Trump incluye el cobre refinado en su arancel: golpe a la principal exportación chilena a EE.UU
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Este viernes, se conocieron más detalles sobre el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de imponer un arancel del 50 % a las importaciones de cobre desde el próximo 1 de agosto. Según informó Bloomberg, citando fuentes cercanas al proceso, la medida incluirá al cobre refinado, una categoría que representa el grueso de las exportaciones chilenas hacia Estados Unidos y que podría tener efectos sensibles en la economía nacional.
El cobre refinado, obtenido mediante procesos como la refinación electrolítica, es la forma en que Chile exporta la mayor parte de su producción a EE.UU., especialmente los cátodos de Codelco. Según Bloomberg, este tipo de cobre “representa la mayor categoría del metal que importa Estados Unidos” y gravarlo “tendrá amplias repercusiones” en sectores clave de la economía norteamericana como redes eléctricas, construcción, automóviles y artículos electrónicos.
Impacto para Chile y EE.UU.
Si bien Chile envía solo el 11,3 % de su producción de cobre a Estados Unidos, se trata de un producto de alto valor y calidad, apreciado por las industrias norteamericanas. La medida amenaza con encarecer estos insumos críticos en un contexto de transición energética global.
El anuncio ha generado inquietud en la industria chilena. Los cátodos de cobre, principal producto de exportación de Codelco, quedarían directamente afectados. Esto podría traducirse en una reducción de los ingresos por exportaciones, con efectos en las cuentas fiscales y en la economía nacional, aunque aún se desconoce el detalle de la orden ejecutiva y posibles excepciones.
En Estados Unidos, el impacto también sería considerable. Al depender de importaciones para cubrir gran parte de su consumo de cobre refinado, el arancel podría encarecer insumos para sectores estratégicos como la electromovilidad y las energías renovables, contraviniendo los objetivos de la política industrial estadounidense.
Boric desde El Teniente: defensa del cobre y llamado a unidad
Desde la mina El Teniente, durante la conmemoración de los 54 años de la nacionalización del cobre, el presidente Gabriel Boric abordó la controversia con un mensaje que combinó firmeza y diplomacia.
“La minería del cobre chilena hace una contribución vital para sustituir los combustibles fósiles que calientan el planeta y para reemplazarlos por energías limpias”, dijo Boric, y agregó: “Esperamos que la comunidad internacional no ponga trabas ni penalizaciones al cobre, sino que abra caminos para su desarrollo. Cuanto más se restringe el cobre, más avanza el calentamiento global”.
El Mandatario subrayó la solidez institucional del país para enfrentar las contingencias internacionales y reafirmó el compromiso de Chile de seguir ofreciendo cobre de alta calidad a los mercados globales. “Bregamos por salvaguardar la soberanía y el interés nacional”, sentenció.
Estrategia chilena en curso
Este mismo viernes, el canciller Alberto van Klaveren y la ministra (s) de Hacienda, Heidi Berner, encabezaron una nueva sesión del Consejo de Alto Nivel para la Respuesta Estratégica de Política Económica y Financiera Internacional (CPEFI), creada para monitorear el impacto de las tensiones comerciales globales.
Van Klaveren explicó que el gobierno lleva meses trabajando para anticipar posibles impactos del contexto comercial actual. “Eso incluye poner todos los esfuerzos para contar con las mejores condiciones posibles para nuestras exportaciones de cobre al mercado estadounidense”, dijo.
El canciller destacó el “trabajo técnico y político permanente, oportuno y sistemático” del Ejecutivo, asegurando que Chile seguirá demostrando “la seriedad, solidez institucional y responsabilidad que distingue a nuestro país en el mundo”.
Un momento para repensar la estrategia
El anuncio de Trump llega en un momento de reflexión sobre el rol del cobre en el desarrollo económico chileno y su posición en el comercio global. Economistas como Andrés Solimano han advertido que medidas como esta exponen la vulnerabilidad de un modelo basado en la exportación de materias primas sin mayor valor agregado.
La situación también reaviva debates sobre la necesidad de diversificar mercados y fortalecer alianzas comerciales más allá de Estados Unidos, así como de explorar la cooperación entre países productores para garantizar estabilidad de precios y condiciones justas en el comercio del metal rojo
