Poder y Política

La Democracia Cristiana cruza el Rubicón: apoya a Jara y abre una nueva etapa política

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 2 segundos

La Junta Nacional de la Democracia Cristiana (DC), realizada este sábado 26 de julio, marcó un hito crucial en la historia reciente del partido: con 167 votos a favor y 97 en contra, la colectividad resolvió apoyar la candidatura presidencial de Jeannette Jara, militante comunista y carta oficialista de la alianza de gobierno. La decisión, sin embargo, tuvo un efecto inmediato: la renuncia del presidente del partido, Alberto Undurraga, quien había anunciado que daría un paso al costado si se optaba por respaldar a la exministra del Trabajo.

El gesto no fue simbólico. La salida de Undurraga cierra un ciclo de tres años al mando del partido y deja abierta una etapa de reconfiguración interna que estará liderada por el senador Francisco Huenchumilla, quien asumirá la presidencia en calidad de vicepresidente vigente. Con este cambio, la DC no solo redefine su postura frente al escenario electoral de 2025, sino también su identidad política frente a sus propias bases y al país.

El dilema resuelto y sus costos internos

La resolución de la Junta Nacional no fue sencilla. En los días previos, la tensión interna había escalado con fuerza: expresidentes del partido, figuras como Carmen Frei, Jorge Pizarro o Enrique Krauss, rechazaron abiertamente el apoyo a Jara. La directiva, encabezada por Undurraga, advirtió sobre el riesgo de quiebre. Y desde fuera, los partidos del oficialismo elevaron la presión: tanto el Partido Socialista como el PPD advirtieron que no habría pacto parlamentario si la DC se marginaba del respaldo presidencial.

El debate de fondo no era meramente táctico, sino estratégico e incluso identitario: ¿podía la DC aliarse con el Partido Comunista sin traicionar su historia? ¿Era posible subsistir en solitario en el actual sistema electoral sin condenarse a la irrelevancia?




Con la votación del sábado, la mayoría de la militancia dio su respuesta: prefirió integrarse a una coalición más amplia, progresista y programática, aunque eso implicara tensar su ADN histórico. Junto al apoyo a Jara, la Junta también aprobó —por una abrumadora mayoría de 219 votos contra 29— la incorporación a la lista parlamentaria de Unidad por Chile, el conglomerado oficialista.

Reacciones cruzadas: entre la celebración y la incertidumbre

Desde el oficialismo, las reacciones fueron inmediatas y celebratorias. Jeannette Jara agradeció públicamente el respaldo democratacristiano, señalando que lo asumía con humildad y como un compromiso con un Chile “más justo y unido”. El gesto fue interpretado como un intento explícito por ampliar su base política y suavizar los temores que aún despierta su figura en el electorado de centro.

En tanto, la senadora Paulina Vodanovic, presidenta del Partido Socialista, subrayó que esta decisión permitirá “soñar en unidad, desde la DC hasta el PC”, como en otros momentos históricos. A su juicio, la construcción de una coalición progresista sólida permitiría dar continuidad a los avances sociales alcanzados en los últimos años y ampliar la agenda de transformaciones.

Desde el Frente Amplio, el diputado Diego Ibáñez consideró la decisión como una “tremenda noticia” y destacó que este nuevo paraguas progresista será “más dialogante, plural y representativo de la sociedad chilena”. Según su lectura, la DC ya ha sido parte de ese diálogo, especialmente en reformas clave como la de pensiones, donde su opinión fue decisiva para alcanzar consensos.

Huenchumilla al timón, una DC en tránsito

La conducción de Francisco Huenchumilla marca el inicio de una etapa incierta, pero también de posibilidades. El senador por La Araucanía ha sido una voz moderada dentro del partido y uno de los primeros en respaldar a Jara, lo que podría facilitar la articulación interna en este nuevo escenario. Sin embargo, la herida abierta con sectores tradicionales no cerrará fácilmente.

En su intervención, el diputado Eric Aedo —otro defensor del apoyo a la candidatura oficialista— sostuvo que la decisión fue tomada “mirando al futuro de Chile” y llamó a trabajar por una propuesta que garantice justicia social, desarrollo económico y seguridad. La senadora Yasna Provoste también había manifestado su respaldo a Jara, consolidando una corriente interna dispuesta a proyectar a la DC dentro de una nueva coalición de centroizquierda.

Pero los detractores no han desaparecido. El jefe de bancada DC, Héctor Barría, mantuvo hasta el final sus dudas respecto de las señales emitidas por dirigentes del PC como Lautaro Carmona o Daniel Jadue. La tensión entre el recelo histórico y la necesidad política seguirá latente.

El fin de una época, el comienzo de otra

Lo decidido este sábado no es solo un acuerdo electoral. Es un punto de inflexión. La Democracia Cristiana, que durante décadas marcó el ritmo del centro político chileno y fue pivote de consensos republicanos, hoy se sumerge en una etapa de redefinición. Su voto duro ha menguado, su caudal electoral se ha erosionado, y su marca histórica ya no moviliza como antaño. Sin embargo, aún conserva una red territorial, una mística de centro reformista y un electorado flotante que puede ser clave en una segunda vuelta presidencial.

La decisión de respaldar a Jeannette Jara representa un salto político audaz, pero también un acto de supervivencia. Una DC testimonial, aislada y sin alianzas, habría terminado por desaparecer. Una DC que apueste por la gobernabilidad, por reformas dialogadas y por reinsertarse en un proyecto de país, todavía puede reconstruirse.

El tiempo dirá si el salto fue un acto de audacia visionaria o el paso previo a una disolución por absorción. Por ahora, la Falange ha cruzado su Rubicón.



  1. Serafín Rodríguez says:

    Huenchumilla explicó el apoyo de la DC a Jara afirmando que “el anticomunismo ya no es tema […] y la DC se quedó sin ideas”.

    ¿Es que a su entender y en su opinión, China y Corea del Norte están tan desfasados como Cuba?

    ¿Y es que la DC se quedó sin ideas o es que las abandonó “por un plato de lentejas” o pitutos en vez de actualizarlas? ¿Es que el ideario de Jacques Maritain, Emmanuel Mounier o Luigi Sturzo y la doctrina social de la Iglesia Católica ya no cuentan?

    ¿Qué clase pendejo es éste? ¿Del pubis o del culo? —con mis excusas a quienes prefieren decir “anus”…

    La única motivación para la movida en cuestión no es otra más que agarrar algunos cupos parlamentarios gracias a la lista única oficialista y tal vez, a lo mejor, quizás, quién sabe… algunos pitutos en un eventual gobierno PC… De hecho, la DC bien podría haber expresado su apoyo a una de las candidaturas de derecha declaradas como tales, pero como no llevan lista parlamentaria única, ahí no hay nada que agarrar…

    En la izquierda clásica, bien conocemos las movidas e intereses políticos de la DC, empezando por su adhesión al golpe y la mal solapada esperanza de que los milicos le traspasarían el poder como “partido mayoritario de Chile con Aylwin a la cabeza”, lo que eventualmente ocurrió aunque a regañadientes después de 17 años de dictadura para iniciar el hasta ahora largo periodo postdictatorial…

    • Serafín Rodríguez says:

      Y si no, pregúntenles a los mapuche, como Huenchumilla muy bien sabe en cuanto al estado de sitio al que están someridos prácticamente desde el inicio del gobierno actual, cuya continuidad apoya con su partido…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *