Chile al Día Portada

La liberación del sicario del “Rey de Meiggs” sacude al sistema judicial y agrava la crisis de seguridad en Chile

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 46 segundos

El país amaneció este martes con una nueva sacudida en medio de la crisis de seguridad que atraviesa Santiago. La inesperada liberación de Osmar Alexander Ferrer Ramírez, sicario imputado por el asesinato del empresario José Felipe Reyes Ossa, conocido como el “Rey de Meiggs”, no solo desató indignación pública, sino que abrió un flanco crítico sobre la confianza en el sistema de justicia.

Ferrer Ramírez, ciudadano venezolano vinculado a bandas con nexos con el Tren de Aragua, había quedado en prisión preventiva el pasado 9 de julio tras ser formalizado por homicidio calificado, robo con intimidación e infracción a la Ley de Armas. Sin embargo, un día después, Gendarmería recibió una orden judicial —aparentemente válida según sus sistemas de verificación— que instruía la liberación inmediata del imputado.

El hecho se conoció públicamente recién el 14 de julio, desencadenando una investigación urgente del Ministerio Público y generando cuestionamientos sobre posibles fallas o vulneraciones dentro del Poder Judicial.

Cordero: “Un hecho extremadamente grave”

El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, calificó la situación como “extremadamente grave”. En conversación con Radio Pauta, descartó que la excarcelación se debiera a un hackeo informático y subrayó que “todas las combinaciones posibles son terribles”.




“Esto impacta directamente en la confianza del sistema de justicia”, afirmó Cordero, quien además reveló que el documento fue recibido “a través de los canales regulares” por Gendarmería. La orden de libertad fue considerada auténtica en las primeras verificaciones, aunque no existía registro de una revisión de medidas cautelares que justificara el cambio.

El ministro señaló que el Ministerio Público solicitó a Interpol la emisión de una alerta azul y posteriormente una alerta roja para lograr la recaptura de Ferrer Ramírez. “Tan pronto se tuvo conocimiento, se actuó con rapidez, pero el daño está hecho. Es una frustración enorme para las policías y el Ministerio Público que lograron la detención de este sujeto solo 20 días antes”, lamentó.

Gajardo: “Si fue un error, es impresentable”

El ministro de Justicia, Jaime Gajardo, se sumó a las críticas y confirmó que Gendarmería no fue víctima de ningún hackeo. “La solicitud de levantamiento de la medida cautelar nos llegó por el conducto regular y con los medios de verificación regulares”, dijo en Radio Universidad de Chile.

Gajardo advirtió que el incidente debe ser investigado con la máxima diligencia: “Si fue un error, es impresentable. Si no fue un error y hay algún tipo de suplantación o falsificación en el ámbito del tribunal, también es extremadamente grave. Todas las opciones son malas”, sentenció.

Un síntoma de una crisis mayor

La excarcelación de Ferrer Ramírez ocurre en un contexto particularmente sensible para Chile. La semana pasada, la infiltración del narcotráfico en las Fuerzas Armadas quedó al descubierto tras las detenciones de militares del Ejército y la Fuerza Aérea sorprendidos colaborando con redes de tráfico de drogas en el norte del país.

Ahora, las sospechas se trasladan al Poder Judicial, con la posibilidad de que actores del crimen organizado estén logrando penetrar los sistemas de verificación de resoluciones judiciales o incluso influir en la emisión de estas.

Analistas advierten que el caso refleja un patrón preocupante: una criminalidad cada vez más organizada, con capacidad de corromper instituciones clave del Estado. El OS9 de Carabineros ya emitió una alerta de búsqueda para dar con el paradero del sicario, mientras la Fiscalía investiga cómo pudo emitirse y validarse una orden de liberación sin los debidos controles.

La sombra del Tren de Aragua

Osmar Ferrer Ramírez es señalado como miembro de una banda con nexos con el Tren de Aragua, organización criminal transnacional que ha expandido sus operaciones en Chile en los últimos años. El homicidio de Reyes Ossa ocurrió el 19 de junio en Ñuñoa, cuando tres atacantes emboscaron al empresario y a su acompañante al salir de un edificio residencial.

La Fiscalía ECOH (Equipo de Crimen Organizado y Homicidios) formalizó a Ferrer y a otros dos ciudadanos venezolanos como responsables del crimen. Apenas días después, uno de ellos ya está de nuevo en las calles por una orden cuya autenticidad aún no ha podido ser explicada.

Reacción política y medidas en evaluación

En el Congreso, la polémica ha encendido un debate sobre la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad en los tribunales y en Gendarmería, así como sobre el control del crimen organizado en Santiago y otras ciudades.

“Este es el tipo de situaciones que erosionan la confianza ciudadana y muestran que la delincuencia organizada no solo opera en los barrios, sino que está golpeando las puertas de las instituciones”, afirmó el diputado Jorge Brito, miembro de la Comisión de Defensa.

Mientras tanto, la búsqueda de Ferrer Ramírez continúa. Para el gobierno, cada hora cuenta no solo para recapturar al sicario, sino también para contener el daño político e institucional que la liberación ha provocado.



Related Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *