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6 certezas en el mundo post-Alaska

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Mucho se ha especulado sobre el futuro de la situación mundial después de la reunión de los Presidentes Putin y Trump en Alaska recientemente. Y otro tanto sobre el futuro inmediato de la guerra en Ucrania. Curiosamente, la guerra genocida de Israel contra el pueblo palestino en Gaza no despierta más comentarios que aquellos -ahora si de los medios de prensa del mundo entero – sobre  los diarios bombardeos sobre la población civil y los asesinatos a quienes hacen largas filas para recibir alimentos. Niños y mujeres en su mayoría. De acciones de los gobiernos y no palabras de quienes pueden intervenir, nada.

Tal vez esta es una primera certeza. Los EEUU y las principales potencias europeas simplemente pareciera que esperan que Israel “termine el trabajo” como dijo Netanyahu. Es la certeza que el llamado mundo occidental apoya esta masacre por parte de su incondicional aliado como han calificado a Israel tanto el Vice-Presidente de EEUU J.D.Vance así como la belicosa representante de relaciones exteriores de la Unión Europea Kaja Kallas.

La defensa de los DDHH pasa a ser un falso y cínico lenguaje diplomático cuando se trata de la lucha de las potencias mundiales por recursos y zonas de influencia en el mundo. Los EEUU son el principal responsable de este genocidio junto a Israel, por más que sus dirigentes intenten encubrirlo. Las negociaciones con Hamas para un cese el fuego no terminan nunca puesto que no están programados para ello. Se trata de dar tiempo a Israel para el exterminio total del pueblo palestino.

Una segunda certeza respecto de lo anterior, es que los países árabes circundantes a Gaza no levantan un dedo para defender al pueblo palestino, salvo la honrosa lucha que da el pueblo yemení bombardeando constantemente a Israel. La ayuda no vendrá de los otros pueblos árabes. Los gazatíes están librados a su suerte. Lo que significará su exterminio.




Una tercera certeza es que tanto China como Rusia tampoco vendrán en apoyo de Palestina, más allá de sus denuncias y acusaciones en la ONU contra el Estado hebreo. Pareciera que reconocen la hegemonía de EEUU en el Medio Oriente, como una señal más del mundo multipolar donde vivimos hoy. Es este mundo donde se verifica el retorno a las llamadas áreas de influencia. Un poco a la imagen de lo que ocurría durante la Guerra Fría del siglo pasado entre EEUU y la URSS.

Una cuarta certeza, refiriéndonos ahora a la reunión de Alaska, es que Rusia termina de confirmar frente a los ojos de EEUU y Occidente en general, su estatus de gran potencia militar. Tal vez la mayor del mundo hoy por hoy. Sus armas conocidas tienen un poder de fuego enorme y resultan imparables a los sistemas de defensa actuales de los países occidentales, los EEUU incluidos. Tal es el reconocimiento de los expertos militares. Es este poderío el que la ha hecho conseguir en la reunión de Alaska de mantener todas sus exigencias para el fin de la guerra y la necesaria seguridad europea que deberá establecerse a continuación.

De que EEUU ya no manda en el mundo, esta reunión ha sido un claro ejemplo. Trump ha finalmente desistido de exigir el fin de las hostilidades, el establecimiento de una tregua de cualquier tipo que fuese, y ha reconocido que Ucrania no será parte de la OTAN. Ha implícitamente reconocido también que no es EEUU quien va a determinar el fin o no de la guerra y las condiciones finales de una rendición.

En otras palabras, EEUU viene de reconocer que ha sido derrotado en Ucrania. Será Rusia quien determine casi todo para terminar dicho conflicto. Es posible sí que haga algunas concesiones, visto su deseo de no querer dejar mal en la fotografía al “amigo” Trump. Y esto es una gran diferencia respecto del período inmediatamente anterior a Alaska donde Trump presumía de mandar y daba plazos a Rusia o la amenazaba con submarinos atómicos. Todo eso se ha caído al suelo.

Intentando escabullir el bulto de la derrota, en días posteriores Trump y gente de su entorno nos dicen que ellos como mediadores hicieron todo lo posible por terminar el conflicto pero sin éxito.  Si los europeos desean continuar la guerra es asunto de ellos. Pero deberán pagar para continuarla. Lo mismo para Ucrania. El bulto de rendición final lo tendrán que asumir los europeos, visto que Zelenski, fuera de toda realidad, repite una y otra vez que Ucrania no cederá territorios y Rusia debe retirarse a la frontera de 1991.

Una quinta certeza y que ha quedado claro después de esta reunión es que las potencias europeas, antaño con una palabra en los asuntos mundiales ahora simplemente no cuentan a la hora de las decisiones fundamentales entre las potencias hegemónicas. Las que dicho sea de paso son claramente hoy los EEUU, China y Rusia. Ni Alemania, ni Francia o el Reino Unido tienen ni fuerza militar ni base económica hoy para golpear la mesa del tablero mundial. Algo que reconocen lastimosamente. Su visita en romería a EEUU para tener una entrevista con Trump después de Alaska lo demuestran claramente. Reunión donde el jefe de Estado norteamericano los recibió atentamente, los escuchó con paciencia y los despidió sin aceptar ninguna de las propuestas que estos le hacían. Simplemente los ignoró, independientemente que después de dicha reunión, y muy al estilo de Trump, este haya declarado que tal vez habría que desplegar tropas de EEUU en Ucrania después de firmada la paz entre Rusia y Ucrania como parte de las garantías de seguridad que reclaman unos desesperados líderes europeos. Desesperados los líderes europeos porque se han creído sus propios miedos inventados, construidos para el público europeo con el fin de justificar un gasto militar que hoy no pueden realísticamente hacer. Miedos creados artificialmente porque no hay una sola prueba concreta para una invasión rusa. Burdo argumento además porque si ese fuese el propósito de Rusia, lo haría ahora mismo, en tanto Europa no tiene fuerza militar para enfrentarla. Esto reconocido por los Estados mayores de las potencias europeas. Sin embargo este estúpido argumento de que “ahí vienen los rusos” se distribuye diariamente por la prensa europea. Todo sea para justificar un gasto militar que los europeos a todas luces no están hoy en condiciones de hacer. Así lo dicen algunos hoy sin ambages. Sin embargo, la rusofobia europea hace su camino. Y mucha gente cree que serán invadidos. La mayoría de los europeos con todo no escucha ni habla de la guerra de Ucrania ni de los rusos ni de su presumida invasión. Las dificultades económicas de las grandes mayorías europeas, las bajas pensiones y la carestía de la educación, los arriendos y los alimentos son su preocupación principal. La oposición a la guerra es porque se tiene conciencia de manera creciente que los fondos destinados a las políticas sociales será ahora invertido en gasto militar. Un verdadero suicidio para los actuales dirigentes europeos, los que incapaces de admitir su derrota militar y política a manos de Rusia siguen lanzados en una corrida hacia el abismo.

Una última certeza dice sobre el papel que EEUU continúa a creer que tiene en el mundo. Premunidos de la idea de su excepcionalidad como nación, superior a todo el resto, continúa convencida que debe continuar en su papel de potencia dominante en el mundo. A pesar de su muy catastrófica situación económica, la que en parte quieren paliar extorsionando al resto de los países del mundo vía tarifas y sanciones, han aprobado un trillón de dólares para mantener sus ejércitos en todo el mundo. Indispensable para ejercer su rol de hegemón principal. Sus operaciones en el Mar de China donde a diario se provocan con la marina china, o el reciente envío de una flota frente a las costas de Venezuela dan cuenta de esto. Y esta falta de reconocimiento de la realidad de un mundo que ya no es el que continúan a creer, significará enormes problemas y conflictos en el mundo entero. Continuará por tanto EEUU a acosar Rusia buscando desestabilizar los países vecinos a esta donde la CIA es capaz de crear otros Maidán o primaveras árabes. Georgia, Azerbaiyán, Moldavia o Armenia están junto con otros entre los candidatos a ser otras Ucranias. Para no hablar en otro plano de Finlandia, que mueve tropas a su frontera rusa y se presta voluntaria para mantener tropas de la OTAN esperando misiles de corto y mediano alcance, unidos a un lenguaje agresivo contra el oso ruso. No sorprende que el Primer Ministro finlandés, que nada tendría que haber hecho en la reunión en Washington, haya estado también presente y sido invitado a decir algunas palabras para la TV, en lo que era un espectáculo de subordinación y vasallaje pocas veces visto.

Mientras más tiempo demore el gigante norteamericano en comprender cabalmente y reconocer que ya no puede imponer su voluntad en todos lados, más tiempo habrá una enorme inestabilidad en el mundo en este período de transición y que será más largo o más corto dependiendo de este reconocimiento. Período donde la fuerza continúa a ser el argumento principal en las relaciones internacionales. Cada uno velando por sus intereses materiales. Supuestos elevados principios se subordinan frente a estos. El fin como siempre justifica los medios. Razón de Estado o Seguridad Nacional son invocadas para cometer cualquier crimen. Irónico en un mundo que se cree inteligente y civilizado.

 

Patricio Serendero



  1. Faltó una terrible certeza : que ni Rusia ni China se involucrarán de verdad en América lat. , donde EEUU podrá hacer su voluntad ¿ como nunca en la historia del continente ?

    • Patricio Serendero says:

      Gracias por el comentario. Apenas intentábamos hablar de lo que vemos ahora. Predecir el futuro creo es solo para los pitonisos. China ya está involucrada en la economía latinoamericana como sabemos. A futuro pienso cuando esta sea el hegemón, tal vez tb se involucre políticamente. De hecho ya ha salido a apoyar a Brasil rechazando la ingerencia de EEUU

      • Sí, es imposible predecir , pero yo me permito extrapolar la visión de Putin fraternizando con Trump, «el gran pacificador» , y China aplaudiendo la escena ; mientras en Palestina …………..; y no puedo evitar el pensar que América l. puede llegar a ser Palestina . Felicitaciones por sus artículos, y me extraña que , aparentemente, tengan poca difusión o repercusión , al igual que Clarín en general.

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