su grado medio por su responsabilidad como autores del delito de secuestro con grave daño en contra de Figueras Ubach.
La sentencia ratifica lo resuelto en primera instancia por el ministro en visita Max Cancino, quien encabeza las investigaciones por violaciones a los derechos humanos en la jurisdicción. El tribunal rechazó todas las apelaciones interpuestas por las defensas de los acusados y también las de la parte querellante, que había solicitado condenas por otros delitos.
Aunque los tres ex funcionarios fueron absueltos del delito de aplicación de tormentos, y Reyes Basaur también fue absuelto del delito de detención ilegal, la confirmación de la condena por secuestro es, para la parte querellante, un paso importante en la búsqueda de justicia.
“La sentencia de primera instancia fue confirmada. Si bien rechazaron nuestro recurso, destaco el hecho de que exista una condena para los victimarios de Félix Figueras Ubach y que no quede impune el delito cometido en su contra», señaló la abogada Carolina Vega, del Estudio Caucoto Abogados. «Han pasado más de 50 años y recién hoy se está discutiendo sobre este tema. La familia lleva esperando décadas por un poco de justicia, verdad y reparación, y recién hoy ven un avance significativo».
El rol de la Armada en la represión
Durante los primeros meses del régimen militar, la Armada de Chile desempeñó un papel activo en la represión política, especialmente en zonas costeras. Diversas instalaciones navales se convirtieron en centros de detención y tortura, como la Academia de Guerra Naval, el Cuartel Silva Palma, la base aeronaval El Belloto y el buque escuela La Esmeralda, conocido como “la Dama Blanca”.
Muchos miembros de la Armada pasaron a integrar organismos represivos como la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), el Comando Conjunto y la Central Nacional de Informaciones (CNI), participando en operaciones sistemáticas de persecución contra opositores al régimen.
La historia detrás del caso
El fallo detalla que Félix Figueras Ubach, de 30 años, fue secuestrado el 11 de diciembre de 1973 desde su hogar en Viña del Mar por efectivos del Regimiento Coraceros, en presencia de su madre y su hermana. Figueras, de nacionalidad chilena y ascendencia española, era profesor adjunto del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile en Valparaíso y dirigente del Partido Comunista. Su detención fue parte de una operación represiva dirigida por el Servicio de Inteligencia de la Comandancia de Área Jurisdiccional de Seguridad Interior (SICAJSI), compuesto principalmente por agentes de la Armada.
Luego de su detención, fue trasladado a la Academia de Guerra Naval en Playa Ancha, donde permaneció incomunicado y fue sometido a intensos interrogatorios acompañados de torturas físicas y psicológicas. Testimonios recabados por la investigación señalan que los detenidos salían de estas sesiones en condiciones deplorables, muchos de ellos sin poder caminar por sus propios medios.
El 15 de diciembre de 1973, tras un interrogatorio particularmente severo, Figueras fue conducido a un baño en el cuarto piso del edificio naval. Según los antecedentes reunidos, desde allí se lanzó al vacío por una ventana sin protección, cayendo en el estacionamiento del recinto y muriendo en el acto. Su cuerpo fue posteriormente reconocido por un médico amigo en el Hospital Naval de Playa Ancha.
Durante su detención, Figueras nunca fue puesto a disposición de ningún tribunal ni autoridad competente, como tampoco se inició proceso judicial alguno en su contra. Sólo tras su muerte se dio cuenta del caso a la justicia naval, que abrió una investigación centrada exclusivamente en las circunstancias de su fallecimiento.
Una justicia que aún avanza con lentitud
El caso de Félix Figueras Ubach es uno más entre los cientos de crímenes de la dictadura que aún se investigan en Chile, muchos de ellos obstaculizados durante décadas por pactos de silencio y falta de voluntad política. Sin embargo, el avance de estas causas en el Poder Judicial refleja una creciente apertura a esclarecer los hechos y a aplicar justicia, aunque tardíamente.
La condena a tres altos ex oficiales de la Armada no solo establece responsabilidad penal individual, sino que también reafirma la existencia de una estructura represiva organizada dentro de las Fuerzas Armadas para perseguir y eliminar a los opositores del régimen.
Para la familia de Félix Figueras, este fallo representa un alivio parcial y una validación de una lucha larga y silenciosa por justicia y memoria. Su caso es un recordatorio del alto costo humano de la represión estatal, y de la urgencia de mantener viva la memoria histórica frente a los intentos de negacionismo o relativización.
Aunque la justicia llegó tarde, llegó.






Alexandre says:
Como diría la Mathei « era inevitable »