Ley de IA en Chile: ¿Protección o freno al desarrollo tecnológico?
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El proyecto de ley que busca regular el uso de la inteligencia artificial (IA) en Chile avanza en el Congreso, pero no sin generar un intenso debate. Lo que comenzó como una iniciativa para proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos podría terminar asfixiando a un ecosistema digital en pleno crecimiento, según alertan expertos, gremios tecnológicos y parlamentarios.
La propuesta, inspirada en la legislación europea, incorpora niveles de exigencia que preocupan a quienes lideran la innovación local. Startups, pymes y centros de investigación quedarían en desventaja frente a grandes corporaciones, mientras se eleva el riesgo de que Chile pierda competitividad regional en un área estratégica para su desarrollo.
“Estamos frente a una ley que responde más al temor que al desarrollo. Lo que necesitamos es armonizar la legislación ya existente y sancionar los malos usos, no impedir el crecimiento del ecosistema”, advirtió la diputada Paula Labra Besserer, integrante de la Comisión de Futuro, Ciencias y Tecnología.
Un marco legal que podría excluir a los pequeños innovadores
Uno de los puntos más controvertidos es la imposición de obligaciones técnicas y legales que, para startups y pymes, resultan prácticamente inalcanzables. Entre ellas, se contempla la trazabilidad total de decisiones algorítmicas y la implementación de sistemas de evaluación de impacto ético, procesos que exigen inversiones millonarias fuera del alcance de empresas emergentes.
“Esta ley impone estándares que solo las grandes corporaciones pueden cumplir”, señaló Raúl Ciudad, vicepresidente de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de la Información (ACTI). “En lugar de restringir, deberíamos fomentar ambientes de prueba, abrir el acceso a datos y generar condiciones para el crecimiento de soluciones hechas en Chile”.
Ciudad subrayó que un ecosistema digital saludable necesita reglas que incentiven, no castiguen, la innovación. En su visión, un exceso de regulaciones podría apagar la creatividad de emprendedores y académicos que hoy desarrollan soluciones locales adaptadas a la realidad chilena.
Paula Labra
Una propuesta desconectada del ecosistema digital
La diputada Labra también cuestionó la falta de articulación con las políticas públicas vigentes, como el Plan Nacional de Inteligencia Artificial y el Plan de Data Centers. Según ella, la coexistencia de esta nueva normativa con leyes como la de ciberseguridad y la de protección de datos personales genera duplicidad y posibles incoherencias regulatorias.
“Duplicar normativas no mejora la protección; sólo agrega barreras que el ecosistema ya ha aprendido a gestionar con las herramientas actuales”, afirmó Labra.
La crítica apunta a que, en lugar de fortalecer la agenda digital del país, la ley podría debilitarla, enviando señales contradictorias a inversionistas y desarrolladores.
Chile frente a la competencia internacional
Mientras países como Japón, Corea del Sur y Singapur capturan inversiones millonarias gracias a marcos regulatorios flexibles y adaptativos, Chile corre el riesgo de quedarse atrás. Un entorno legal demasiado estricto podría desalentar la instalación de infraestructura tecnológica, dificultar la llegada de capital extranjero y reducir la competitividad del país en el mapa regional.
“Chile está a tiempo de legislar con visión de futuro: la inteligencia artificial no se detiene, y la regulación tampoco debería conseguirlo”, subraya un comunicado de ACTI, que junto a otras organizaciones tecnológicas y académicas, ha llamado a rediseñar la ley en un proceso colaborativo que equilibre la protección de derechos con el desarrollo de capacidades locales.
¿Regulación o innovación? El dilema está abierto
La discusión sobre cómo regular la IA sin ahogar el desarrollo tecnológico es, en esencia, un debate sobre el futuro del país. Entre proteger a los ciudadanos y permitir que florezca la innovación, el desafío será encontrar un equilibrio que no convierta a Chile en un espectador del avance tecnológico global.
