
Fiscalía de Brasil exige condena contra Bolsonaro por intento de golpe del 8 de enero
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 42 segundos
El fiscal general de Brasil, Paulo Gonet, presentó este martes ante el Supremo Tribunal Federal (STF) acusaciones firmes contra el expresidente Jair Bolsonaro y siete de sus principales aliados, a quienes responsabiliza de haber encabezado la intentona golpista del 8 de enero de 2023.
La intervención se produjo durante la sesión de la primera sala del STF, tras la lectura del informe del caso realizada por el juez ponente Alexandre de Moraes, en el marco de la Causa Penal 2668.
“Una ruptura deliberada del orden democrático”
Gonet describió una cadena de actos que, a su juicio, evidencian una ruptura intencional del orden constitucional, planificada desde el propio Poder Ejecutivo.
“El incumplimiento de la finalización regular del mandato suele ser un detonante de una crisis en la normalidad democrática provocada por sus enemigos violentos”, señaló el fiscal, subrayando que los golpes de Estado no siempre provienen de actores externos, sino que también pueden ser “orquestados desde adentro, por líderes que se niegan a reconocer los límites del mandato democrático”.
El fiscal recordó que Bolsonaro cuestionó en repetidas ocasiones la validez de las urnas electrónicas, amenazando con desconocer los resultados electorales. Para Gonet, esa estrategia formó parte de una ofensiva destinada a socavar la legitimidad de las instituciones y preparar el terreno para la insurrección que culminó en los ataques del 8 de enero contra las sedes de los tres poderes en Brasilia.
“La impunidad fortalece los impulsos antidemocráticos”
La acusación formal incluye cargos por organización criminal armada, intento de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, daños calificados y amenazas graves contra propiedad federal.
Gonet fue categórico al advertir que la tolerancia frente a hechos de esta magnitud tendría consecuencias devastadoras para el futuro de la democracia brasileña: “La impunidad frente a intentos autoritarios solo fortalece los impulsos antidemocráticos”.
Por ello, solicitó la condena de todos los integrantes del núcleo central de la conspiración, con el expresidente Bolsonaro a la cabeza.
Un juicio de alto impacto político
La sesión fue abierta por el juez Cristiano Zanin, presidente de la primera sala del STF, quien explicó el procedimiento que seguirá la causa. Posteriormente, De Moraes expuso durante una hora y 27 minutos los fundamentos del caso, enfatizando el respeto al debido proceso y a la Constitución.
“La soberanía no puede, no debe y nunca será vilipendiada ni extorsionada”, afirmó el magistrado, quien también advirtió que “la impunidad, la omisión y la cobardía no son opciones para la pacificación”.
Los próximos pasos
Uno de los acusados, el teniente coronel Mauro Cid, exayudante de Bolsonaro, firmó un acuerdo de culpabilidad, por lo que su defensa será la primera en presentar alegatos orales, seguidos del resto en orden alfabético.
El proceso, seguido con atención dentro y fuera de Brasil, podría marcar un precedente histórico al responsabilizar penalmente a un expresidente por la ruptura del orden democrático.
La decisión del STF no solo determinará el futuro judicial de Bolsonaro y sus colaboradores más cercanos, sino también el rumbo de la democracia brasileña frente al desafío del extremismo y los intentos autoritarios.





