Desigualdad sigue siendo prioridad para los chilenos: 57% la ubica entre los principales problemas del país
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La desigualdad vuelve a instalarse como uno de los problemas más relevantes para la sociedad chilena. Según el estudio internacional “Índice de Igualdad 2025”, realizado por Ipsos en 31 países, un 57% de las personas en Chile considera que este es uno de los problemas más importantes del país, seis puntos por sobre el promedio global (51%).
El peso de la desigualdad en Chile
La percepción nacional se encuentra, sin embargo, cinco puntos por debajo del promedio latinoamericano (63%), la región que encabeza la preocupación mundial. Asia-Pacífico (53%), Europa (42%) y Norteamérica (36%) se ubican bastante más abajo en la jerarquía de inquietudes.
En Chile, el estudio indica que la ciudadanía atribuye principalmente al gobierno la responsabilidad de disminuir la desigualdad: un 75% lo considera el actor central en esta tarea, diez puntos por encima del promedio global. Le siguen los medios de comunicación (31%) y los empleadores (25%). Solo un 7% de los encuestados señala a los individuos como responsables, cifra significativamente menor al promedio internacional (20%).
Respecto al éxito personal, la opinión se divide: 43% cree que depende de méritos y esfuerzo propios, mientras que otro 43% sostiene que está determinado por factores externos y fuera de control.
Igualdad de oportunidades versus igualdad de condiciones
El estudio muestra que para 49% de los chilenos una sociedad justa es aquella donde todos tienen las mismas oportunidades, mientras que un 18% estima que debería garantizarse la misma calidad de vida para todos.
Alejandra Ojeda Mayorga, directora de Estudios Públicos de Ipsos Chile, explicó:
“La desigualdad es reconocida como un problema en Chile. Sin embargo, dado el actual nivel de desigualdad registrado en el país, se le podría atribuir mayor relevancia. La atención ciudadana se ha desplazado en los últimos años hacia la seguridad pública y la migración, mientras persiste la idea de que la meritocracia define las posibilidades de progreso y de que el gobierno es quien debe liderar los avances en igualdad”.
¿Han ido demasiado lejos los intentos de igualdad?
El informe también revela percepciones divididas sobre los esfuerzos por promover igualdad: 47% cree que deben ir más lejos, mientras un 23% estima que ya se ha ido demasiado lejos.
En comparación con 2023, la proporción de personas que considera necesario seguir avanzando cayó siete puntos en Chile (de 54% a 47%), la baja más pronunciada de la región. En paralelo, aumentó en cinco puntos la opinión de que las políticas de igualdad han ido demasiado lejos.
Cuando se pregunta qué grupos sufren mayor trato injusto en Chile, los encuestados mencionan en primer lugar a las personas adultas mayores (45%), seguidas de personas con discapacidades físicas (38%), neurodivergentes (32%), mujeres (28%) y migrantes (27%).
Ojeda subrayó que Chile “forma parte de una tendencia mundial en que emergen miradas más individualistas y críticas hacia políticas centradas en grupos minoritarios, aunque la mayoría sigue apoyando la necesidad de avanzar en igualdad para todos los sectores”.
Accesibilidad digital: un nuevo desafío
La edición 2025 incluyó, por primera vez, preguntas sobre accesibilidad digital. En Chile, 41% de los encuestados declara estar familiarizado con los problemas que enfrentan las personas con discapacidad al usar productos y servicios digitales, la cifra más alta de América Latina y cinco puntos sobre el promedio global.
Existe además un consenso sobre la necesidad de cambios: 93% de los chilenos cree que las marcas deben crear experiencias digitales accesibles para personas con discapacidad, por sobre el 86% del promedio mundial.
Una mirada de largo plazo
El “Índice de Igualdad” confirma que la desigualdad continúa siendo una preocupación estructural en Chile, aunque eclipsada en los últimos años por la seguridad y la migración. Al mismo tiempo, refleja una sociedad tensionada entre la exigencia de mayor igualdad y la percepción de que los esfuerzos ya han llegado demasiado lejos.
En un país marcado por altos niveles de concentración económica y persistentes brechas sociales, los datos de Ipsos vuelven a poner sobre la mesa la urgencia de políticas públicas que trasciendan la retórica y se traduzcan en transformaciones efectivas para garantizar oportunidades y condiciones de vida dignas para todos.
