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INDH y organizaciones de DD.HH. llaman a garantizar la continuidad del Plan de Búsqueda: “Esa búsqueda no puede terminar”

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En el marco de la conmemoración del Día de las Detenidas y los Detenidos Desaparecidos, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) realizó el conversatorio “Desaparición forzada e impunidades: diálogo entre Chile y Argentina”, donde se reafirmó el imperativo de mantener viva la búsqueda de las víctimas de la dictadura.

El encuentro, realizado en el Colegio Médico, contó con los testimonios de María Adela Antokoletz, integrante de las Madres de Plaza de Mayo; Gaby Rivera, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD); y del consejero del INDH Osvaldo Torres. El director del organismo, Yerko Ljubetic, encabezó la jornada con un mensaje claro: el Plan Nacional de Búsqueda no puede quedar sujeto a la contingencia política.

“La memoria es activa”

“El Plan de Búsqueda es la expresión de esta memoria activa en Chile. Esa búsqueda no puede terminar. Por eso hemos planteado al gobierno que deben tomarse medidas para que el Plan no dependa de coyunturas ni de ciclos políticos”, señaló Ljubetic.

El director del INDH recordó que las víctimas de desaparición forzada fueron hechas desaparecer por el Estado, lo que genera una obligación institucional y no meramente moral: “Si hubiera sido tu padre, tu madre, tu hermano o tu hermana, ¿dejarías de buscar? Nosotros no”.




Testimonios de Argentina y Chile

La dimensión internacional estuvo representada por María Adela Antokoletz, cuyo hermano, el abogado Daniel Antokoletz, fue detenido en 1976 y llevado a la ESMA, sin que su familia volviera a verlo. Su madre, María Adela Gard, fue una de las 14 mujeres que iniciaron en 1977 las primeras rondas en la Plaza de Mayo.

“El pueblo argentino se fue acostumbrando a reclamar derechos. A veces se dice que las Madres lideraron el movimiento de derechos humanos. Creo que lo simbolizaron, porque cuando se desató la dictadura, cada madre empezó sola la búsqueda de su hijo o hija, hasta descubrir que eran muchas”, relató.

En tanto, Gaby Rivera, presidenta de la AFDD, remarcó la vigencia de la lucha en Chile. Su padre, Juan Luis Rivera Matus, detenido en 1975, fue encontrado recién en 2001 en el ex Fuerte Arteaga. “El compromiso de la AFDD es seguir buscando, aunque pasen 50 años más. Buscar hasta encontrar no es un cliché, es una necesidad real. El Estado tiene la obligación de hacerse cargo”, afirmó.

Rivera valoró que, pese a las falencias, el Plan Nacional de Búsqueda constituye un avance: “Chile y América Latina necesitan saber qué pasó con cada uno de ellos. Y lo importante es que los jóvenes hoy nos acompañan, porque esta lucha es de ayer y de hoy”.

Una obligación del Estado

El consejero del INDH, Osvaldo Torres, enfatizó que la continuidad del Plan de Búsqueda no depende de la voluntad política circunstancial, sino de compromisos asumidos a nivel internacional. “De acuerdo al derecho internacional, es obligación del Estado esclarecer el paradero de las personas desaparecidas. No es solo una demanda de familiares, es una responsabilidad de la democracia”, expresó.

Torres también llamó a fortalecer una comprensión amplia de los derechos humanos: “Bajo un régimen democrático podemos tener todas las discrepancias posibles, pero nunca aceptar que la desaparición forzada quede en la impunidad”.

La urgencia de mantener la búsqueda

Durante la dictadura de Pinochet, 1.469 personas fueron víctimas de desaparición forzada, según cifras oficiales: 1.092 detenidos desaparecidos y 377 ejecutados políticos cuyos cuerpos nunca fueron entregados.

El Plan Nacional de Búsqueda, impulsado por el actual gobierno, busca esclarecer estas desapariciones. Sin embargo, al estar fundado en un decreto y no en una ley, su continuidad podría verse amenazada por cambios de administración.

De ahí la insistencia de las organizaciones de DD.HH. y del INDH en dar al plan una base legal y recursos permanentes. Como recordó Ljubetic, “la memoria no es sólo conmemoración: es acción y exigencia al Estado para cumplir con su deber histórico”.



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