
«El asilo contra la opresión»: la ironía de la memoria
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Las huellas de la dictadura son parte de nuestro tiempo presente por eso las heridas siguen abiertas sin cicatrizar. Hace poco se conmemoraban los 50 años del fatal golpe a la democracia chilena, esa traición realizada por militares y civiles que perdieron su dignidad al cometer distintos crímenes y delitos.
Hace poco días se volvían a desclasificar las acciones ilícitas relacionadas al narcotráfico, por otra parte, aparecían sanciones relacionadas a los fraudes económicos del dictador y su familia. Figuras como las de Allende, Pinochet o Lucía Hiriart siguen dividiendo nuestra sociedad que sigue en una transición democrática retardada por ominosos pactos junto a la debilitación del enclenque sistema político.
La periodista Alejandra Matus viene aportando con varias investigaciones a la comprensión de la dictadura y de la transición, es una voz autorizada en la perspectiva histórica. Por eso es que esta obra teatral de «ficción» titulada «El asilo contra la opresión» invita a ser vista desde una perspectiva política. El formato del teatro es una buena herramienta para difundir ideas y expresar contenidos con cierta pretensión ética, sobre esto autores y activistas como Luis Emilio Recabarren tenían plena certeza.
El GAM en el intenso programa de este año que celebra quince de existencia como innegable referente cultural, integró la obra a su agenda con el acierto que respaldó el público llenando las funciones programadas.
La puesta en escena es rica en el uso del recurso de ironía con un elenco sólido de la compañía Los Contadores Auditores que lograron confirmar un gran elenco con participación de Jaime Omeñaca, Natalia Valdebenito, Carlos Donoso, Carmen Diza Gutiérrez, Tatiana Molina, Germán Pinilla, Camila Le-Bert, Juan Pablo Larenas, Carla Casali, Sandra Huequemán, Carlos Pacha Medina, Paula Magné Palacios, Francisca Ortíz. Actuaciones notables siguiendo en parte un formato similar al musical atravesado siempre por la ironía propia del humor negro.
Una obra que permite una especie de catarsis, la cual perfectamente podría ser considerada como parte de ese reventón cultural que no tuvimos pos dictadura en los años de «recuperación» democrática. Pertinente representación que desde la ficción permite ver cuestiones de la intervención dominadora en el contexto de la guerra fría que buscaba imponer visiones de mundo para un orden global en donde los acontecimientos locales tienen escaso espesor significativo.
Alex ibarra Peña.
Dr. En Estudios Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra





