
El gobierno de Milei sacudido por un nuevo escándalo de corrupción en medio de la crisis económica
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El presidente argentino Javier Milei está en medio de un torbellino político que sacude los cimientos de su administración. A la par de una economía estancada, que golpea con dureza a trabajadores y empresas, un nuevo escándalo de corrupción salpica directamente a su entorno más cercano: su hermana Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y los hermanos Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem, este último presidente de la Cámara de Diputados.
Una economía en retroceso
Mientras las revelaciones avanzan en los tribunales y los medios, el país enfrenta una economía virtualmente empantanada. Según datos oficiales y privados, la actividad industrial funciona a menos del 50% de su capacidad, con pequeñas y medianas empresas severamente golpeadas por la caída del consumo y el freno productivo.
El ajuste del gasto público y la política de desregulación impulsada por Milei ha significado que 184 mil trabajadores estatales quedaran desempleados, junto con miles de despidos adicionales en fábricas y comercios. Los salarios estancados y la pérdida del poder adquisitivo completan un panorama de creciente descontento social.
Medicamentos, sobreprecios y coimas
En medio de ese clima, estalló el caso de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Su exdirector, Eduardo Spagnuolo —amigo personal de Milei, exabogado y ex candidato de La Libertad Avanza— denunció que la compra de medicamentos a la Droguería Suizo Argentina SA se realizaba con sobreprecios y que parte de esos fondos terminaban en coimas repartidas entre Karina Milei, Lule Menem y Martín Menem.
Los contratos investigados alcanzaban los 25 mil millones de pesos anuales (unos 19 millones de dólares). Spagnuolo aseguró, en audios que él mismo reconoció como propios, que la repartición mensual de sobornos llegaba a 800 mil dólares.
La situación se agravó cuando la justicia ordenó su detención en Nordelta, uno de los barrios más exclusivos de Buenos Aires. En su poder se encontraron sobres con 260 mil dólares en efectivo, además de dos teléfonos celulares incautados como evidencia.
Defensa y Fuerzas Armadas también implicadas
La trama se expandió aún más tras revelaciones periodísticas. El conductor Pablo Duggan (Radio 10) informó que el ministro de Defensa, Luis Petri, firmó contratos por 100 mil millones de pesos (75 millones de dólares) con la misma droguería, también por instrucción directa de la Presidencia.
Estos acuerdos estaban destinados a la provisión de medicamentos para las clínicas del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA), en un contexto donde militares y personal de seguridad denunciaban precariedad en los servicios médicos y desabastecimiento de remedios.
El caso compromete indirectamente a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ya que el IOSFA atiende también a Gendarmería y Prefectura Naval, instituciones bajo su órbita.
Escándalos acumulados
El periodista Jorge Rial reveló en C5N que las operaciones de Suizo Argentina SA eran conocidas y aprobadas por el Ejecutivo. Y el analista Jonathan Viale, uno de los comunicadores más cercanos al presidente, sorprendió al reconocer en público el cúmulo de casos que afectan al oficialismo:
“Vamos a los hechos: primero, una estafa por una cripto promocionada por el presidente; segundo, valijas que se saltaron controles de aduana traídas desde EE. UU. por Leonardo Scatturice; tercero, el Banco Nación contratando a la empresa de la familia de Martín Menem; y ahora, un audio del exdirector de Discapacidad contando que Lule Menem puso gente para quedarse con retornos de laboratorios. ¿No sienten que ya son demasiados escándalos en un año y medio de gobierno?”
Un gobierno en crisis de legitimidad
La acumulación de denuncias y pruebas compromete cada vez más a la llamada “mesa chica” de Milei, encabezada por su hermana Karina y por Lule Menem, considerado su principal operador político. Mientras tanto, la justicia avanza en la investigación, con nuevas indagatorias que podrían extenderse a otros ministerios y dependencias estatales.
Con una economía que no despega, desempleo creciente y ahora un escándalo de corrupción que golpea a su círculo íntimo, la administración libertaria enfrenta una crisis de legitimidad en sus primeros 18 meses de gestión. Para un presidente que construyó su discurso sobre la “casta política corrupta”, las revelaciones sobre el reparto de coimas y contratos sobregirados amenazan con derrumbar la narrativa que lo llevó al poder.





